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Petit Bateau, entre el arraigo francés y la reestructuración internacional tras su rescate

En el momento de publicar este artículo, la adquisición de la marca Petit Bateau por el holding Regent al grupo Rocher no se ha finalizado. Todo está aún por determinar.

Las partes implicadas siguen siendo cautas. “Teniendo en cuenta los recientes anuncios, los detalles y modalidades serán objeto de diálogo con los representantes del personal en el marco de los procedimientos legales en curso”, ha comunicado la firma Petit Bateau en un correo electrónico dirigido a FashionUnited, sin añadir más precisiones.

El equipo de comunicación del grupo Rocher no ha dado más detalles y asegura que el conglomerado francés “ha seleccionado un comprador potencial basándose en su capacidad para asegurar las mejores condiciones de desarrollo de la marca, respetando su identidad y su arraigo.”

La firma de prêt-à-porter Petit Bateau emplea hoy a 2.400 personas: 1.400 en Francia (600 de ellas en distribución) y 1.000 en el extranjero. Dispone de tres centros: una fábrica y una plataforma logística en Troyes, así como un centro de producción en Marrakech (Marruecos) abierto por Petit Bateau en 1989. Por el momento, ninguna información permite pensar que la fábrica de Troyes vaya a cerrar o que la producción se deslocalice totalmente fuera de Francia.

Hoy en día, sin embargo, la fabricación de las prendas Petit Bateau no se realiza íntegramente en Francia o Marruecos. Alrededor del 15 por ciento del total (principalmente las de tejido plano) se producen a través de socios europeos (Polonia, Portugal), asiáticos (China, Vietnam, India, Birmania, Tailandia) o del Océano Índico (Madagascar, Isla Mauricio). Pero cuando la prensa anunció la adquisición de Petit Bateau por el holding internacional Regent, muchos profesionales de la moda y consumidores pensaron en su producción francesa, temiendo que desapareciera.

Los sindicatos, en particular, se muestran preocupados y piden garantías. En un comunicado, la federación CGT THCB (textil, confección, cuero y lavandería) habla de “puro juego financiero” y exige que se impongan “garantías sociales firmes al fondo de inversión estadounidense Regent”.

El sindicato recuerda el caso de la empresa Dim, pero cita recortes de empleo que se remontan a varios años antes de la adquisición de la marca por el grupo Regent: “desde su compra por fondos de inversión en 2007, se han eliminado cerca de mil empleos en Francia, a través de sucesivas deslocalizaciones”. No se ha anunciado públicamente ningún PSE (Plan de Salvaguarda del Empleo, dispositivo legal impuesto en caso de despidos colectivos por causas económicas) global tras la compra por el holding estadounidense en 2022. Cabe señalar, además, que en 2023, el grupo Dim Brands International anunció el retorno de más del 90 por ciento de la producción a su planta histórica en Francia.

¿Qué pasa con el Made in France?

Petit Bateau nació en el departamento del Aube, en 1893. “[Es] una institución francesa profundamente arraigada en Troyes, con una reconocida experiencia, y que ocupa un lugar destacado en la vida de las familias de todo el mundo”, declaró Michael Reinstein, presidente de Regent, en un comunicado.

El empresario estadounidense también quiso tranquilizar al indicar su voluntad de honrar “este legado salvaguardando lo que hace a Petit Bateau irremplazable: sus tradiciones artesanales, su espíritu francés y la confianza que las familias depositan en cada prenda”.

Aunque la Société Nouvelle la Maille Souple, la entidad de producción con sede en Troyes, se encuentra en una situación financiera delicada, debería mantener su actividad bajo la dirección del grupo estadounidense Regent. Porque conservar la herramienta de producción interna es esencial para asegurar la calidad y el legado que constituyen el núcleo del valor de Petit Bateau. Una dimensión que el presidente de Regent, al parecer, ha tenido en cuenta.

Por su parte, el grupo Rocher se muestra confiado en la capacidad del nuevo comprador para preservar la identidad y las “raíces” de la marca, que considera sus mayores fortalezas. Y es para “asegurar las mejores condiciones posibles para el desarrollo a largo plazo de Petit Bateau” que el grupo ha elegido a Regent. Un desarrollo que el grupo francés ha optado por no llevar a cabo, prefiriendo centrarse en su actividad principal, la cosmética.

