Kering y Cartier lanzan el “pacto por la sostenibilidad y la inclusión” de la industria de la joyería
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La casa de joyería y relojería Cartier, una de las principales filiales del grupo suizo especializado en el sector del lujo Richemont, y Kering, holding internacional francés enfocado al mismo sector, y matriz de casas de moda tan conocidas como Gucci, Balenciaga o Yves Saint Laurent, así como de las casas de joyería Boucheron o Pomellato, acaban de anunciar la puesta en marcha de la iniciativa “Watch and Jewellery Initiative 2030”. Un pacto por la sostenibilidad y la inclusión para el sector de la joyería y de la relojería, abierto a cualquier marca y firma con intereses en este mismo ámbito, ya sean estas de carácter nacional o internacional, con el que persiguen acelerar la evolución de ambas industrias hacia unos nuevos cánones y modos de producción más éticos y sostenibles.
Las metas que en su conjunto persigue alcanzar esta nueva alianza global, se alinean con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, y en especial con su Objetivo número 17, “Fortalecer los medios de ejecución y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible”. Lo que en suma convierten de algún modo a esta nueva iniciativa, en el reflejo para el sector de la joyería y la relojería de aquel gran “Fashion Pact” por una moda sostenible que la misma Kering, junto a otros 30 grandes Grupos como Inditex, se encargó de impulsar el pasado 2019. Siendo además la primera ocasión en la que una iniciativa de estas características aspira a unir a todas las marcas de joyería y relojería en torno a unos mismos objetivos, y todo ello en asociación con el Responsible Jewellery Council (RJC). Organización que se encarga de marcar los estándares para la industria global de la joyería y la relojería, cuyas iniciativas, junto a las desarrolladas desde la Science Based Targets (SBT), han servido de base para diseñar las de esta nueva Watch and Jewellery Initiative 2030.
“En la medida en que el sector de la relojería y de la joyería se nutre de los valiosos recursos de la tierra y del conocimiento de las personas que forman parte de sus cadenas de valor, se hace imperativo actuar de manera conjunta para crear un mayor impacto positivo”, explica Cyrille Vigneron, presidente y director ejecutivo de Cartier, a través de unas declaraciones difundidas desde la propia iniciativa. Es por ello que “estamos encantados de poder unir esfuerzos para avanzar hacia una industria más sostenible con Kering, en asociación con el Responsible Jewellery Council, e invitar a otros agentes de la industria a que se unan a esta iniciativa”. “Más que nunca, seguimos comprometidos a compartir nuestra visión común de un futuro donde todas las Maisons, sus proveedores y sus socios comerciales estén capacitados para colaborar en proyectos que generen un impacto positivo para el planeta, y sus gentes”.
“En Kering creemos que el lujo es inseparable de los más altos estándares ambientales y sociales, y que es nuestra responsabilidad, como líderes del sector del lujo, iniciar los cambios necesarios para proteger nuestro planeta”, añade por su parte Jean-François Palus, director general de Kering. “Hace ya largo tiempo que estamos convencidos de que solo la acción colectiva puede marcar la diferencia para transformar nuestra industria a mejor”. Así pues, “para la relojería y la joyería, al igual que para la moda, creemos que comprometerse colectivamente con una base común de objetivos ambientales, cuantificados, que se centren en unos pocos temas, es la mejor manera de ejercer finalmente un impacto real”, y en este sentido, “los cambios por os que luchamos son fundamentales para el futuro, no solo del planeta sino de nuestra propia industria”.
Por último Iris Van der Veken, directora ejecutiva del Responsible Jewellery Council, explica que esta “Agenda 2030 busca no dejar a nadie atrás”. “Las empresas pueden ser perfectamente un motor del cambio, y generar un impacto positivo apoyando una economía global que protege a las personas, el planeta y los medios naturales que nos sustentan. Hacer negocios como de costumbre ya no es una opción”. Es por ello que “el RJC está decidido a ayudar a las empresas a ser esa fuerza para ese cambio, a través de asociaciones” que sirvan para acelerar ese cambio. “Trabajando juntos, podemos contribuir en gran medida al cambio urgente y necesario para alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y para crear un mundo mejor y más justo para 2030”.
Una amplia lista de compromisos ambientales y éticos, organizados en torno a tres principales áreas de ejecución
Entrando en los objetivos concretos sobre el sector que busca incentivar esta iniciativa Watch and Jewellery Initiative 2030”, y con los que se deberán de comprometer a alcanzar todas aquellas firmas y empresas que decidan sumarse, estos se han organizado en torno a un total de 3 principales áreas temáticas: fomentar la resiliencia climática, preservar los recursos naturales y las comunidades locales, y fomentar la inclusión dentro de las cadenas de valor.
En lo que respecta a la primera de estas áreas, fomentar la resiliencia climática, el primer objetivo en este sentido de la iniciativa es trabajar para reducir las emisiones de carbono, con vistas a alcanzar las cero emisiones netas para 2030. Contemplando a este respecto objetivos para las empresas, para 2025, como los de descarbonizar todas sus operaciones en los ámbitos 1, 2 y 3 de sus modelos de negocio; implementar energías 100 por cien renovables para todas sus operaciones, y extenderlas a las de toda su cadena de valor, proveedores y socios de distribución para 2030; o el implementar mejoras de eficiencia energética en todas sus operaciones y servicios, y en especial en las áreas digitales de comunicación, comercio y eventos.
Mientras tanto, como objetivos de la segunda área, estos buscan garantizar que el abastecimiento de la industria tenga un impacto positivo sobre la naturaleza, las especies y las comunidades locales. Para lo cual, como objetivo mínimo, todas las empresas que se sumen deberán medir para 2022 su impacto sobre la biodiversidad y sobre el consumo de agua. Para a partir de ahí trabajar, con vistas a 2025, en implementar estándares de abastecimiento que protejan tanto a los ecosistemas naturales como a las comunidades locales, lo que implica que las cadenas de valor no podrán hacer uso de materiales provenientes de bosques centenarios y en peligro de extinción. Mientras que las compañías deberán comprometerse igualmente a restaurar hábitats dañados por actividades como la minería y la extracción de metales y piedras preciosas, y contribuir al desarrollo de sus comunidades locales. Todo ello además sustentado en una “nueva mentalidad industrial”, que deberá centrarse en “la innovación sostenible y la circularidad”.
Por último, en torno a la última de estas áreas temáticas, dirigida a fomentar la inclusión dentro de las cadenas de valor, quedarán enmarcados los distintos compromisos en materia de protección laboral. Entre los que se encuentran un compromiso base de unirse al Responsible Jewellery Council y de obtener, en os siguientes dos años, la certifiación del Código de Practicas (COP). Para desde ahí trabajar para que cuenten con la certificación el 100 por cien de sus proveedores de primer nivel para 2025 y entre el 60 y el 80 por ciento de sus proveedores de segundo nivel para 2030. A eliminar la exposición de empleados y del entorno natural a riesgos químicos, aumentando los procesos de fabricación en circuito cerrado. A tomar medidas en toda la industria para abrazar la diversidad, la igualdad y la inclusión e impulsar un cambio positivo. O a trabajar por contribuir a la preservación y la transmisión de los conocimientos y las prácticas artesanales de la industria, así como a apoyar la movilidad de sus trabajadores “a medida que la fabricación y los puestos de trabajo se vuelven cada vez más digitalizados”.