Paul Smith y Lanvin cerraron semana de la moda masculina en París
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Paul Smith jugó con los clásicos de varias décadas de creatividad y un Lanvin en transición cambió la atmósfera habitual de sus desfiles al cierre este domingo de la semana de la moda masculina en París.
Paul Smith juega con los clásicos
Paul Smith hizo honor a la tradición sartorial londinense con una colorida colección que revisitó los clásicos puntuada con referencias a los estilos de las últimas cinco décadas. "Me gusta el carácter lúdico de la colección", comentó el diseñador a los reporteros tras el desfile. Construida bajo el mismo esquema que la estival, hay para todos los gustos y colores: el bajo del pantalón puede ser estrecho y cortísimo dejando el tobillo al descubierto o ser en cambio acampanado y muy largo. A pesar de todo dominaron las siluetas controladas y pegadas al cuerpo, incluyendo a nivel de los hombros, otro sello característico británico. Pero incluso aquí hubo variedad, para aquellos que prefieren algo más suelto, más al estilo de los 80.
El desfile que arrancó con las campanadas del Big Ben londinense apeló a modelos de orígenes muy diversos en un himno al individualismo y la personalidad. La música, siempre muy presente en el universo del diseñador de 69 años, fue un repaso de la creatividad británica de las últimas décadas y concluyó con un tema de David Bowie, "Oh you pretty things". Según Paul Smith, achicar su empresa y colecciones le permitió ganar fuerza. "Nos redujimos de siete colecciones [por año] a dos, luego de reestructurar el estudio y el resultado ha sido asombroso", aseguró.
Lanvin en transición
Tres meses después de la salida de Alber Elbaz de Lanvin, cambio de decorado para el desfile de moda masculina de la famosa casa parisina: en lugar del marco habitual de la escuela de Bellas Artes, optó esta vez por la atmósfera más industrial de una sala de exposiciones en el norte de París. Para su primer desfile sin la orientación de Elbaz, Lucas Ossendrijver, el estilista de las colecciones masculinas presentó siluetas romáticas recreando un ambiente íntimo con proyectores de luz tamizada. "Para mi no hay ruptura con todo lo que hemos hecho en el pasado", aseguró el creador holandés. "Pienso que hay una continuidad". Hubo mucho gris, bordó y colores apagados y materias como desgastadas por el tiempo. El traje masculino está repensado con proporciones revisadas, con costuras aparentes y mangas que parecen ser forros.
Los modelos llevan el pelo largo con raya al medio y un poco desalineado para un efecto grunge. La colección está decorada con símbolos: llaves que se llevan colgando del cuello o la cintura, sierras estampadas en un pulóver. "Se trata de herramientas o cosas que se tocan con las manos", explicó Lucas Ossendrijver, que dijo querer insistir en el concepto "de lo hecho a mano, del trabajo". El sucesor de Alber Elbaz en la dirección artística de la marca todavía no se ha anunciado oficialmente. Mientras tanto, Lanvin ha confiado sus colecciones de moda femenina a Chemena Kamali, mientras que Lucio Finale dirige la sección carteras y calzado femenino. (AFP)