Petit Bateau en números rojos

Desde hace varios años, Petit Bateau se enfrenta a las mismas dificultades que otras grandes firmas francesas de gama media: la creciente competencia de las plataformas de venta a precios bajos y un consumo general a la baja. Aunque en 2024 la cifra de negocios de la empresa se mantuvo estable (78.500.603 euros frente a 178.281.481 euros en 2023), su déficit aumentó, pasando de -5,21 millones de euros en 2023 a -9,41 millones de euros en 2024.

Aunque Alexandre Rubin, director general de Petit Bateau, destacó en un comunicado “el dinamismo recuperado” de la marca (aumento de las ventas BtoC del +2,7 por ciento en el primer semestre de 2025), la compra por parte de Regent parece más bien una operación de rescate destinada a asegurar el futuro de Petit Bateau. Y para que la marca vuelva a ser rentable, la estructura y la organización de la empresa podrían revisarse. La adquisición de marcas en dificultades por parte de fondos de inversión como Regent suele ir acompañada de planes de reestructuración para reducir costes. Como era de esperar, esta revisión podría, entre otras cosas, afectar a los empleados.

Los gastos de personal representan una de las partidas de gasto más importantes para Petit Bateau, después de los gastos externos. Según el informe de las cuentas anuales de la empresa, consultado por FashionUnited, el número de empleados ya disminuyó en 2024 con respecto a 2023 (en el ejercicio 2024, la plantilla media de personal asalariado fue de 919 frente a 946 el año anterior).

Tienda Petit Bateau en Roma. Créditos: Petit Bateau

Las tiendas Petit Bateau

Según las cifras comunicadas por la marca, Petit Bateau cuenta con 350 puntos de venta en Francia y en todo el mundo. Produce 28 millones de piezas al año y realiza el 55 por ciento de su cifra de negocios en Francia, el 25 por ciento en otros países de Europa y el 10 por ciento en Japón.

El año pasado, la prensa francesa informó en varias ocasiones del cierre de tiendas Petit Bateau. Los gerentes se vieron obligados a bajar la persiana por falta de rentabilidad. En el contexto de un plan de relanzamiento por parte de Regent, la optimización de la red de distribución también estará probablemente en el programa. Y es posible que el holding opte por racionalizar la red de tiendas centrándose en las ubicaciones más rentables.

La variedad de la red es también una característica de la empresa Petit Bateau. Además de sus tiendas propias, la marca se distribuye en grandes superficies, grandes almacenes, tiendas multimarca, franquicias, tiendas de fábrica y tiendas online. Esta completa y diversificada red también podría transformarse en beneficio de una estrategia Direct-to-Consumer para reforzar la imagen de marca y controlar mejor la relación con el cliente.

Otra probabilidad, en el marco de los planes de modernización, es la inversión en el segmento de la segunda mano. Esta iniciativa, en la que la marca se embarcó hace ya varios años, tiene la ventaja de rejuvenecer la clientela y generar un flujo creciente en la plataforma de comercio electrónico de Petit Bateau.

¿Quién es Michael Reinstein?

Presidente del holding Regent, Michael Reinstein comenzó su carrera en el ámbito político como becario o asistente (junior staffer) en la administración de Ronald Reagan, presidente de Estados Unidos de 1981 a 1989.

Hoy en día, Michael Reinstein tiene una imagen pública ambivalente: por un lado, un financiero activo, reconocido por la prensa económica por relanzar o reposicionar marcas; por otro, voces críticas (proveedores, antiguos empleados, medios locales) denuncian métodos considerados agresivos o consecuencias negativas en algunas empresas adquiridas.

En 2023, un artículo del medio Geekwire informaba de que varios vendedores que habían colaborado con la empresa de comercio electrónico Zulily, propiedad de Regent, afirmaban estar a la espera del pago de facturas por un total de miles de dólares. Uno de los vendedores indicó “haber recibido una oferta de acuerdo por parte de Regent tras amenazar con acciones legales”.

En cuanto a la adquisición de la revista Sunset por parte de Regent, Michael Reinstein confesó a Los Angeles Times que algunos redactores habían “abandonado la empresa voluntariamente”, al considerar que no se ajustaban al nuevo enfoque, preocupado por los costes.

En definitiva, el futuro de Petit Bateau bajo Regent está aún por escribir, pero el énfasis en el patrimonio, la experiencia y el mantenimiento de la producción francesa sugiere una estrategia de relanzamiento más prudente y atenta a los retos sociales e industriales.

Este artículo fue originalmente publicado en otro idioma dentro de la red internacional de FashionUnited y después traducido al español usando una herramienta de inteligencia artificial.

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