Zalando cae en facturación y entra en pérdidas
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La multinacional europea del e-commerce Zalando, pure player especializado en la comercialización de artículos nuevos y de segunda mano de una amplia variedad de marcas de moda y belleza, acaba de arrancan de una manera nada positiva su nuevo ejercicio fiscal de 2022, según lo que se desprende del balance económico registrado por la compañía de origen alemán al cierre de su primer trimestre del ejercicio. Periodo de tres meses comprendido entre el 1 de enero y el 31 de marzo de este mismo año de 2022, durante el que la compañía parece haber terminado diciendo adiós al dulce momento que venía experimentando sobre su modelo de negocio, al abrazo del auge del e-commerce inducido por la pandemia, tras verse lastrada por un nuevo cambio en los hábitos de compra de los consumidores provocado, de un lado, por la relajación de las restricciones vinculadas a la propagación del coronavirus, y de otro como consecuencia del aumento de los precios y de una inflación que se mantiene disparada en los distintos mercados europeos.
Poniendo en valor a las cifras de negocio que desde Zalando se han encargado de hacer públicas hace escasamente unas horas, la compañía de origen alemán ha cerrado el primer trimestre de su ejercicio de 2022 aumentado ligeramente su volumen bruto de mercancías (GMV) hasta los 3.183,3 millones de euros, frente a los 3.152 millones de euros de hace un año. Un incremento que no obstante no se ha terminado reflejando en términos de facturación, con un volumen de ingresos que se ha situado en los 2.205 millones de euros. Cifra que se sitúa un -1,47 por ciento por detrás de los ingresos de récord de 2.237,8 millones de euros que Zalando registró durante el mismo primer trimestre de 2021. Siendo no obstante eso sí muy superiores, en un +44,67 por ciento, a los 1.524,2 millones registrados durante el primer trimestre de 2020, e igualmente un +59,99 por ciento por encima de los 1.378,2 millones de euros registrados al arranque del ejercicio de 2019.
Como consecuencia de esta caída de facturación, y sumado a un mayor coste de sus gastos operativos y de gestión de sus operaciones y procesos, así como al aumento de sus gastos de capital, en términos de rentabilidad la compañía ha terminado despidiéndose de los beneficios netos de 34,5 millones de euros que registraba hace ahora un año, para dar la bienvenida a unas pérdidas por valor de -61,3 millones de euros. Cifra que se sitúa dentro del histórico de la compañía entre las pérdidas de -86,4 millones de euros que registraba durante el mismo periodo de 2020, y las pérdidas netas de -17,6 millones de euros de 2019.
“Nuestras bases comerciales son sólidas, y estamos tomando medidas para mejorar nuestros resultados”, se ha encargado de anunciar Robert Gentz, codirector ejecutivo de Zalando, a través de unas declaraciones hechas públicas por la propia multinacional del e-commerce. “Estamos dirigiendo Zalando a largo plazo, y siempre hemos utilizado la agilidad de nuestro negocio y su adaptabilidad empresarial para responder con éxito a los desafíos a corto plazo y a la demanda de los consumidores, para emerger mejor y más fuertes”. Siendo así, apostillaba Gentz, el que “seguimos confiando en que lograremos nuestro objetivo de alcanzar la cifra de más de 30 mil millones de euros de GMV para 2025”.
Cambios en los hábitos de compra de los consumidores
Resumiendo las principales causas que han llevado a la compañía a este desempeño durante el primer trimestre, como ya adelantábamos desde Zalando apuntan a las dificultades y las incertidumbres que a lo largo del trimestre han planeado sobre la escena internacional. Sombras que han terminado afectando a los resultados máximos y de récord que la compañía lograba generar a lo largo del pasado año, ejercicio que cerró en los 10.354 millones de euros de facturación, y alertando ya entonces de que 2022 se caracterizaría por ser un ejercicio marcado por la alta volatilidad.
Siguiendo con los términos de esa previsión, este “primer trimestre se ha visto afectado por factores macroeconómicos”, como los de un “aumento de la inflación y el aumento de los costes para los hogares” que han contribuido a generar un “consumo más cauto”, explican desde Zalando. Una contracción del gasto al que se ha sumado un entorno postpandemia más relajado, que “ha provocado cambios en las preferencias de los consumidores” y un regreso al canal físico. Siendo este no solamente el único cambio que se ha observado sobre unos clientes que, en cuestión de gastos, “están comprando más artículos de temporada y ajustados a las tendencias, y, dependiendo de sus preferencias, desviándose hacia un surtido de gama alta o bajando del mercado de rango medio al de precios de stock”.
Previsiones y medidas para un 2022 marcado por la volatilidad en los mercados
De cara a lo que resta de ejercicio, desde Zalando avanzan que la compañía seguirá trabajando en su objetivo de reforzar su perfil como plataforma y marketplace especializado en moda y belleza abierto a terceras marcas y grupos. Todo mientras ponen en práctica una decidida estrategia con el fin de abordar las incertidumbres que sobrevuelan en el plano macroeconómico, y en lo que les lleva a mantener una previsión de crecimiento para todo este ejercicio de 2022 que se situaría en la parte baja de las estimaciones de entre el 16-23 por ciento de GMV, y de entre el 12-19 por ciento en términos de facturación. Esperando como resultado registrar al cierre de ejercicio un Ebit ajustado en la parte baja de la horquilla de entre unos 430 y 510 millones de euros, y el provocar unos gastos de capital de entre 400 y 500 millones de euros.
“Mientras continúa la incertidumbre macroeconómica, Zalando está gestionando sus desafíos a corto plazo” mediante una “redefinizición de su oferta para ajustarse a los cambios en los patrones de gasto de sus clientes”, “mejorando sus operaciones e implementando soluciones más rentables” y “continuando invirtiendo con el fin de brindar la mejor experiencia de su clase para clientes, en servicios para sus socios y en capacidades de comercio online”, detallan desde la multinacional europea.
“Somos flexibles y estamos bien equipados para guiar a Zalando a través de este entorno marcado por la volatilidad de los mercados”, y “esto incluye el hacer los ajustes necesarios para mejorar nuestras operaciones”, añade Sandra Dembeck, directora financiera de Zalando. “Al mismo tiempo continuaremos realizando inversiones dilatadas en el tiempo para generar valor a largo plazo”, para lo que ya “estamos ampliando nuestra red de logística y mejorando nuestra plataforma, con el objetivo de servir mejor a nuestros clientes y socios, permitir un crecimiento sostenible en el futuro y prepararnos para un éxito a largo plazo”.