La falta de liderazgo, la escalada de las matrículas y la corrupción de la educación de moda (Parte 1)
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Las escuelas de moda han venido sufriendo una disminución constante en el número de inscriptos; tasas de matrícula astronómicas y la especulación de que una educación de grado ya no era un requisito previo para una carrera exitosa. Luego llegó la pandemia y expuso las grietas que hay en la base misma de la educación de moda. Con “La Gran Renuncia” dominando los titulares del sector con las salidas recientes de personalidades como Simon Ungless, Director de Moda de la Academia de Arte de la Universidad San Francisco; Shelley Fox, Directora de Moda en Parsons School of Design de Nueva York; y Walter von Beirendonck, de la Real Academia de Bellas Artes de Amberes, FashionUnited tuvo la oportunidad de conversar con Ungless y otros representantes del área sobre el estado de la educación actual. Algunos de los educadores entrevistados decidieron no revelar su identidad por temor a represalias de sus instituciones mientras investigamos el impacto del liderazgo escolar durante los peores meses del Covid.
"Si no me iba, definitivamente me hubieran despedido. Ya no me importa. He estado sentado aquí durante dos años viendo al equipo ejecutivo dándose palmaditas en la espalda por cómo han sobrevivido a la pandemia, pero destrozando los cimientos", dice Simon Ungless. "También puedes construir tu casa con arenas movedizas. No hay comprensión sobre cómo funciona la pirámide de la educación". Ungless reconoce que no había precedentes para tomar como guía en marzo de 2020 cuando llegó el Covid, pero su posición le hizo darse cuenta de la magnitud de los problemas que la pandemia trajo a la superficie. "Cuando eres un profesor que también forma parte de la dirección estás en las trincheras y en la sala de juntas", reflexiona.
Durante el confinamiento, Ungless continuó haciendo todo lo posible para que sus estudiantes que estaban creando sus colecciones finales siguieran teniendo oportunidades. Organizó Zooms con periodistas de renombre como Suzy Menkes o Sarah Mower, crítica de moda en Vogue Condé Nast Americas; críticas programadas con diseñadores como Andre Walker, Lutz Huelle, Giles Deacon y organizó sesiones de fotos con modelos ese verano. "De alguna manera, estábamos potencialmente arriesgando nuestra salud haciendo todo lo posible para ayudar a los estudiantes a tener material para sus porfolios", recuerda y agrega: "No sentí que eso fuera correspondido por parte de la gerencia. No creo que se haya valorado".
Estudios recientes muestran que el liderazgo senior y el estilo de gestión tienen más probabilidades de expulsar a los maestros de la profesión que la cantidad de horas de trabajo, el salario o las condiciones laborales. Debido a la naturaleza práctica de los estudios de moda, con temas como dibujo, costura y patronaje, muchos cursos tenían poco o ninguna opción de aprendizaje en línea hace dos años. Pero a medida que las clases fueron adquiriendo la modalidad remota, en muchos casos, se fueron dejando los procesos de toma de decisiones y se ejecutaron incuestionablemente los mandatos de aquellos en cargos superiores.
Se ajustaron los planes de estudios, se aceptaron las horas adicionales de preparación, se desarrollaron habilidades para mantener a los estudiantes comprometidos virtualmente y se compraron segundas cámaras y trípodes; además, se flexibilizaron los requisitos de calificación y asistencia. Un adjunto dice que quemó una vela perfumada en un estante sobre su hombro derecho; el olor lo calmó mientras la suave llama parpadeante calmaba a los estudiantes. Los profesores se convirtieron en el saco de boxeo verbal, la cara tranquilizadora en la pantalla, incluso el departamento de sistemas para los estudiantes experiencia en clases virtuales. El equilibrio entre el trabajo y la vida personal se fue por la ventana.
Ahora, con el beneficio de la retrospectiva y la reflexión sobre los últimos semestres, muchos se quedan cuestionando la autoridad detrás de esos mandatos.
La importancia de un liderazgo educativo efectivo durante una crisis
Este otoño, David tiene la intención de aplicar como titular de cátedra en una gran universidad pública del medio oeste de Estados Unidos, tras 30 años de experiencia académica. Lo intentó hace 2 años, pero cuenta que su solicitud falló porque la nueva directora tenía una carrera en el campo de la financiación de las artes, pero no en la academia y no entendía las reglas. Desde entonces, ella ha sido removida del cargo, pero eso no ayuda a David, quien dice que su futuro sigue en suspenso. "Las razones para no promoverme estaban en contra de las pautas del sindicato, pero, aunque lo sabía, no quería generar conflicto", dice. Tenía miedo de que la ayuda sindical lo perjudicara cuando aplicara nuevamente.
