¿Alta Costura o gusto dudoso? Las zapatillas destrozadas de Balenciaga causan polémica
cargando...
No es frecuente que una zapatilla pueda sorprender y causar antipatía a partes iguales, pero la última edición limitada de las zapatillas de Balenciaga, "Paris full destroyed", fabricadas en algodón y goma desgastados, lo ha conseguido.
La zapatilla en cuestión, que se asemeja a una Converse All Star, se vende por 1.290 libras (unos 1.450 euros) y está tan intencionadamente deteriorada y desgastada como sugiere su nombre en inglés "full destroyed". Para la mayoría de los ojos fuera de la esfera del lujo, estas zapatillas parecen haber terminado su vida útil hace mucho tiempo.
En la sección de detalles del producto en la página web de Balenciaga, la descripción indica que la zapatilla tiene rasgaduras por todo el tejido, un logotipo de Balenciaga en grafiti en contraste de color en la suela, un tamaño en relieve en la parte trasera, una suela vulcanizada y que está fabricada en China.
La casa de lujo con sede en París ofrece muchas variaciones de la zapatilla: versiones de corte alto, bajo y tipo mules, en negro, blanco y rojo, pero sólo 100 pares de esta edición "Paris full destroyed".
Artículos de lujo hechos para "parecer pobres"
El zapato fue rápidamente denunciado por los vigilantes de la moda Diet Prada a través de un post en Instagram en el que se hicieron comentarios como "Supongo que sólo está bien parecer pobre pero no serlo realmente. Vaya broma", dijo un usuario. Otro respondió a la pregunta que acompañaba el post preguntando "a qué olían" con un irónico: "Huele a gente rica que romantiza a los pobres y a los sin techo". En cuanto a la sostenibilidad, otro escribió: "Espero que hayan practicado un diseño basado en los residuos y hayan sacado estas zapatillas directamente de los vertederos, porque sería una genialidad".
Y ahí es precisamente donde surge la antipatía. Que parezca un artículo procedente de un vertedero, con el tejido destrozado hasta la ruina, haciendo que parezca que apenas ha sobrevivido al arduo viaje de su portador, y encima con un gran logotipo de graffiti.
"El zapato está hecho para que parezca que apenas ha sobrevivido al arduo viaje de su portador".
Balenciaga dijo que su zapatilla de deporte Paris está pensada para ser usada toda la vida, exagerando el aspecto de desgaste en su campaña de marketing, aunque el cliente que pagará casi 1.450 euros por una zapatilla de deporte probablemente tenga muchas otras, si no un armario entero lleno de zapatos. Desde luego, no son el segmento de mercado que lleva una tendencia hasta el olvido. ¿Serían tan comercializables si no tuvieran marca?
No hay orgullo en desgastar las botas
La crisis mundial de los refugiados se ha exacerbado con la invasión de Ucrania, pero muchos de los que huyen lo hacen llevándose las mínimas pertenencias, a menudo un solo par de zapatos. Al final de su viaje no hay orgullo en gastar las botas, sólo cansancio y exasperación.
El año pasado se acusó a Balenciaga de apropiación cultural por un pantalón de chándal que se vendió por más de 1000 euros. Un bolso de cuero que parecía una bolsa de basura formó parte de su última colección mostrada en la pasarela de París la temporada pasada.
Tomar el mínimo denominador de los artículos de uso cotidiano y reempaquetarlos con fines de lujo ha sido durante mucho tiempo una táctica utilizada por las casas de moda para obtener beneficios y atraer la atención del mercado. Sin embargo, resulta sumamente hortera.
Este artículo fue publicado originalmente en FashionUnited.UK, y posteriormente traducido del inglés al español y editado por Alicia Reyes Sarmiento.