Loewe expone "Lillian Bassman. Pinceladas"
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“Mi contribución ha sido la de fotografiar el mundo de la moda femenina plasmando los sentimientos de una mujer vistos por los ojos de otra mujer”, confesó Lillian Bassman (EE.UU., 1917–2012).
Bassman dejó la fotografía y volvió a los 80 años
El trabajo de Lillian Bassman fue reconocido con el premio Lucie en el 2004 por su singular aportación a la fotografía de moda en los años cuarenta y cincuenta. En 1971, cansada del mundo de la fotografía debido a la dirección que había tomado el mundo editorial y publicitario, destruyó gran parte de sus negativos y archivo. Según ella, ya no había margen para la experimentación. A comienzos de los años noventa, su trabajo volvió a salir a la luz. Lillian Bassman rondaba los ochenta años de edad y se redescubrió su obra. Fue entonces cuando regresó al laboratorio y se dedicó a imprimir y reinterpretar sus propios negativos que, por fortuna, uno de sus asistentes había guardado en bolsas de plástico y escondido en el que fue su estudio dónde permanecieron durante dos décadas. Lillian volvió al cuarto oscuro y a explorar con papel seda o ahumando la lente de la ampliadora durante la proyección. Utilizaba también diferentes ácidos con pinceles para aclarar zonas, dibujar y crear efectos pictóricos.
Después de una exitosa exposición en Nueva York en 1993, le siguieron encargos de importantes firmas y revistas de moda. Toda su vida profesional estuvo impulsada por la experimentación y la búsqueda de un lenguaje único, cuestionando tanto las tendencias visuales del momento como las reglas tradicionales de la fotografía.
Energía y entusiasmo nunca le faltaron. Unos meses antes de su muerte, a sus noventa y cuatro años, Bassman seguía trabajando en sus imágenes a través del ordenador: ‘Aquí estoy, no es el laboratorio pero experimentar con el ordenador es también divertido’.