Según Glassdoor.com, el rango de salario para un profesor de diseño de moda vas desde 47,064 a 93,375 dólares por año. Según comparably.com, el 50 por ciento de los decanos universitarios ganan entre 111,459 y 123,249 dólares, y quienes están en un nivel superior ganarían unos 174,280 dólares, más bonos anuales. Los que presiden escuelas privadas generalmente ganan más que los de las escuelas públicas, que a menudo alcanzan el umbral de un millón de dólares, mientras que según Forbes, el salario de Paula Wallace, presidenta y cofundadora de Savannah College of Arts and Design, ha sido de "más de 2 millones de dólares anuales durante muchos años ". Según el periódico Washington Post, los salarios de los ejecutivos de las universidades aumentan cada año un 9 por ciento, lo que de ninguna manera refleja los aumentos salariales generales en la educación superior, sino los del sector corporativo. En el extremo opuesto, los profesores a tiempo parcial/adjunto, que en muchos casos representan el alma de las mejores escuelas de moda de Nueva York, ganan una tarifa promedio por hora de 44 dólares.
Los miembros titulares de la facultad como David saben que la única forma de ganar más dinero es moverse. Como resultado, ha enseñado en Southern Illinois University; Kent State University, Oklahoma State University, University of Nebraska, y en el camino realizó un doctorado. "Serán de 10 a 20,000 dólares más, mientras que, si te quedas en la misma universidad, solo obtendrás un 3 por ciento cada dos o tres años". Reubicarse significaba hacer sacrificios, pero David lo aceptó como un requisito de trabajo. Ahora, más cerca del final de su carrera, la promoción es parte integral de su retiro, y él dice: "No debería ser castigado por los errores de otra persona".
El efecto del liderazgo sobre la moral durante la pandemia está en el corazón de la “gran renuncia” entre los educadores. La importancia de la comunicación de arriba hacia abajo y la comprensión de que todos se están moviendo hacia objetivos en común es esencial. David experimentó esto con su director anterior que se fue antes de que el Covid golpeara: “Tenía una visión para la escuela y estaba muy claro, y ese era el enfoque que yo seguía. Lo que sea que él dijera, yo lo creía y entendía. No estuvimos de acuerdo en muchas cosas, pero ambos queríamos lo mejor para la escuela ". Durante la pandemia vio cómo se introdujeron nuevos cursos y se crearon roles con nuevos títulos. "Un director asociado; luego, un director del plan de estudios de diseño de pregrado, todos puestos administrativos, ¿para qué?", se pregunta David. "Eran trabajos que el director no quería hacer mientras que los profesores dejaban de enseñar para hacer tareas administrativas ". Las repercusiones de las maniobras del director anterior se sentirán en el otoño cuando David enseñe un curso en el que no tiene experiencia, ni conocimiento. "Pero tomaré un taller de 1 semana, así que supongo que estiraré esa semana en la enseñanza de un semestre, ¿será eso posible? ¡Lo probaré!" comenta. "El Covid no tuvo nada que ver con esto. No tenía otra opción. Tuve que confiar en el liderazgo ".
La contratación de directores en educación a menudo se anuncia con gran fanfarria después de largas búsquedas internacionales. La capacidad de recaudación de fondos se ha convertido en una calificación importante en los currículums de los candidatos preseleccionados, pero la experiencia muestra que hay demasiados sin experiencia en la industria de la moda, que no saben cómo navegar por la creatividad o fomentarla. Sus intenciones de generar dinero a corto plazo pueden tener consecuencias perjudiciales a largo plazo. "Nuestra escuela de posgrado fue modificada hace unos años por una decisión tomada de la noche a la mañana por el entonces oficial académico: se podía hacer una maestría en los primeros semestres de nuestro MFA y ofrecer eso a las personas que no tenían experiencia en moda", dice Ungless. "Destruyó por completo el programa, pero el pensamiento fue que, si hay un programa más corto, podemos obtener el mismo resultado y ganar más dinero".
El próximo lunes, la segunda parte de este informe especial sobre los problemas que enfrenta la educación de moda en la actualidad.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés por FashionUnited.com y traducido y editado al español por Cynthia Ijelman.