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Espectáculo, optimismo y conciencia ecológica en la semana de la moda de Londres

Por AFP

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Moda

Londres - La semana de la moda de Londres dedicada a las colecciones Primavera/Verano 2022, que finaliza el martes, marcó el regreso a las pasarelas de la capital británica. Estas son cinco cosas remarcables de los cuatro días de presentaciones y desfiles.

Vuelta a los desfiles

Tras varias ediciones celebradas en línea, volvieron los desfiles, con público y sin distanciamiento ni mascarillas.

Sin embargo, se pidió a los invitados que mostraran una prueba de vacunación o un test de Covid-19 negativo.

Deseosos de volver a la pasarela, algunos fueron a por todas, como la diseñadora de origen surcoreano Rejina Pyo, que ocupó la piscina del parque olímpico de Londres, donde unos atletas abrieron y cerraron su desfile con saltos espectaculares.

Para celebrar sus 15 años en el sector, el turco-británico Erdem Moralioglu eligió el majestuoso escenario del Museo Británico. En el centro de su colección, inspirada en la poetisa Edith Sitwell y en la pintora Ottoline Morrell, presentó siluetas románticas en blanco o negro, con largos vestidos floreados o de encaje, que parecían surgir del pasado.

Talentos emergentes

La ausencia de dos grandes marcas de la moda británica, Burberry y Victoria Beckham, dejó vía libre a los talentos emergentes, muchos de los cuales se formaron en la prestigiosa escuela de moda Central Saint Martins de Londres.

Entre ellos, la diseñadora albanesa Nensi Dojaka, de 27 años, fundadora de la marca homónima, presentó su primer desfile en solitario, formado por prendas con transparencias y detalles gráficos.

El vivero de talentos Fashion East permitió descubrir a futuras estrellas como Chet Lo, que presentó un gigantesco bolso amarillo, o Maximilian, autor de un conjunto de falda corta negra y minitop lucido por una modelo con una espectacular obra de arte en forma de enorme erizo de mar en la espalda.

Optimismo y vitalidad

Tras el confinamiento, el francés Roland Mouret soñaba con una colección "que celebrara un optimismo y una vitalidad que se reflejara en las siluetas, los estampados y los colores", con tonos del menta pálido al azul y al amarillo.

Para volver a los clubes nocturnos después de tantos meses cerrados, el canadiense Mark Fast propuso trajes de colores neón y ultramodernos.

Como él, muchos diseñadores optaron por colores cargados de energía como el verde manzana y el fucsia.

Regreso a la infancia

La vuelta a la infancia inspiró a varios creadores, entre ellos los británicos Molly Goddard y Saul Nash.

Nash, de 28 años, hizo desfilar a sus modelos en torno a una parada de autobús londinense, un guiño a sus años de adolescencia en Hackney, un barrio popular del noreste de Londres.

Este experto de la ropa deportiva reinventó el uniforme escolar inglés con una camisa de manga corta con inserciones de tejido transpirable y cremallera.

Goddard, conocida por sus vaporosos vestidos de tul, adaptó "los vestidos que llevaba de niña a la talla de los adultos".

Embarazada cuando diseñó su colección, admitió que se "obsesionó con los vestidos fruncidos, los pantalones de chándal y las zapatillas de ballet".

Conciencia ecológica

La industria textil es el tercer sector más contaminante del mundo: representa alrededor del 5 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

Sacudidos por las acciones de movimientos ecologistas como Extinction Rebellion, muchos diseñadores están cambiando sus prácticas.

En lugar de encargar nuevos materiales, la canadiense Edeline Lee explicó a la AFP que utilizó tejidos de colecciones anteriores. "Así es como acabé con 53 colores" para esta nueva colección, frente a la media docena habitual, afirma.

Osman Yousefzada utilizó TENCEL Luxe, un filamento fabricado con pulpa de madera de origen sostenible, como alternativa a la seda.

En la Biblioteca Británica, Phoebe English, cuyas colecciones se realizan íntegramente en Inglaterra, mostró prácticas como la recuperación de textiles desechados y el uso de tintes naturales.

Esta diseñadora "reflexiona de una manera muy diferente sobre cómo producir la ropa debido al enorme coste medioambiental de nuestra industria", explicó a la AFP.(AFP)

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