Gap compra el probador virtual Drapr
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Instantes antes de hacer pública una última actualización sobre sus cuentas, y pocas horas después de poder conocer el nuevo impulso que ha recibido el desarrollo de la moda digital con las asociaciones establecidas por la compañía disruptiva DressX junto a Crypto y Farfetch, la multinacional estadounidense Gap anunciaba la adquisición de la start-up Drapr. Compañía digital responsable de una tecnología que permite crear rápidamente avatares en 3D de los cuerpos de los clientes-usuarios, que posteriormente poder emplear para probar sobre ellos, de manera virtual, las prendas de moda, en un proceso con el que en último término se busca optimizar la experiencia de compra online.
Tal y como se encargan de explicar desde la propia Gap, Drapr está diseñada para ayudar a los clientes a encontrar la mejor talla y el “fit” más optimo que corresponda con su estilo personal y con la morfología de su cuerpo. Mientras que de otro, y a beneficio de los minoristas y de las marcas de moda, su tecnología permite reducir la generación de esos envíos y de esas devoluciones innecesarias, pero que por ahora irremediablemente se producen como consecuencia del desajuste entre las prendas recibidas y las medidas de los distintos cuerpos, una vez que el cliente recibe su pedido y pasa a probarse la prenda.
“El ajuste de la prenda es el principal punto de fricción para los clientes y, a través de su avanzada tecnología 3D, Drapr ha demostrado que puede ayudar a los consumidores a encontrar de una manera eficiente la talla y el ajuste que necesitan”, explica Sally Gilligan, directora del departamento de transformación y desarrollo de Gap. En este sentido, detalla Gilligan, “planeamos aprovechar Drapr para ayudar al Grupo Gap a mejorar la experiencia de talla de nuestros clientes, así como para acelerar la transformación digital que mantenemos en curso”.
“Con el lanzamiento de Bodequality, logramos reinventar los procesos de ajuste en Old Navy para brindar a todas las mujeres de una mayor confianza a la hora de escoger su ropa, sin importar la talla”, añadía por su parte Nancy Green, presidenta y directora ejecutiva de Old Navy, principal marca comercial del Grupo Gap por volumen de facturación. “La tecnología de Drapr nos ayudará a continuar desarrollando esta experiencia de compra, y a ofrecer un proceso más personalizado e inclusivo en la selección de los ajustes para todos nuestros clientes”. Ya que gracias a la tecnología de la start-up, la compañía, y sus distintas marcas, podrán mostrar a los clientes “cómo se verá realmente un artículo sobre su cuerpo y, al mismo tiempo, recomendarles el mejor ajuste para ellos en función de sus preferencias individuales”.
“La mayoría de las personas no conocen sus medidas exactas, o buscan un tipo específico de ‘fit’ del que los simples números por sí solos no son capaces de informar”, apunta David Pastewka, cofundador y director ejecutivo de Drapr. En esta línea, “Drapr ha demostrado ser eficaz, y estamos entusiasmados por el impacto que podemos terminar ejerciendo sobre los clientes una vez que nos escalemos como parte de la familia Gap”.
Inversiones estratégicas para mantenerse a la vanguardia de la moda-retail
Fundada por David Pastewka, Will Drevno y Richard Berwick, Drapr formo parte de la selección de 100 empresas que la aceleradora de startups Y Combinator presentaba como parte de su selección “Summer 2020”. Desde donde logró captar la atención de un Grupo Gap, que no ha dudado finalmente en hacerse con su control, como parte de un acuerdo de adquisición que se ha gestionado a través de la oficina de transformación y desarrollo, liderada por Gilligan.
Una vez ya incluida en el universo de la multinacional, desde Gap aspiran a impulsar el crecimiento y a escalar las soluciones tecnológicas desarrolladas por Drapr. Último ejemplo de las inversiones estratégicas que la compañía está llevando a cabo desde este mismo departamento, con vistas a incluir y a implementar nuevas soluciones a lo largo y ancho de todo su portafolio de marcas comerciales, que le permitan mantenerse a la vanguardia del sector de la moda-retail. Misma preocupación que era la que la conducía a participar en la última ronda de financiación de Obé Fitness. Plataforma digital enfocada a llevar el fitness directamente al interior del hogar de los consumidores, con la que ha logrado firmar una importante alianza junto a su marca de moda deportiva Athleta. Acuerdo que se llevará hasta la nueva plataforma “experiencial” AthletaWell, y que entraña el compromiso de ambas marcas para colaborar en el desarrollo de prendas de moda, contenidos, eventos y experiencias de compra innovadoras.