Burberry vuelve discretamente a la Bolsa de Londres en vísperas de su desfile
Londres - El icono del lujo británico Burberry hace su regreso sin grandes aspavientos este lunes al índice de referencia FTSE 100 de la Bolsa de Londres, un año después de haber sido excluido, donde cotiza a la baja a pocas horas de su desfile en la Fashion Week de Londres.
Golpeado de lleno por la crisis del sector del lujo, Burberry ha iniciado en los últimos meses un replanteamiento de urgencia centrado en sus grandes clásicos, como su trench coat y sus bufandas, para frenar la caída de sus resultados.
La marca del famoso estampado de cuadros escoceses presenta su última colección el lunes por la noche en un desfile, en la última jornada de la Semana de la Moda de la capital británica. Tras quince años en el FTSE 100, el principal índice londoniense, la empresa fue relegada en septiembre de 2024 al FTSE 250, menos prestigioso, como consecuencia mecánica de la caída de su valor en Bolsa.
Enfrentada, como todo el sector del lujo, a una ralentización de la demanda y a la ofensiva proteccionista de Estados Unidos, la marca sufre además de decisiones estratégicas desafortunadas, en particular de una apuesta (fallida) por subir aún más de gama.
Burberry ha iniciado en los últimos meses un drástico plan de ahorro y se centra ahora en los productos que le han dado renombre, con precios más acordes con su marca: lujo, pero no ultra lujo. Su último resultado anual, aplazado, se ha desplomado hasta arrojar pérdidas, según las cifras publicadas en mayo. Sin embargo, el mercado vio en julio, a pesar de que las ventas trimestriales seguían retrocediendo, los primeros signos de una recuperación.
Los inversores dudaban el lunes. Burberry comenzó la sesión al alza antes de registrar un retroceso del -1,3 por ciento poco antes de las 08:00 GMT. No obstante, sus acciones se han recuperado ampliamente en los últimos meses: un +86 por ciento en el último año. A pesar de sus dificultades, la empresa fundada en 1856 en Basingstoke (sur de Inglaterra) por un aprendiz de pañero, puede todavía contar con su renombre.
La Reina de Inglaterra otorgó un "mandato real" a la empresa ya en 1955, convirtiendo a Burberry en un proveedor habitual de la famila real.
Y durante el viaje de Estado de Donald Trump al Reino Unido la semana pasada, la primera dama Melania Trump desembarcó del Air Force One, el avión presidencial, envuelta en un largo trench de la marca británica.
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