El Consejo de la UE aprueba su resolución sobre el Reglamento de Diseño Ecológico

Madrid – Dando un paso más en la ofensiva que desde las instituciones europeas están tratando de practicar por avanzar hacia la constitución de un completo sistema económico apoyado sobre políticas circulares, el Consejo de la Unión Europea, formado por representantes de los distintos Gobiernos de los Estados miembros de la UE, acaba de acordar y hacer pública su posición sobre la propuesta para la aprobación de un nuevo Reglamento sobre Diseño Ecológico. Norma que llegará para sustituir a la actual Directiva de diseño ecológico de 2009, y para la que ahora desde el Consejo de la UE acaban de presentar y acordar esta resolución, que se muestra como el compendio de iniciativas y medidas que tratarán de introducir en el nuevo Reglamento, siguiendo así con sus funciones de negociar junto con el Parlamento Europeo la legislación de la UE, a partir de las propuestas alzadas por parte de la Comisión Europea.

De este modo, y después de que desde la Comisión Europea adoptaran y presentaran, a fecha del pasado 30 de marzo de 2022, su propuesta para la aprobación de un nuevo Reglamento sobre diseño ecológico para productos sostenibles, documento que veía la luz como una verdadera declaración de guerra contra el “Fast Fashion” y el “Greenwashing”, ahora desde el Consejo han pasado a acordar cual es la postura y la decisión que, de manera conjunta, van a defender los distintos Gobiernos de los Estados de la UE para la hora de aprobar el citado Reglamento. Una aprobación que quedará ya a partir de ahora pendiente de la negociación que de estos términos acordados por el Consejo se haga con el Parlamento Europeo, una vez que desde esta institución se encarguen igualmente de adoptar su propia resolución. Un punto este que ya se encuentra en su recta definitiva después de que la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo aprobase su dictamen contra el “fast fashion” a finales del pasado mes de abril, y que, una vez ya superado, permitirá a ambas instituciones europeas, Consejo y Parlamento, acordar y negociar los términos del nuevo Reglamento sobre Diseño Ecológico.

“Si queremos comercializar productos europeos que sean verdaderamente sostenibles, necesitamos abordar este asunto desde el origen: su diseño”, defiende Ebba Busch, ministra de Energía y Actividad Económica y viceprimer ministra de Suecia, a lo largo de unas declaraciones difundidas desde el mismo Consejo de la UE, con motivo de la adopción de su posición sobre el nuevo Reglamento. Una norma “sobre Diseño Ecológico que”, enfatiza Busch, “velará por que los productos que se comercialicen en el mercado de la UE sean aptos para la transición ecológica y estén preparados para ella”.

Prohibición expresa a la destrucción de textiles no vendidos

Según defienden a este respecto desde el mismo Consejo de la UE, con su posición acordada entre los representantes de los Gobiernos de todos los Estados miembro, el Consejo logra mejorar las aspiraciones que trataban de alcanzar desde la Comisión en su propuesta para el nuevo Reglamento de diseño circular, y en particular sobre las que atendían a tratar de frenar la destrucción de productos textiles no vendidos. Artículos para los que han acordado desde el Consejo incluir en su resolución una prohibición expresa para su destrucción.

De manera algo más detallada, desde su resolución el Consejo ha pasado a aclarar de qué manera las distintas partes interesadas, desde los mismos estados a la industria, se verán afectados, ligados y empujados al deber de participar en el desarrollo de los futuros requisitos de diseño ecológico que se van a tener que aprobar, aclarando los criterios y otros aspectos que deberán tenerse en cuenta antes de su desarrollo. Mientras que para el caso de la prohibición a la destrucción expresa de productos textiles, zapatos y complementos, la postura acordara por el Consejo es la de introducir una prohibición directa, con una exención por un periodo de 4 años para las medianas empresas, y una exención general para las pequeñas empresas y las microempresas. Una medida con la que, puntualizan, se tratará de reducir los efectos que sobre el medioambiente ejerce la fabricación de prendas y accesorios que se producen pero que no llegan a utilizarse. Mientras que sobre el ámbito de actuación del nuevo Reglamento, a este respecto la resolución del Consejo ha decidido dejar fuera al sector de los vehículos a motor, dado que se verán afectados por una legislación específica y sectorial desde la que se abordará la problemática sobre los efectos de los automóviles sobre el medioambiente.

En cuanto a la aplicación, ya real y efectiva, sobre los distintos Estados miembros de la UE y sus industrias del nuevo Reglamento, la resolución acordada por el Consejo también contempla a este respecto un periodo de transición mínimo de 18 meses tras la entrada en vigor del acto por el que se establezcan como obligatorios los requisitos para el diseño ecológico antes del inicio de su aplicación. Un periodo que de este modo pueda servir para dar tiempo a que los ecosistemas económicos puedan adaptarse a los nuevos requisitos; mientras igualmente se ofrece a los Estados hasta un plazo de 2 años para adoptar y adaptar las medidas necesarias, a nivel nacional, para la correcta implementación del nuevo Reglamento, y en particular las relativas a la vigilancia del mercado y la imposición de sanciones.

Diseño ecológico y nuevo pasaporte digital

Una vez aprobado, como ya hemos apuntado previo acuerdo entre el Consejo y el Parlamento Europeo, el nuevo Reglamento de Diseño Ecológico será de aplicación para casi la totalidad de las categorías de productos que se comercialicen dentro de las fronteras de la UE. Territorio para el que igualmente la nueva normativa llegará para tratar de levantar todavía más las fronteras internas del “mercado único”, mediante la implementación de un nuevo “pasaporte digital del producto”. Un documento que se encargará de proporcionar una información detallada sobre las cualidades y las especificaciones sostenibles y medioambientales de los productos, facilitando así una mayor información tanto a ojos de unos consumidores que pasarán a tener en sus manos todos los datos necesarios para escoger entre aquellos artículos con un menor impacto ambiental, así como en las de una Administración que podrá con esa misma información mejorar sus tareas de comprobación y control sobre los artículos puestos a la venta dentro de las fronteras de la UE.

De este modo, y tras su aprobación, el nuevo Reglamento sobre Diseño Ecológico establecerá “un marco armonizado que fijará los requisitos para grupos de productos específicos con objeto de hacerlos eficientes desde el punto de vista energético y de los recursos”, al igual que la Directiva de 2009, destacan desde el Consejo de la Unión Europea, así como “también más duraderos, fiables, reutilizables, actualizables, reparables, reciclables y fáciles de mantener”, explican desde el Consejo. Mientras que igualmente tendrá “por objeto facilitar el movimiento de dichos productos en el mercado único”, mediante la aprobación de “un nuevo ‘pasaporte digital del producto’” que “proporcionará información sobre la sostenibilidad medioambiental de los productos, ayudará a los consumidores y a las empresas a elegir con conocimiento de causa a la hora de comprar productos”, e igualmente “ayudará a las autoridades públicas a mejorar la realización de comprobaciones y controles”.