Manolo Blahnik: Raquel Welch y Bardot tenían los pies más hermosos
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El diseñador de zapatos español Manolo Blahnik cree que las actrices Raquel Welch y Brigitte Bardot tenían los pies más hermosos y lamenta que las estrellas de hoy no sean como las de antes, en una entrevista con la AFP en Londres.
Blahnik inauguró el martes su segunda tienda en Londres, donde hace más de 40 años, en el barrio de Chelsea, abrió su primer establecimiento. Desde entonces, sus zapatos para mujer, unos hermosos artículos de lujo que pueden superar los 1.000 dólares, se han convertido en unos de los más codiciados y prestigiosos, gracias en parte a la popularidad que les dio la serie "Sex and the City", cuyas protagonistas, una columnista de Nueva York y sus amigas, se desviven por ellos.
Cuando se le pregunta qué mujer tenía los pies más exquisitos que jamás vio, responde sin dudar: "Raquel Welch, sus pies eran hermooooosos, y tan divinos. Luego, Brigitte Bardot tenía unos pies bonitos. No me gustan estas niñas nuevas, alguna son bonitas, pero no son aquellas viejas estrellas que solían ser tan sexis en zapatos planos". Ahora, está muy extendido un calzado deportivo que no agrada del todo a Blahnik, un hombre que se expresa con grandes gestos: "pueden destrozar los pies, al fin y al cabo son de goma... Pero eso dicen de todos los zapatos, que destrozan los pies de las mujeres. ¡Tonterías!".
Nacido el 7 de noviembre de 1942 en Santa Cruz de la Palma, en las islas Canarias (sudoeste de España), Blahnik era hijo de un checo y una española, y se crió en la plantación de bananas de su madre. Sus padres pretendían que fuera diplomático, pero acabó en el diseño de moda, animado por Diana Vreeland, la entonces editora de la edición estadounidense de Vogue. Él y su empresa han resistido a los tentáculos de las grandes compañías de lujo, y hoy en día tiene 8 tiendas -en Hong Kong, Dubái, Moscú, Madrid, Londres y Nueva York-, y sus zapatos se venden además en los mejores establecimientos. "Seré independiente hasta que me caiga muerto. Porque amo la libertad, la libertad de cualquier tipo. La gente se pasa el día diciendo ahora tengo que hacer esto, ahora lo otro. Yo no puedo trabajar así. Me ha costado demasiado tiempo vivir según mis condiciones", explica.
Documental y exposición en el Hermitage
Su nueva tienda está en Burlington Arcade, un pasaje comercial de 1819 en la parte de Piccadilly Street que más se parece a la vecina Old Bond Street, es decir, donde prima el refinamiento y los precios astronómicos. Sin embargo, Blahnik no le haría ascos a diseñar una colección para H&M, Topshop o alguna de las grandes cadenas que dominan las cercanas Oxford Stret y Regent Street, cuya oferta es muy diferente a la que se suele asociar al diseñador español. "Si me dan libertad y no imponen condiciones, lo haría, con sumo placer. Me gusta que mis zapatos se vean por ahí. No hablo de las imitaciones, como las de China, sino los zapatos de verdad", explicó.
Blahnik afronta unos meses intensos, con el estreno de un documental sobre él en el Festival de Venecia, en setiembre, y una exposición que presentará más de 500 de sus diseños. "La exposición viajará a los lugares de Europa que más quiero. Irá a España, pero antes estará en Venecia, porque trabajé ahí varios años y es la ciudad más hermosa. También en Praga, que adoro, porque ahí nació mi padre. Y luego en San Petersburgo, una de mis ciudades favoritas en Europa. Estará en el museo Hermitage, ¿te imaginas? Es un gran privilegio, y no entiendo el motivo, porque después de todo sólo hago zapatos".
Blahnik vive en Bath, una pequeña ciudad provincial a 180 kilómetros de Londres, pero sigue visitando España, menos de lo que quisiera. "No voy tanto como me gustaría", afirma, "pero es mi lugar favorito en el mundo. España, vamos, soy medio español, nací en las islas, me siento español, me encantaría ir ahí todo el tiempo", explicó, precisando que pasó las Navidades en sus islas Canarias natales. (AFP)