Apocalipsis retail: Asos, Sears, Macy’s y Kohl's hacen temblar al sector
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Crece el nerviosismo en el sector del retail, y de manera espacial en las compañías de grandes almacenes. Si todavía continúan las preocupaciones por conocer cómo terminará la, por ahora irremediable, quiebra de la cadena estadounidense Sears, nuevas voces de alarma se alzan a ambas orillas del atlántico. Del lado americano, las acciones de las compañías Macy’s y Kohl's sufrían importantes bajadas en bolsa la pasada semana, mientras que por la parte europea todavía se sienten las consecuencias causadas por el duro descalabro en bolsa de la británica Asos.
Apocalipsis retail.
El último en anunciar la inminente llegada del tan temido “apocalipsis minorista” fue Warren Shoulberg. Colaborador habitual de la revista Forbes, analizaba hace tan solo unos días la situación del sector en Estados Unidos. Según Shoulberg, las empresas de grandes almacenes en norteamérica se encaminan a un duro proceso de ajustes. De los establecimientos con los que cuentan las grandes cadenas en Estados Unidos, se estima que podrían llegarán a desaparecer en torno a 400 tan solo en 2019. Número que se sumaría a las más de 600 que habrían echado ya el cierre durante los últimos 24 meses.
En todo caso, estas clausuras no afectarán a los grandes centros comerciales que estas compañías poseen en importantes áreas económicas de estados como Nueva York o California, sino que se concentrarán en los centros regionales de segunda clase. Posiciones no estratégicas, y menos rentable, que por el contrario han ayudado a dinamizar económicamente muchas zonas de todo Estados Unidos, sirviendo y aglutinando a su alrededor a empresas y comerciantes locales que ahora observan con preocupación como ese foco de atracción de masas puede desaparecer de sus localidades. Y con ellos, un gran número de sus clientes. Pudiendo poner en serio peligro la rentabilidad de estos pequeños negocios locales.
Sears, a subasta.
Para hoy 14 de enero esta prevista la subasta de activos de la cadena norteamericana de grandes almacenes Sears. Declarada en quiebra desde el pasado mes de octubre, Sears y sus acreedores rechazaron la oferta de compra de casi 5.000 millones de dólares realizada por su presidente Edward Lampert. Finalmente, y tras abonar un deposito de 120 millones de dólares, Lampert participará en la subasta por los activos de Sears, con la intención de hacerse con la mayor parte de la compañía y evitar su desaparición.
Cuarta del sector a nivel global, un puesto por debajo de El Corte Inglés, en los últimos seis años Sears había experimentado unas perdidas que superan los 10.000 millones de dólares. Tan solo durante el pasado verano la compañía experimento un descenso del 68 por ciento de su valor en bolsa, mientras que informaba de la venta de 142 de las 894 tiendas que todavía mantenía abiertas, y que se sumarían al cierre de otras 46 anunciado para el pasado mes de noviembre.
Hundimiento en bolsa de Macy’s y Kohl’s.
La pasada semana sirvió para reflejar nítidamente la situación de temor e incertidumbre en la que se encuentra el sector del retail. Y es que muchas voces se alzan anunciando el final de todo un modelo de negocio. Tras el periodo navideño, la época con más volumen de compras de todo el año, tocaba hacer balance, y las bolsas no reaccionaron bien ante la situación económica anunciada por los gigantes Macy’s y Kohl’s.
El jueves y a través de un comunicado, la cadena de grandes almacenes con sede en Nueva York Macy’s revisaba a la baja algunas de sus cifras de 2018. Su crecimiento para el pasado año lo situaba en un 2 por ciento, tres décimas por debajo de lo previsto. De la misma manera reducía su beneficio por acción, pasando de los 4,10-4,30 dólares, a los 3,95-4,00 dólares. Con los resultados de una campaña navideña más floja de lo esperado, y que fue desinflándose tras las ventas ocasionadas durante el Black Friday, las bolsas castigaron a la compañía. Que llegaba a dejarse más de un 17 por ciento de su valor de cotización.
En su caída Macy’s arrastraba a otros grandes del sector como J.C. Penney, Target o Kohl’s. El anuncio de esta última de un volumen de ventas por detrás del registrado en el mismo periodo noviembre-diciembre de 2017, y muy inferior al esperado por los analistas, la llevaron a protagonizar otra de las grandes caídas de la semana. Bajadas que alcanzaron más de un 9 por ciento, y que conforme avanzó la jornada fueron suavizándose para situarse en torno al 7 por cientos y los 4 dólares por acción.
Europa: De la reestructuración de El Corte Inglés a la preocupación por Tiger y la caída de Asos.
Del lado europeo, la española El Corte Inglés se encuentra inmersa en un profundo proceso de reestructuración de activos y deuda muy similar al de las compañías de grandes almacenes norteamericanas. Cierto es también que existen profundas diferencias entre ambos mercados, pero no deja de resultar sintomático que la compañía española haya puesto en marcha un estudio de activos no estratégicos valorados entre 1.500 y 2.000 millones de euros. Estrategias y métodos que están conduciendo a no pocos especialistas a augurar que estamos asistiendo al final del modelo de ventas tradicional. Con todas las miradas puestas en descubrir si estas grandes compañías serán o no capaces de adaptarse a los nuevos tiempos, y de salvar en ese camino la gran cantidad de puestos de trabajo que generan.
Por su parte la danesa Tiger podría ser la primera gran protagonista de ese “apocalipsis retail” tan temido por el sector. La pasada semana se conocía que la compañía no había podido hacer frente a sus últimos compromisos de deuda, solicitando a sus acreedores un préstamo adicional de 150 millones de euros. Desde España la noticia se observa con precaución, ya que nuestro país es un de los principales mercados de la compañía. Aquí cuenta con alrededor de 120 tiendas de las más de 860 que posee, establecimientos en los que da trabajo a más de 1.000 empleados.
Frente a ese posible final impulsado por compañías como Amazon o Alibaba del modelo retail tradicional, no deja de ser especialmente significativo el caso de la británica Asos. Protagonista de una caída que alcanzó el 40 por ciento de su valor en bolsa a mediados del pasado mes de diciembre de 2018, su descalabro bursátil ponía en alerta al sector minorista ante una campaña navideña que se anunciaba, como parece que así ha sido, como desastrosa. Arrastrando en su caída a los principales indicadores bursátiles de toda Europa, y a buena parte de sus competidores, entre ellos Inditex y H&M.
Decíamos que el caso de Asos resulta significativo porque la compañía responde precisamente a ese nuevo modelo de retail hacia el que parece que evoluciona el sector. Por lo que tras su caída, cabría preguntarse si además del tradicional modelo de ventas no estaremos también asistiendo al comienzo de una irremediable crisis en el ámbito de la moda, acuciada por el cambio en los hábitos de compra de los consumidores y de las generaciones más jóvenes. Cambios que según no pocos estudios publicados en los últimos meses, se estarían produciendo a consecuencia del menor nivel adquisitivo de los jóvenes y de la proliferación de puestos de trabajo cada vez peor remunerados.
Y es que parece que la pescadilla comienza a morderse la cola. Y los ajustes en retribuciones y sueldos con los que las compañías han intentado salvar sus balances y aumentar sus beneficios, estarían generando un efecto mariposa de consecuencias nunca vistas. Llevando a los más jóvenes a modificar sus hábitos de consumo, e hiriendo de manera profunda e irreversible a todo el sector minorista primero, y quién sabe a que otros sectores de la economía después. Se avecinan tiempos de cambio.
Photo Credits: Cortesía de Macy’s