Superdry vende su negocio y la propiedad de su marca en Asia-Pacífico por 50 millones de dólares
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Madrid – La multinacional británica de la moda Superdry, compañía fundada hacia el año 1985 cuyos títulos cotizan en la Bolsa de Valores de Londres, ha anunciado el haber alcanzado un principio de acuerdo para la venta, por 50 millones de dólares, de todo su negocio en Asia, incluida la propiedad intelectual sobre su marca y una serie distinta de activos, a la compañía coreana Cowell Fashion Company. Empresa que cotiza en la Bolsa de Valores de Corea, especializada en la gestión de licencias y en la fabricación de prendas de moda para una amplia variedad de categorías, desde la moda íntima a la ropa deportiva.
Según los detalles de la operación, que en base a sus mismos términos pasa a quedar ahora condicionada a tener que en cualquier caso recibir la debida ratificación tanto por parte de los accionistas como de los acreedores de Superdry, el acuerdo conllevará entre sus disposiciones el que Superdry pasará a ceder a Cowell todos los activos y derechos sobre su propiedad intelectual para mercados clave de la región del Apac, empezando por el mercado nativo de Cowell, Corea del Sur, para desde ahí terminar por extenderse sobre una suma indistinta de países y regiones de Asia-Pacífico, incluida China. País del que Superdry terminaba saliendo definitivamente el pasado 2020, en plena pandemia por coronavirus, tras la finalización del acuerdo que mantenía con su socio local, y para el que no contaba con planes de volver a desembarcar ni en el corto, medio ni largo plazo, justificando para ello las elevadas inversiones de las que tendría que disponer la compañía para reconstruir la escala y el volumen de negocio de los que venía disponiendo por entonces tanto en China como en otros mercados del Apac, región en la que sí sigue activa la compañía británica. Entendiendo a este respecto ahora que el emprender y el impulsar el crecimiento de la marca en la región llegaría a producirse con un mayor y más acelerado éxito, para el caso de contar con un tercer socio, en este caso Cowell, que será quien pase a ocuparse de gestionar como propio todo el negocio de Superdry sobre esta suma limitada de países del Apac. Una estrategia que, estiman, permitirá al mismo tiempo a la compañía británica centrar todos sus esfuerzos a seguir penetrando y a seguir elevando el volumen de sus ventas sobre aquellos territorios de la región en los que la marca se encuentra más consolidada.
“Este acuerdo ofrece a la marca Superdry una fantástica oportunidad para expandir su alcance global, al mismo tiempo que proporciona fondos adicionales para ayudar a implementar nuestro programa de recuperación frente a un panorama especialmente desafiante para los consumidores”, se ha encargado de destacar Julian Dunkerton, fundador y director ejecutivo de Superdry, a lo largo de unas declaraciones hechas públicas por parte de la misma dirección de la multinacional de la moda británica. “Estoy absolutamente emocionado por la oportunidad de poder trabajar junto a Cowell, para crear productos inspiradores que reflejen toda el legado de nuestra marca, y para crecer a lo largo de todo el mercado del Apac”.
“Se puede decir que la colaboración entre Cowell Fashion, que cuenta con conocimientos de última generación en planificación, diseño y producción, y Superdry, que cuenta con una larga historia de innovación y con una poderosa marca, supone el comienzo de un cambio de paradigma en la industria de la moda coreana”, añadía por su parte Lee Sun-seop, presidente de Cowell Fashion Company. “Con las dos compañías alineadas a través de una explosiva sinergia, el plan para convertir a Superdry en una ‘Supermarca’ en toda Asia se presenta como una propuesta excitante como socios a largo plazo”.
Una asociación estratégica, sin fecha de caducidad
Entrando a desgranar los pormenores de la operación, en lo que afecta primeramente a su alcance, por mercados, el acuerdo, una vez debidamente ratificado, implicará la cesión por parte de Superdry a Cowell de toda su propiedad intelectual para la región del Apac, excluyendo de manera expresa de estos términos los países de la India, Bangladesh, Sri Lanka, Australia y Nueva Zelanda. Países todos ellos sobre los que Superdry continuará conservando de manera plena todos sus derechos de propiedad intelectual, del mismo modo que los seguirá conservando para fuera de la región del Apac. Habiéndose igualmente establecido una posición de preferencia para la recompra de todos los activos de PI, para el caso de que Cowell desee vender los mismos activos o disponer de otros derechos de PI.
Aclarado ya este punto del acuerdo, el mismo también contempla que, una vez completada la operación, Superdry y Cowell trabajarán de manera conjunta en el desarrollo de nuevos productos relevantes para los mercados del Apac, buscando así ajustar su oferta en la región a los gustos y las necesidades locales. Una suma de esfuerzos para la que desde Superdry se encargarán de brindar de apoyo y de un mayor conocimiento sobre los valores y la identidad de la marca a los equipos de trabajo de Cowell, durante al menos un periodo que se extenderá por los dos primeros años posteriores a la formalización de la venta. Unos trabajos de asesoría por los que la multinacional británica se ha establecido que terminará facturando a Cowell una tarifa extra adicional de 1 millón de dólares, cantidad que la multinacional coreana se encargará de abonar directamente a Superdry en forma de dos pagos de medio millón de dólares, el primero a fecha de la finalización de la venta y el segundo al año de la misma fecha.
