¿Qué son los diamantes de laboratorio y por qué son la opción más sustentable?
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Se les ha llamado de muchas maneras: diamantes de laboratorio, diamantes hechos por el hombre y diamantes crecidos en laboratorio, entre otros. Pero sin importar el nombre que se utilice, al verlos no hay manera de diferenciarlos de los diamantes creados en la naturaleza.
El hecho de que este tipo de diamantes no se hayan hecho en la naturaleza no significa que no sean reales. Lo que varias joyerías están haciendo actualmente con el uso de tecnología es tomar el elemento base que crea un diamante, al que llaman una semilla, y someterlo a las mismas condiciones que se somete en la naturaleza.
Los diamantes que se encuentran en las minas se crearon hace cientos de miles de años, sometiendo a átomos de carbono a condiciones extremas que los convirtieron en estas gemas preciosas. Ahora, estas condiciones son replicadas en el laboratorio, pero en lugar de tomar miles de años, se logran en cuestión de meses. Los diamantes de laboratorio son diamantes reales, química y físicamente hablando.
Es la rapidez y los costos, pero en gran parte la sustentabilidad, la que está impulsando a que más marcas de joyería opten por crear estos diamantes en lugar de utilizar aquellos extraídos de minas. Y aunque aún hay camino qué recorrer del lado de los consumidores, el crecimiento de esta industria, relativamente nueva, va en aumento. De acuerdo con Statista, la industria de diamantes de laboratorio ha crecido establemente en la última década conforme más empresas apuestan por este camino y también conforme la tecnología ha avanzado. Se espera que para 2030, el volumen en el mercado global de este tipo de diamantes llegue a alrededor de 19.2 millones de quilates. Statista también comparte que en 2021, el valor del mercado de diamantes de laboratorio se encontraba en más de 20 mil millones de dólares, pero para 2030 se espera que llegue a alrededor de 52 mil millones.
La industria sigue creciendo, y grandes jugadores de la joyería, como Pandora, están apostando fuertemente por este tipo de gemas que representan un tipo de joyería más sustentable, responsable no sólo con el medio ambiente sino también en temas sociales. Desde agosto de 2022, todas las piezas de las colecciones Diamonds by Pandora están hechas con diamantes cultivados, cortados y pulidos con energía 100 por ciento renovable y engastados en joyas hechas con plata u oro completamente reciclado.
Con motivo del lanzamiento de estos diamantes en México, en FashionUnited conversamos con Martín Pereyra, SR VP de Pandora para LATAM y ASIA, quien habló de la importancia de priorizar este tipo de gemas en la industria y de cómo México es un mercado clave para crecer esta categoría.
¿Qué es un diamante de laboratorio?
MP: Tenemos los diamantes extraídos de la naturaleza y diamantes cultivados desde el punto de vista anatómico. Un diamante tanto natural como cultivado es la misma cosa. La diferencia es que en la naturaleza demora miles, sino más de cientos de miles de años bajo presión en generarse. Y el diamante cultivado se logra en cuestión de meses. Atómicamente es lo mismo. Moveremos el mismo elemento. Tienen un certificado también de autenticidad y de origen, como cualquier otro diamante.
¿Cuál es la diferencia?
La diferencia es sobre sustentabilidad. Y aquí es un poco por qué Pandora, siendo la mayor joyería del mundo, no había entrado en el mercado de diamantes antes. Pensamos en cuestiones de negocios sustentables en el futuro, queremos seguir siendo la mejor joyería en el futuro y queremos seguir creciendo de manera sustentable. El diamante de laboratorio no es una elección al azar. Otra prueba de que estamos comprometidos con la sustentabilidad es que este año ya creamos nuestras joyas con 100 por ciento de oro y plata reciclados porque el oro y la plata son metales nobles, por lo tanto, pueden ser infinitamente reciclables.
¿Cómo cuidan que el diamante tenga las propiedades que le dan valor a un diamante extraído?
Eso se logra en el corte. Románticamente a los diamantes; se les dice piezas de luz porque básicamente lo que hacen es reflejar la luz en la mayor cantidad de facetas posibles. Una vez que se tiene una calidad perfecta, el diamante se pasa a lo que es el corte y ahí es donde entra el diseño. Nuestros diseñadores son los que deciden el corte, cuántas facetas, con qué tipo de metal, etc.
