La supermodelo Halima Aden se pasa a la "moda modesta" para las musulmanas
cargando...
Estambul - Halima Aden, la primera supermodelo en vestir un hiyab y posar en burkini, rompió los contratos con una industria que considera irrespetuosa y apuesta por la "moda modesta" destinada a las musulmanas.
Para esta modelo estadounidense de origen somalí, nacida en un campo de refugiados de Kenia, estaba en juego su autoestima en una industria que choca cada vez más con sus valores.
"Desde que era muy pequeña esta frase 'No cambies, cambia el sistema' me ha permitido superar muchas cosas", declaró a la AFP, de paso por Estambul.
"Cuando tomé la decisión de dejarlo todo, fue exactamente lo que hice", añade. "Y me siento muy, muy orgullosa de ello".
Con su decisión la joven, que el domingo cumple 24 años, sacudió en noviembre el mundo de la moda y de los influencers, que alaban su audacia.
Halima Aden apareció por primera vez con hiyab y burkini (un traje de baño que cubre el cuerpo) en 2016 durante un concurso de belleza en Minnesota.
En 2019 posó para la edición anual de Sports Illustrated en burkini. Para aquel entonces ya era famosa.
Pero como persona ella se sentía cada vez peor.
"Siempre me han dado un lugar privado para cambiarme, pero la mayor parte de las veces era la única en tener un poco de intimidad".
"Veía a mis jóvenes colegas que se desnudaban en público, frente a personalidades de los medios de comunicación, cocineros, diseñadores y ayudantes", recuerda. "Era muy impactante".
"No podía evolucionar en una industria donde no existe un respeto mínimo por las personas".
"¡Veneno!"
Halima Aden se sintió liberada el año pasado al anunciar que abandonaba las sesiones de fotos y las pasarelas.
"Nunca me había sentido tan aliviada. ¡Guardarlo todo para mis adentros era como un auténtico veneno!", proclamó en Instagram.
Le parecía que algunas marcas caricaturizaban sus tradiciones, radicalmente diferentes a las de la mayoría de las otras modelos. American Eagle sustituyó su velo por unos pantalones tejanos colocados en su cabeza en 2017.
"¡Pero ... ese no es mi estilo!", protestó de aquella en Instagram. "Había llegado a un punto en el que ni siquiera podía reconocer mi hiyab como lo usaba tradicionalmente".
Esta semana parecía más a gusto en Estambul, en un evento organizado por la marca turca Modanisa, para la que preparará colecciones exclusivas en línea.
La industria de la "moda modesta" se valoró en todo el mundo en 277.000 millones de dólares (236.000 millones de euros) en 2019. O sea más de una décima parte de los 2,2 billones de dólares (1,8 billones de euros) de la industria global de la moda y tiene un gran margen de crecimiento, según DinarStandard, gabinete consultor especializado en mercados musulmanes emergentes.
De hecho en los últimos años Moscú, Riad y Londres han organizado desfiles de "moda modesta".
Una tendencia en auge
Una tendencia muy marcada en Irán, Arabia Saudita y Turquía, en cuyas calles Halima Aden ve una gran diversidad.
"Lo que más me gusta de Turquía, especialmente de Estambul es que se ve a mujeres que no visten hiyab, justo al lado de mujeres que lo usan", describe.
"En Estambul tienes una muestra del mundo", agregó.
La moda modesta ha despegado durante la última década, debido en parte a las carreras de modelos como ella.
Halima Aden, una joven risueña, está convencida de que esta industria tiene la capacidad de resistir frente a crisis como el coronavirus y a la versatilidad de las tendencias.
"La moda modesta está despegando, es una de las corrientes que lleva cientos de años y seguirá existiendo otros cien años", estima.
El islam y la moda "son 100 por ciento compatibles porque no hay nada en nuestra religión que prohíba estar a la moda", destaca.
Las marcas de lujo como DKNY y Dolce&Gabbana se han infiltrado en el nicho.
Pero Halima Aden lo ve como un "símbolo". "La industria de la moda quiere nuestro dinero pero no nos apoya en los problemas a los que nos enfrentamos".
"Para mí", advierte, "la moda tiene que hacer más: ustedes representan a sus clientas musulmanas, es importante alzar la voz cuando afrontan injusticias", señaló.(AFP)