Alcanzando así, y en total, la cifra de los 51 millones de dólares, cantidad que será abonada para cada uno de los pagos en efectivo por parte de la multinacional coreana, entre las demás principales cláusulas del acuerdo también se ha incluido el que Superdry terminará recibiendo una licencia a perpetuidad, irrevocable y sublicenciable, en virtud de la cual podrá continuar libremente fabricando, o contratando a terceros socios para hacerlo, productos dentro de la región del Apac; así como el mantener las relaciones comerciales con los socios mayoristas con los que ya cuenta en los países de la región afectados por el acuerdo, hasta su vencimiento. Un punto para el que se valora que permitirá el que Cowell pueda enfocarse al desarrollo y al crecimiento de Superdry en Corea del Sur durante el periodo inicial tras la firma de la venta. Contemplándose igualmente, y como añadido a esta operación, la intención de terminar por establecerse un acuerdo complementario entre las mismas partes, para que sea Cowell la encargada de suministrar ciertos productos terminados a Superdry en calidad de proveedora global de la marca.
“El Acuerdo significa que Cowell poseerá y utilizará la marca Superdry en mercados clave de Apac, comenzando por su mercado local de Corea del Sur y extendiéndose a otros, incluida China, con Superdry y Cowell trabajando juntos para desarrollar productos relevantes para esos mercados”, pormenorizan desde la multinacional británica a través de un comunicado. Para ello, se establecerá una “asociación de colaboración” con la compañía coreana, dirigida a bajo su paraguas “diseñar y desarrollar productos relevantes para el mercado que de manera consistente se mantengan con el legado de la marca Superdry”. Compañía que “brindará cierto apoyo y conocimiento relacionados con la marca Superdry a Cowell durante los primeros dos años posteriores a la finalización de la Venta”, añaden, asentando así las bases para “la colaboración a largo plazo entre las partes”. Unas sinergias que se expenderán desde “la propiedad” a “el uso de nuevos diseños”, en base a un acuerdo para el que ya se contempla “las intenciones de Superdry y de Cowell de firmar un acuerdo complementario, en virtud del cual Superdry podrá comprar, y Cowell suministrar, ciertos productos terminados”. Una resolución que en cualquier caso queda sujeta a “que ambas partes acuerden los términos de sostenibilidad, calidad y precio” de los artículos en cuestión, y pasen a formalizarlos en base a “un acuerdo formal de fabricación y suministro”.
Puerta abierta a una nueva emisión de capital
En términos económicos y de beneficios para la multinacional británica, en base a los balances de su último ejercicio fiscal de 2021/2022, finalizado el pasado 30 de abril, se estima que los activos de propiedad intelectual sujetos a este acuerdo de venta, llegaron a generar cerca del 1,2 por ciento de las ventas totales del grupo, contribuyendo con 7,4 millones de libras a sus resultados, y aportando unos 2,5 millones de libras de beneficios.
Sobre estos antecedentes, una vez cumplidos los requisitos previos para la formalización de la operación, la venta de los activos estiman desde Superdry que termine generando un beneficio neto de unos 34 millones de libras. Cantidad que se va a destinar a reforzar el balance de la empresa y a aumentar su liquidez, con el objetivo de poder así terminar por destinar los fondos a financiar nuevas estrategias, entre ellas la implementación de su programa estratégico de reducción de costes. Una reestructuración para la que desde la dirección de la multinacional británica ya están barajando nuevas estrategias que permitan fortalecer su posición financiera, entre ellas una posible próxima emisión de capital.
En suma, “Superdry cree que la asociación con Cowell brindará las mejores oportunidades para el crecimiento futuro de la marca Superdry en la región Apac”, añaden desde la dirección de la multinacional de la moda británica, en lo que al mismo tiempo “permitirá a la empresa enfocarse en hacer crecer su marca y aumentar las ventas en sus territorios más consolidados y donde tiene una mayor capacidad”. Sobre el mismo asunto, “los ingresos netos de la venta se utilizarán para aumentar la solidez del balance de la empresa, aumentar la liquidez y financiar sus necesidades actuales de capital, incluidos los dirigidos a la implementación de un programa de reducción significativo de costos”. Un punto para el que “la compañía también está considerando dar pasos adicionales dirigidos a fortalecer aún más sus balances, en relación con su programa de reestructuración, que se está tratando de implementar en mitad de un mercado especialmente desafiante, en lo que podría incluir una posible emisión de capital”.