Las nuevas restricciones en Europa golpean a Inditex
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A la espera de poder comprobar la manera en la que abrirán y el comportamiento que experimentarán los títulos de la compañía a lo largo de esta importante semana, lo cierto es que las acciones de la multinacional de la moda española Inditex se veían fuertemente golpeadas al cierre de la última semana, después de que el pasado viernes comenzaran a trascender las últimas informaciones en relación con el coronavirus en Europa. Región de la que proceden buena parte de los ingresos de la multinacional española, y en la que han comenzado a volver las restricciones y limitaciones en los ámbitos económicos y sociales, como intento por mitigar los efectos de una nueva oleada de rebrotes del virus del coronavirus, acciones impuestas ya, en distinto grado, por gobiernos de países como los de Austria, los Países Bajos o Alemania.
Está precisamente detrás de estas nuevas limitaciones, decretadas a las puertas de la importantísima campaña de Navidad, el origen de que las acciones de la compañía española se hundiesen un -4,78 por ciento durante la jornada del viernes, después de pasar de cotizar en los 32 euros por título con los que abrían, hasta los 30,47 euros con los que cerraban la sesión. Y todo como resultado de la amenaza de que los nuevos rebrotes terminen extendiéndose por el viejo continente en forma de unas nuevas limitaciones y de unos nuevos confinamientos, cada vez más generalizados, como los que a partir de hoy mismo, lunes 22 de noviembre, ha decretado el Gobierno alemán para puntos de una elevada incidencia del virus. Unas poblaciones y distritos sobre los que, en el caso de darse una incidencia superior a los 1.000 nuevos casos por cada 100.000 habitantes, se ha anunciado que se llevará a cabo un confinamiento total y un cierre de todas las instalaciones públicas y comercios no esenciales durante un mínimo de 7 días, medida que se mantendrá en vigor de cara a las próximas tres semanas. Una decisión que se tomaba para el estado de Baviera, uno de los más afectados por el aumento de los nuevos casos, mientras que a nivel nacional no se descartaban adoptar nuevas medidas de cara a las próximas semanas, más allá de los cierres y de las cancelaciones, prácticamente generalizadas, que han comenzado a anunciarse de sus tradicionales mercadillos navideños.
Lejos de resultar un caso aislado, la creciente preocupación por el aumento de los casos está recorriendo Europa, yendo mucho más allá de las fronteras alemanas. Como bien lo demuestran una Grecia que ha comenzado a imponer restricciones adicionales dirigidas de forma exclusiva a la población no vacunada, o unos Países Bajos en los que ya han estallado las primeras protestas callejeras en contra de un paquete de nuevas restricciones, del mismo modo que ha comenzado igualmente a suceder en Croacia, Dinamarca o Austria. País este último que ha decretado un confinamiento general para todo el país durante 10 días, así como la obligatoriedad de vacunarse para toda la población.
La extraordinaria resiliencia del sector del lujo
Frente a la sombra de la vuelta a una nueva Navidad con restricciones a la actividad comercial y social en Europa, la amenaza de que esto termine repercutiendo de manera decisivamente negativa sobre los resultados de los grupos de la moda y del textil, no ha hecho más que agudizarse. Mostrándose así pues como todo un nuevo reto para unas compañías que habían comenzado a dejar atrás los números rojos que acumularon durante el pasado año como consecuencia de la pandemia, y que, confiadas en los buenos datos de vacunación, en el paulatino aumento de las ventas y en la caída de la incidencia del virus que se había producido durante estos últimos meses de verano, no han dudado en rearmarse con nuevas colecciones y nuevos productos, especialmente pensados para una Navidad que se prometía como la del gran regreso de los eventos sociales. Unas festividades que, de seguir con estas últimas tendencias sobre el aumento de los contagios que se están produciendo en un buen número de países europeos, podrían terminar por cancelarse, iniciando un nuevo efecto dominó de limitaciones, restricciones y caída de consumo.
A pesar no obstante de que estos riesgos se muestran como generalizados para todos los grandes grupos de la moda y del retail, lo cierto es que ha sido Inditex la que peor ha salido parada, al menos por el momento, tras el decreto de las nuevas restricciones impuestas en los distintos países de Europa. Ya que frente a esa caída del -4,78 por ciento de sus acciones, que experimentaba el pasado viernes, una competidora directa de la multinacional española como el Grupo H&M, se dejaba por su parte tan “solo” un -2,72 por ciento en la misma jornada, después de que sus títulos pasasen de cotizar de las 165,94 a las 161,42 coronas suecas en la Bolsa de Valores de Estocolmo.
Frente a estas considerables caídas, recogidas en una sola jornada, por las denominadas como compañías del “fast fashion”, el sector del lujo europeo en contra volvía a hacer gala de su buena resiliencia y de su extraordinaria fortaleza frente al virus, de manos de una Kering (Gucci) cuyas acciones caían solamente un -0,25 por ciento, pasando de los 718,70 a los 716,90 euros por título; de una LVMH que por su parte elevaba la cotización de sus títulos un +0,69 por ciento, tras pasar de los 728,50 a los 733,50 euros por acción; y de una Hermès cuyas acciones llegaban a dispararse el viernes un +5,21 por ciento, después de pasar a cotizar de los 1.592,50 a los 1.675,50 euros por acción.