La firma de calzado femenino Piccadilly le apuesta a las más jóvenes

Buenos Aires – La marca Piccadilly, especializa en calzado femenino es muy valorada por mujeres adultas de más de 50 años. Hoy con más de 6 décadas en el mercado tiene presencia en más de 100 países y cuenta con más de 20 mil puntos de venta alrededor del mundo. Según indicaron a través de un comunicado, en 2023 planea seguir expandiéndose en la región con el fin de consolidar aún más su posición como líder global y busca conquistar a las más jóvenes.

“Si bien el crecimiento de la marca ha sido exponencial, el propósito sigue siendo el mismo: Brindar a las mujeres un calzado cómodo, capaz de acompañarlas en sus actividades de todos los días, con diseños actuales tanto para el día como para la noche. Piccadilly es una marca que quienes la conocen la siguen eligiendo por el equilibrio que brinda entre diseño y confort. A diferencia de otros calzados de este segmento, Piccadilly cuenta con 4 tecnologías patentadas que brindan comodidad y amortiguación como ningún otro producto de esta categoría. Hoy, se reposiciona en Argentina afianzando su público ya cautivo y saliendo a captar a las nuevas generaciones” explica Aldana Serra, Gerente de Marketing de Distrinando, empresa que distribuye la marca en Argentina.

Piccadilly nació en Brasil en 1955. Hoy cuenta con 40 locales franquiciados y 27 tiendas exclusivas. A través de los años se ha vuelto una marca muy reconocida en el sector y apunta a continuar fortaleciéndose en un marco de sostenibilidad. “El compromiso de la marca va más allá de la moda, queremos dejar una huella positiva en la sociedad y en el medio ambiente. Cada paso que damos hacia la sustentabilidad nos acerca a un futuro donde las próximas generaciones puedan tener una mayor calidad de vida, al mismo tiempo que le garantizamos a las mujeres argentinas y de todo el mundo una experiencia de uso sin precedentes, combinando la última tecnología con diseños vanguardistas que se adaptan a las necesidades y gustos de las mujeres actuales, concluye Serra.