Cuando el retail se convierte en logística: El Corte Inglés ante los tribunales
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En la última década, el sector minorista ha ido asumiendo cada vez más funciones logísticas como parte de su transformación hacia un modelo omnicanal. La digitalización y el auge del comercio electrónico han trasladado gran parte de la carga operativa de las tiendas físicas a los centros de distribución, donde se concentran procesos como la preparación de pedidos, la gestión del inventario en tiempo real y la coordinación de entregas.
En este nuevo escenario, algunos convenios colectivos podrían no reflejar del todo la realidad actual y, por tanto, requerir una revisión.
Más de 200 trabajadores del principal centro logístico de El Corte Inglés, ubicado a las afueras de Madrid, reclaman —de manera individual pero organizada— que sus condiciones laborales se rijan por el convenio de logística en lugar del de comercio minorista.
Sus tareas —manejo de maquinaria pesada, preparación de pedidos y trabajo habitual en domingos y festivos—, argumentan, corresponden a actividades logísticas y no de retail. Para la plantilla, el cambio supondría una mejora significativa en las condiciones de trabajo; para la empresa, en cambio, implicaría un incremento de los costes estructurales.
El juzgado ya ha solicitado una inspección laboral del centro y se espera que el 10 de septiembre decida si tramita los casos por separado o si los consolida en una acción colectiva, en un contexto de desconfianza hacia los sindicatos afines a la compañía.
Si la justicia española decide unificar las reclamaciones en una acción colectiva y falla a favor de los trabajadores, la resolución podría sentar un precedente con repercusiones más allá de España, influyendo potencialmente en negociaciones laborales en otros mercados europeos.