Alquilar vestidos de novia de Alta Costura, la práctica de moda circular para “cumplir sueños”
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Valencia - Una pandemia mundial, la necesaria inclusión de la sostenibilidad en la hoja de ruta empresarial o el cambio generacional de un mercado liderado por novias millennial o Z son algunos de los cambios que ha "sufrido" el sector nupcial en su historia más reciente. Una industria, marcada por la tradición, que tuvo que “adaptarse o morir” o, en otras palabras, reinventarse para poder dar respuesta a las nuevas tendencias que dictaba el mercado. Así lo hizo Pronovias con su primera colección de vestidos sostenibles en 2020 o, hace dos años, con “Second Life”, un servicio que da una nueva vida a los vestidos de novia de sus clientas sin coste adicional. Pero no es un caso aislado, el invierno pasado, por ejemplo, el creador Jorge Redondo lanzó “Redondo White”, su primera línea nupcial de prêt-à-porter, ya que “no todo el mundo se puede permitir un vestido a medida”, afirmaba el diseñador a FashionUnited el pasado mes.
Presupuesto y sostenibilidad, dos razones para apostar por el alquiler de vestidos de novia
El asentamiento de la moda circular y el cambio de tendencias de consumo han sido otros de los factores determinantes para cambiar las reglas del juego en el mundo bridal. Por esa razón, no es de extrañar que mecanismos como el alquiler de prendas y complementos estén ganando cada vez más protagonismo. Una corriente que lideran en nuestro país plataformas como Ecodicta o Borrow, pero que también han asumido otras marcas como Adolfo Domínguez, Roberto Verino o Mango. Una práctica muy habitual entre las invitadas —incluso la propia infanta Sofía se animó a lucir un vestido alquilado para la jura de la Constitución de su hermana la princesa Leonor— y que las futuras novias también demandan. Al menos, así lo piensa la diseñadora Isabel Ruiz, fundadora de Love is in the Air Rental, el servicio de alquiler de vestidos de novia de Alta Costura.
Después de casi una década vistiendo a novias e invitadas desde su estudio en Madrid, se dio cuenta de que “muchas clientas querían casarse con un vestido de Galia Lahav, de Berta o de cualquier otra firma de lujo”, pero que su presupuesto les impedía “cumplir su sueño”. Así que, junto a la consultoría de las hermanas Eva y Joanna Chen, fundadoras de Borrow, decidió abrir este nuevo servicio. Una razón económica, pero que para Eva Chen también es moral. “Es insostenible que se siga produciendo como se está haciendo. En los últimos años hemos duplicado la producción textil y, sin embargo, los usos por prenda no dejan de disminuir, indicando que cada vez consumimos más para ‘usar y tirar’, fomentando la moda rápida”, comparte con FashionUnited.
Vestir de Carolina Herrera o Vivienne Westwood desde ochocientos euros
Un hecho que adquiere más sentido en una boda u otro evento, cuando el vestido se utilizará solo una vez. “La sociedad cada vez es más consciente de que no tiene sentido acumular prendas en un armario que, en muchos casos, no quieres volver a repetir”, comenta Chen. A lo que añade que, a través del renting, se fomenta “una mejor inversión en moda, pudiendo lucir siempre algo diferente acorde a tus necesidades del momento”. A través de Love is in The Air se han iniciado en el sector nupcial de vestidos de boda, “ya que consideramos que la experiencia y el know-how que requiere es muy diferente al nuestro”. En su caso, además de contar con una empresa de alquiler y venta de segunda mano, han querido diversificar servicios y ofrecer su experiencia para “ampliar los horizontes de la boda sostenible de la mano de las mejores marcas”. En este caso concreto, han llevado a cabo “el proyecto de consultoría, implementación tecnológica, logística y operativa para que puedan gestionarlo bajo su propia imagen, con su público que lo demanda.
“La sociedad cada vez es más consciente de que no tiene sentido acumular prendas en un armario que en muchos casos no quieres volver a repetir, y que alquilando fomentamos una mejor inversión en moda, pudiendo lucir siempre algo diferente acorde a tus necesidades del momento”.
Carolina Herrera, Elie Saab, Viktor & Rolf o Marchesa son algunas de las firmas disponibles en el portafolio online de Love is in the Air Rental, que cuenta actualmente con un total aproximado de “cuarenta vestidos”. Una cifra que “irá creciendo” según afirma Ruiz y que, entre sus próximas novedades, destaca la llegada en mayo de una colección de vestidos de novia e invitadas de Vivienne Westwood “por primera vez en España”.
“Cuando una clienta alquila por primera vez, siempre es más reticente a consumir de manera diferente a la compra. Contar con facilidades como tintorería, seguro o pruebas a domicilio ayudan a cruzar esa barrera”.
¿Cómo, cuándo y dónde? Así funciona un servicio de alquiler de vestidos de novia
Solo hay que consultar los vestidos de su catálogo y una vez encontrado el “dream dress” y consultar su disponibilidad para la fecha señalada, se puede "reservar directamente a través de la web o pedir cita para probarte el vestido en nuestro showroom". En su atelier, ubicado en el número 130 de Claudio Coello, se ofrece un asesoramiento a medida, así como arreglos y ajustes, hasta una semana antes de la boda. “Las tallas suelen ser una 40 para poder adaptar al cuerpo de cada novia”, añade Isabel. Sus precios oscilan entre los 800 y los 3000 euros, y el tiempo de alquiler puede llegar incluso a los treinta días. Además de ello, la novia también puede contratar un seguro que cubra cualquier tipo de accidente, solicitar el envío y la recogida del vestido, así como el servicio de limpieza. Unas facilidades que, tal como asegura Eva Chen, ayudan a “cruzar esa barrera” y decantarse por el alquiler.