La OMC da luz verde a la Unión Europea para imponer 4.000 millones en aranceles a EE.UU.
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Madrid – La Organización Mundial del Comercio OMC trasladaba finalmente en el día de ayer su decisión de autorizar a la Unión Europea a imponer aranceles en hasta 4.000 millones de dólares en importaciones procedentes de los Estados Unidos. Una decisión que se ha acordado como contramedida a las subvenciones, que con su decisión la OMC viene a calificar de ilegales, realizadas por el Gobierno estadounidense al fabricante de aviones Boeing.
La decisión será comunicada de manera “oficial” a lo largo de las próximas semanas. Momento a partir del cual la Unión Europea podrá pasar a ejercer sus derechos frente a los Estados Unidos y una administración Trump, desde la que por su parte llevan largos meses presionando a los distintos Gobiernos de la UE con una guerra arancelaria igualmente auspiciada desde la OMC. Que previamente, y como reflejo a su decisión de ahora contra el Gobierno estadounidense, había autorizado a los EE.UU. a imponer hasta un total de unos 7.500 millones de dólares en aranceles en importaciones procedentes de la Unión como represalia a las ayudas europeas al fabricante de aviones Airbus.
“Se trata de un buen resultado para la Unión Europea y para España”, ha entrado a valorar desde España la ministra de Industria, Comercio y Turismo Reyes Maroto, “pues confirma que Estados Unidos no cumplía con las directrices del primer panel sobre Boeing”.
¿Fin a la guerra arancelaria?
Como consecuencia de la primera decisión de la OMC tomada el pasado año a favor de los Estados Unidos, parte de un conflicto comercial Boeing-Airbus que dura más de 15 años, la administración Trump adoptaba la decisión de concentrar sus restricciones sobre diferentes productos de los países que participan de Airbus. Medida de la que resultaban especialmente afectadas España, Alemania, Italia, Reino Unido y Francia.
Sirviéndose de este marco, el Gobierno estadounidense inició una política de presión arancelaria anunciando abiertamente su decisión de aumentar los aranceles hacia productos como las aceitunas y el aceite de oliva españoles, los quesos italianos, el whisky de Reino Unido, las galletas alemanas o el queso y el vino francés. Decisiones que se complementaban con el anuncio, el pasado mes de julio, de unos nuevos aranceles para artículos de lujo de origen francés, especialmente a bolsos, cosméticos y jabones, en esta ocasión por un importe estimado de 1.300 millones de dólares y entendidos como respuesta a la aprobación en Francia de la conocida como “tasa Google”. Un nuevo capítulo en la guerra comercial que enfrenta a diferentes países de la UE y a los EE.UU., que algunas voces, como la de la ministra Maroto, esperan que ayude a rebajar esta decisión de la OMC que permitirá a la Unión disponer de herramientas con las que defender sus intereses comerciales, pudiendo forzar así a la administración estadounidense a sentarse a negociar.
Así pues, la ministra española decía confiar en que EE.UU. retire sus aranceles a los productos españoles y retome las “negociaciones” para evitar que la Unión Europea aplique los aranceles que le permite la OMC imponer a sus productos. Destacándose por parte del ministerio de Industria de España su postura de que “las medidas adoptadas por EE.UU. han penalizado de forma desproporcionada e injusta a la industria agroalimentaria española”, un sector que, remarcan desde el ministerio, “es ajeno al conflicto”.
“El Gobierno de España”, explican desde el ministerio a través de un comunicado, “ha reiterado en numerosas ocasiones su oposición frontal a la imposición de aranceles como consecuencia de este conflicto de Airbus y Boeing y siempre ha defendido la búsqueda de una solución negociada”, y “así se lo ha trasladado la ministra Maroto a la Administración norteamericana en los numerosos contactos mantenidos”. “En ausencia de solución negociada, y de no eliminarse las contramedidas por parte de EEUU”, advierten desde el Gobierno español, “la Unión Europea se verá obligada a ejercer sus derechos a imponer las contramedidas arancelarias oportunas”. “La UE también espera que las negociaciones permitan no tener que ejercer sus propios derechos arancelarios y que pueda llegarse a una solución consensuada en beneficio mutuo que garantice el desarrollo del sector aeronáutico de ambas partes y que al mismo tiempo no haya sectores perjudicados”.
Photo Credits: Organización Mundial del Comercio OMC.