Pikolinos abre un crédito verde con el BBVA
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El Grupo empresarial español Pikolinos, compañía ilicitana especializada en la producción, comercialización, distribución y exportación de calzado y complementos en piel con presencia en más de sesenta países a través de sus marcas comerciales Pikolinos y Martinelli, lleva sus esfuerzos en materia de sostenibilidad al terreno de la financiación, firmando su primera línea de crédito verde. Un primer préstamo vinculado a una serie de objetivos en materia de sostenibilidad, que acaba de abrir con la entidad financiera del BBVA.
Con la formalización de esta nueva herramienta de financiación, por un importe total que no ha trascendido, el Grupo logra convertirse en una de las primeras compañías españolas especializadas a la producción del calzado que termina vinculando los términos de uno de sus créditos al cumplimiento de una serie de objetivos sostenibles. En su caso, a una serie de indicadores ambientales relacionados con la reducción de las emisiones de carbono y de otras sustancias que se generan durante los procesos de fabricación de sus piezas de calzado. Unos artículos a cuya huella sostenible contribuyen tanto el origen de los materiales que se requieren para su fabricación, como los elementos que se necesitan para ensamblar las distintas piezas que componen cada una de las partes de sus diferentes modelos, en una suma para la que el Grupo, a través de esta nueva línea de crédito, trabajará por seguir reduciendo las sustancias y los gases que se envían a la atmósfera durante los procesos de fabricación del calzado, en búsqueda de seguir así avanzando hacia un modelo de negocio, y hacia un catálogo de productos, de naturaleza más sostenible y respetuosa con el entorno.
“El desarrollo de nuevos productos de financiación unidos a indicadores sostenibles está permitiendo a clientes como Pikolinos avanzar en su estrategia e innovar en modelos de negocio y productos sostenibles”, se ha encargado de señalar en esta misma dirección Carlos Rodríguez Escudero, director regional Este de BBVA, a través de unas declaraciones que nos hacen llegar a través de un comunicado. “Nuestro objetivo”, añade el directivo en relación a la naturaleza de estas nuevas líneas de financiación verde, es el de con ellas poder “acompañar a nuestros clientes en su proceso de transición hacia modelos productivos más respetuosos con el entorno”, siendo este “un claro ejemplo de ello”.
Por parte de la compañía ilicitana, Juan Manuel Perán, miembro de la segunda generación de la familia fundadora del Grupo y director ejecutivo de Pikolinos desde el pasado mes de enero de 2022, subrayaba la operación destacándola como “un hito más” de la compañía. “Nuestros pilares históricos giran en torno a nuestro compromiso con la sociedad y con el mundo en el que vivimos y, éste nuevo hito, es un ejemplo más”; subrayaba el director ejecutivo de la multinacional española. “No hay marcha atrás y todos debemos de aportar nuestro grano de arena a mejorar el planeta”, apostilla.
Nuevo Plan Estratégico
Esta nueva palanca con la que desde el Grupo multinacional español tratarán de impulsar su modelo de negocio hacia unos nuevos y más elevados estándares en materia de sostenibilidad, en esta ocasión sirviéndose de los estímulos que les brindarán las nuevas exigencias en materia de emisiones que han quedado ligadas a esta primer préstamo de financiación sostenible, responde a una de las máximas incluidas dentro del nuevo Plan Estratégico puesto en marcha por la compañía ilicitana a comienzos de este mismo año de 2022. Un ejercicio que la multinacional alicantina arrancaba anunciando la salida de Manel Jadraque, quien hasta entonces se había mantenido como su director ejecutivo durante los últimos cuatro años, y la asunción por parte de los tres hijos del fundador del Grupo, Juan Perán, de todas las funciones ejecutivas al frente de la multinacional.
Según las informaciones que se encargaban de desvelar por entonces desde la propia compañía ilicitana, la reestructuración de sus órganos de dirección que se producía con el nombramiento a principios de año de Juan Manuel Perán como nuevo director ejecutivo de Pikolinos, y con los de Rosana y Carolina Perán como vicepresidenta y como directora de marca, respectivamente, tenía ya lugar en respuesta a la puesta en marcha del nuevo Plan Estratégico diseñado para marcar el rumbo de la compañía a lo largo de estos próximos 3 años. Una nueva hoja de ruta que, como principales objetivos, guarda los de tratar de consolidar un crecimiento sostenible a largo plazo de la multinacional sobre todos sus mercados y canales, avanzar en sus planes de digitalización y convertirse en un referente dentro del sector en materia de responsabilidad social corporativa, capítulo este dentro del que se enmarcaría este primer crédito verde formalizado ahora junto al BBVA. Todo ello, explicaban, con el objetivo de como resultado lograr una compañía más ágil, eficiente y resiliente, con la capacidad de dar una mejor y más óptima respuesta a las necesidades de sus clientes.
Además de por los ya de por sí ambiciosos objetivos que guarda, la aplicación de esta nuevo Plan Estratégico por parte de Pikolinos servía para evidenciar la apertura de esta nueva etapa a la que se ha abierto la multinacional del calzado, ya bajo la dirección ejecutiva de los miembros de la segunda generación de la familia Perán. Un regreso a su naturaleza como compañía familiar, similar al que han experimentado otras importantes compañías españolas a lo largo también de estos últimos meses, como Adolfo Domínguez o Inditex, que tenía lugar en un momento en el que el Grupo comenzaba a dejar atrás los efectos a los que ha debido de hacer frente durante estos ya tres últimos años marcados por la pandemia. Una evolución que, en términos económicos, dejaba a la multinacional arrancando este 2022 alcanzando, y hasta incluso superando en determinados canales y mercados, sus niveles de facturación previos a la pandemia, tras haber llegado a experimentar una caída de hasta cerca de un -30 por ciento.
De cara a este mismo ejercicio de 2022, “superaremos de nuevo los 100 millones de euros de facturación”, se aventuraba a anunciar a comienzos de año Marcos Vega, director de comunicación del Grupo Pikolinos. Pero más allá de eso, remarcaba Vega, lo realmente importante estaría en el hecho de que “estamos recuperando el ritmo y el corazón del negocio”.