El arte del huipil oaxaqueño llega a la última colección de Dior
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Cuando Narcy Morales se convirtió en mamá hace 12 años quería encontrar una forma de conectar mejor con su hija. Así es como se le ocurrió crear Rocinante, un proyecto con el que creaba ropa para niños y niñas, y juguetes de tela. Poco más de una década después la marca recientemente colaboró con Dior para crear una pieza que forma parte de la colección crucero de la firma parisina.
Desde sus comienzos, Narcy quiso crear algo que representara calidad y que hiciera destacar la belleza de los textiles oaxaqueños. Abrió una tienda cerca del templo de Santo Domingo en la ciudad de Oaxaca y comenzó a trabajar con mujeres artesanas de distintas comunidades del estado. “Estuve en números rojos mucho tiempo, pero era importante estar en esta ubicación para posicionar bien los productos y mostrar que estas piezas que estaban hechas en Oaxaca por mujeres de Oaxaca tienen la misma calidad que cualquier producto que puedas comprar en otro país o en una tienda departamental. Además de que me permitía llegar a los turistas para que el mundo conociera y apreciara que son productos de producción lenta y de pocas piezas”, comparte Narcy en entrevista con FashionUnited.
Aunque Rocinante comenzó con el público infantil en mente, cuatro años después de iniciar, una de sus clientas le pidió hacerle una prenda especial para ella y para sus hijas. Así comenzó a integrar moda para mujer en el repertorio de la marca, una decisión que impulsó el pequeño emprendimiento rápidamente. Narcy comenzó también a conectar con más comunidades para elaborar prendas cada vez más elaboradas. Actualmente trabaja con las comunidades de San Lucas Redención en Santa Lucía Ocotlán en donde elaboran encajes con ganchillo, de San José del Progreso y de San Luis del Río.
De juguetes de tela a trabajar con Dior
Con la comunidad de San Lucas Redención han trabajado la técnica original del huipil con diferentes procesos, pero sin perder la esencia de esta pieza tradicional. El huipil se compone de bordar fauna en el pecho y flora en las mangas y originalmente se realiza en manta e hilo de estambre. Para innovar con la pieza, Narcy comenzó a integrar otros materiales y colores, respetando la técnica original y la esencia de la prenda que le da identidad a las comunidades. De esta forma, han trabajado el huipil con terciopelo, encajes, chifones, razo, shantu y algodones, por mencionar algunos.
Esta combinación entre prendas de tradición con materiales distintos y alta calidad en el bordado fue lo que llamó la atención de Cirze Mendoza, curadora de El ropero de Frida, quien investigó quienes en México estaban capacitados para realizar ropa de calidad. De ahí es que se realizó la conexión con Dior. “Maria Grazia se maravilló y dijo que esto es algo de México que el mundo no conoce”, compartió Narcy. “Estas mujeres son maravillosas”.
”Un hilo y una aguja son suficientes para cambiar la realidad de las personas”.
El equipo de Dior, liderado por Maria Grazia Chiuri, revisó el tipo de prendas que Rocinante realizaba y eligieron aquellas técnicas que querían utilizar en la colección. Una vez trabajando en conjunto, realizaron distintas muestras. Dior eligió los tonos que conectaran con el resto de la colección, pero que tuvieran la identidad tradicional de la prenda. “Cuando le conté a las mujeres de la comunidad que íbamos a colaborar con Dior y les expliqué la importancia de la marca ellas se emocionaron mucho. Me dijeron que les han pasado cosas muy bonitas desde que empezaron a bordar con Rocinante, porque es algo que hacían de siempre, pero no habían obtenido una remuneración económica. Desde que estamos en el proyecto de Rocinante tienen un salario, un ingreso seguro, y un reconocimiento de algo que sólo ellas saben hacer y que no habían recibido”, cuenta Narcy.
Uno de los retos que encontraron es que varias de las ocho mujeres que participaron en la creación de esta pieza para Dior no tuvieron acceso a educación básica, por lo que saben contar los puntos del bordado como lo han aprendido de generación en generación, pero no entienden de proporciones y otras formas de medición que se necesitaban para crear las piezas para la marca. Así que Narcy trabajó con ellas para hacer un sistema en el que las mujeres bordadoras se sintieran cómodas y pudieran entregar prendas más estandarizadas. “Para encajar en los tiempos que Dior nos exigía tuvimos que dividir el trabajo entre las 8 mujeres que colaboraban, algo a lo que no estábamos acostumbradas. Cada pieza la trabajaban entre todas, pero tenía que parecer una sola mano. Fue un reto hacerlo así porque ellas nunca habían trabajado en equipo y ahora, por ejemplo, una hacía una manga y otra hacía la otra”, explica Narcy.
Lo que me motiva es ver cómo Rocinante ha cambiado la vida de las mujeres que estamos en el equipo, incluida la mía.
Además de la prenda que realizaron para la pasarela que se llevó a cabo en la Ciudad de México, Dior continuará trabajando con Rocinante para crear las piezas que se vendan. A diferencia de otro tipo de prendas, ésta se realizará sólo bajo pedido, por lo que la marca le pedirá a Rocinante cada prenda que re requiera y los clientes recibirán una tarjeta que no sólo explica que son piezas de producción lenta y limitada, sino que también incluirá la información de las personas que colaboraron en el proceso de crearla.
“Nunca me imaginé que iba a estar en una pasarela y en un backstage de Dior y ya lo viví, gracias a emprender Rocinante”, comparte Narcy. “Lo que hago es muy pequeño a comparación de todo lo que se puede hacer con las comunidades. Hay que acercarse al México alejado. Las personas de San Lucas me comentan que reciben más discriminación de la ciudad más cercana a su localidad que de otros lugares. Como mexicanos no nos acercamos a las comunidades, y hay mucho de qué sentirnos orgullosos. Por eso quiero invitar a que más personas se acerquen a las comunidades y vean todo lo maravilloso que hacen”.