Mascarillas, de equipo de protección a accesorio de moda
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Entender las tendencias macro, tanto sociales como económicas, es parte importante del proceso de diseño en moda. Estas tendencias generales tienen un efecto que recae en el color, la silueta y la textura de una temporada a otra. Por ello, los diseñadores de moda y los comerciantes trabajan con sus equipos, y con agencias externas, generalmente con un año de anticipación, para determinar cómo podrían integrar estas tendencias de la mejor manera a la visión que tienen de la marca. Ya que estos equipos trabajan con tanto tiempo de anticipación, planear tendencias es una ciencia inexacta, aunque hoy es un poco más fácil con la ayuda de datos algorítmicos.
Sin embargo, ni siquiera estos datos pudieron haber predicho el Covid-19 y el efecto inmediato que tiene sobre las tendencias en moda, provocando que las marcas tengan que repensar sus planes justo en medio de otoño 2020 y primavera 2021. En muchos casos, las compañías tuvieron que detener sus procesos por completo, con el cierre de oficinas y estudios. Y aquellos que pudieron, transformaron sus procesos para comenzar a hacer equipo de protección personal, como cubrebocas y caretas, para aprovechar contratos gubernamentales, y, por ende, mantener a sus empleados y apoyar las necesidades de sus comunidades.
¿Prefieres escuchar? El podcast completo con Keanan Duffy se puede encontrar aquí.
Conforme la pandemia ha avanzado, y los cubrebocas o mascarillas, se requieren en muchos lugares. La demanda aumentó, aunque ya no solo como equipo de protección, sino ahora como una declaración de moda. Nancy Pelosi, Presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos se convirtió en una sensación con sus trajes coordinados con su cubrebocas. Las mascarillas también encontraron su camino en las pasarelas de primavera 2021 y se predice que se verán nuevamente en colecciones futuras, de acuerdo con Keanan Duffty, diseñador de moda y director del programa de Administración de Moda en Parsons School of Design. “Durante la temporada de influenza, los cubrebocas eran la norma de la sociedad educada en Asia. Ahora, la mayoría del resto del mundo ha aceptado las mascarillas y por lo tanto se convertirán en una tendencia de moda de temporada para combatir la influenza y las alergias”, comenta Duffty.
Como con muchas otras tendencias de moda, lo que en algún momento tuvo un uso utilitario, como la solapa en la chaqueta, los bolsillos con remaches, o los cuellos de camisa alzados, ahora son solo un estilo que se elige sin conectarlo a una función específica. Y los clientes no necesitan que las marcas los eduquen en estas historias. No obstante, es una historia completamente diferente con el equipo de protección personal, ya que está sirviendo para prevenir un verdadero tema de salud, además de inyectar estilo, lo que los convierte en un verdadero acto de balance para una marca.
Al respecto, Keanan dice que, “Subjetivamente, pareciera que las marcas están capitalizando. Por ejemplo, el cubrebocas de Spandau Ballet. ¿Será que los cubrebocas se están convirtiendo en las nuevas camisetas con eslogan?”
Una camiseta con un propósito real más allá del logo o el eslogan por sí solos, al menos por ahora.
Entonces la pregunta ahora es si hay lugar para que marcas de lujo ofrezcan a sus clientes accesorios relacionados con la pandemia; como la careta de Louis Vuitton de cerca de mil dólares, o las mascarillas de Burberry de más de cien dólares.
Keanan observa que: “El sector de lujo ha comenzado a apropiarse de ideas de streetwear, incluyendo sneakers y pants, por lo que las versiones de lujo de accesorios relacionados a la pandemia eran el siguiente paso obvio”. A lo que concluye: “Estos accesorios proveen una protección basada en el estatus, por lo que para el consumidor de lujo, éstas son como las nuevas ‘it bags’”.
Después de todo, no hace más de 25 años que las marcas de ropa de moda comenzaron a incluir bolsos de mano como parte de sus colecciones y las compañías de bienes de piel se convirtieron en proveedores de las firmas de ready-to-wear. Tal vez en 25 años, cuando la pandemia sea parte de la historia, los clientes seguirán utilizando cubrebocas y caretas sin ninguna conexión real a cómo salvaron vidas en 2020. Y las marcas considerarán los accesorios de protección personal como una parte esencial de su oferta.