95 por ciento menos de impacto ambiental que un diamante natural
¿Qué otras medidas de sustentabilidad cuidan con estos diamantes?
Si vamos a comparar directamente con lo que es un diamante natural, no solamente es el impacto social, sino también el impacto ambiental. Por ejemplo, es la utilización de catalizadores, o cualquier otro químico, para lo que es la extracción y depuración de esos elementos. ¡Y ni hablar del asunto del transporte! Cuando hablamos de diamantes de laboratorio sabemos que son empresas registradas, ya constituidas y bajo ciertas normas también de registro y responsabilidad para con sus empleados y para con quien trabaja. En esas empresas se deja una huella mucho menor desde el punto de vista de impacto ambiental. Estamos hablando de un 95 por ciento menos de impacto ambiental que un diamante natural. Y también deja una rastreabilidad desde el punto de vista social, pues sabemos todas las certificaciones de todas las empresas, de quien trabaja en esas empresas y cómo es tratada la mano de obra.
¿Por qué se eligió México dentro de los primeros países para traer estas piezas?
México es uno de los mercados más importantes para Pandora a nivel mundial y es el que más crece y más potencial tiene. Además, el mercado mexicano de joyería se ha estado desarrollando y ha estado creciendo en los últimos años. Ha habido una aceleración en lo que es el consumo de metales preciosos y piedras preciosas en México, con lo cual nosotros creemos que es un mercado que va a seguir creciendo y que además muy probablemente tome la vanguardia de lo que es la utilización de nuevos tipos de joyería o nuevas piedras, como es el de diamantes cultivados. Tenemos diamantes de Pandora en cinco mercados en el mundo hoy en día, que son Estados Unidos, Australia, Inglaterra, México y Brasil.
México nos interesa no solamente por el tamaño, por la importancia que tiene para Pandora, sino porque nosotros aprendemos mucho de cómo la consumidora mexicana y el consumidor mexicano usan la joyería. En muchos casos es el inicio de tendencias. Siempre nos gusta enlazar primero en mercados como México, que es un mercado muy creativo, más expresivo y bien apasionado. Nosotros aprendemos mucho y eso hace también que se inspiren nuestros diseñadores.
¿La idea es expandirse más adelante?
Todos estos mercados son muy grandes. Y, si bien los diamantes cultivados demoran mucho menos tiempo, lleva un proceso y lleva un tiempo. No es que existan diamantes cultivados en abundancia, pues lleva tiempo llegar al nivel de calidad y al nivel de corte. Nosotros queremos asegurar que en los mercados en donde lanzamos podemos seguir proveyendo a nuestros consumidores. No queremos lanzar la línea y después tener que volver atrás porque se nos acabó el producto.
¿Cómo han sido recibidos por el mercado mexicano?
A pesar de que los diamantes cultivados es una categoría relativamente nueva, hay que conseguir que el nivel de curiosidad en el consumidor mexicano crezca. Sin embargo, en las tiendas en donde tenemos diamantes disponibles en México, porque no es en todas, las ventas están superando las expectativas. Estamos muy contentos de entrar en este mercado nuevo, que es el mercado del futuro.
Según las proyecciones, no solamente nuestras, sino de otros analistas como Statista, el mercado de diamantes cultivados va a crecer. Y esto no es solo en Pandora, sino que van a venir muchas marcas. Entonces, es un inicio, comparado con otros negocios que tenemos, relativamente pequeño, pero que viene a una velocidad arrasadora en el momento en que el público completo abrace. Y nosotros estamos felices de ser de los primeros en entrar en esto.
¿En qué colecciones se pueden encontrar estos diamantes?
Tenemos colecciones como Infinity y Talismán. Sin embargo, seguiremos lanzando colecciones. Pero la colección ícono de los diamantes de Pandora es Infinity que tiene ese ese diseño que parece un signo de infinito. Ahí es donde van generalmente las piedras encastradas en los anillos, aretes, collares y brazaletes también. Talismán es una colección espectacular, más clásica. Se pueden ver anillos solitarios con la piedra mucho más en exhibición.