La moda 2016 busca proteger al hombre en un mundo potencialmente hostil
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Un hombre protegido y abrigado por una moda amplia y confortable se sentirá más seguro el próximo invierno en un mundo potencialmente hostil: los diseñadores declinaron ese relato cada cual a su manera este jueves en las pasarelas de París.
Glaciación apocalíptica versión Rick Owens
Mientras todos hablan de calentamiento global, Rick Owens trajo aires de glaciación apocalíptica al presentar su desfile en un decorado subterráneo de concreto y luz blanca rasante. En ese ambiente acentuado al extremo por el bombardeo de una banda sonora con graves estremecedores desfilaron los guerreros urbanos del diseñador californiano con el rostro maquillado de blanco cadavérico y ojeras estilo zombie.
Felizmente la moda los arropó de cueros, pieles y tejidos sobreprotectores de fibra estilo mohair en la paleta habitual de negros, marrones y beiges, a la que Owens agregó este año el naranja. Algunos tapados se asemejan directamente a una manta que cubre el cuerpo con pliegues irregulares. Los pantalones, "baggys" de pierna anchísima y cortados muy por debajo del largo normal, ocultan a veces por completo el calzado, para los que no temen tropezarse al caminar ni regresar a casa con el bajo enchastrado.
El "neonómade" sobrevive con Issey Miyake
El hombre de Issey Miyake afrontará sin perder la elegancia la hostilidad de los elementos naturales o la vida urbana el próximo invierno. La colección del diseñador Yusuke Takahashi está destinada a abrigar al "neonómade", la variedad de ser humano que floreció en el mundo globalizado de la economía de internet.
Puede estar trabajando en un café con wifi, en un aeropuerto ultramoderno entre dos aviones o en una cabaña en plena naturaleza: su forma de vestir debe responder al desafío de la versatilidad. "Antes usábamos caballos como medio de transporte y la ropa estaba diseñada para montar", explicó Takashaki a la AFP. "Yo quise diseñar ropa para que los urbanos puedan trasladarse en bicicleta o para los que viajan por negocios". Parte de su colección está inspirada en la vida nómade en las estepas de Mongolia, presente en los tejidos de lana. Aquí también hay mucha fibra mohair y el creador japonés recurre además a la crin de caballo. Otros modelos son en cambio más deportivos, con materias sintéticas y poliéster.
Van Noten y su "ejército de amor"
En el fastuoso decorado decimonónico de la Ópera de París, Dries Van Noten hizo desfilar una colección inspirada en el uniforme militar que convirtió a los modelos en un "ejército de amor" pacifista. A la hora de subvertir la función bélica original del uniforme, el diseñador belga se inspiró en la obra del grafista Wes Wilson, famoso por sus posters psicodélicos en el San Francisco de fines de los años 1960. "En la atmósfera del hippismo post-Vietnam, los que regresaban de la guerra arrancaban sus escudos para hacer composiciones florales con la ropa militar y convertirse en un 'ejército de amor'", recordó Dries Van Noten al comentar su colección tras el desfile.
A tono con la decoración del teatro, el creador de 57 años utilizó también ornamentos dorados de los uniformes militares de gala para decorar piezas icónicas del guardarropa masculino. La clásica "teddy jacket" del estudiante norteamericano se engalana por ejemplo mediante saturación de ornamentos dorados provenientes de los uniformes. Siempre en el juego de las transformaciones, un sobretodo se corta en dos para convertirse en chaqueta y falda. Un par de pantalones se transforman en mitad falda, mitad pantalón. (AFP)