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¿Se han vuelto arcaicos los desfiles de moda tradicionales ante la promesa de lo digital?

Por Jackie Mallon

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Moda

Desde que Nueva York creó la primera en 1943, las semanas de la moda han sido un acontecimiento profesional para editores y compradores. Contribuyeron a consolidar su sentido de identidad e importancia mediante los espectáculos a los que fueron invitados y los asientos en los que se sentaron. El circuito Nueva York-Londres-Milán-París se convirtió en un calendario social que les garantizaba el acceso a los mejores restaurantes, los hoteles más exclusivos, los spas y las fiestas llenas de celebridades, así como oportunidades para establecer contactos internacionales. Nuevas semanas de la moda estaban emergiendo - Copenhague, San Pablo, Nueva Delhi, Tokio - para desafiar a las cuatro capitales principales y expandir sus viajes por el mundo.

Luego una pandemia global ocurrió. Todo se encogió, excepto la esfera digital que repentinamente ganó prominencia. El despilfarro de los desfiles de moda y el enorme precio que los viajes internacionales suponen para el medio ambiente se convirtieron en titulares. Todo esto conspiró para dejar a un sector de la comunidad de la moda con una sensación de presagio. Si la moda se vuelve digital, ¿perdemos más de lo que ganamos?

Desempacar un calendario de moda repleto

R Scott French, cofundador de la firma de eventos y relaciones públicas VERY New York, y figura clave de la Semana de la Moda de Nueva York (NYFW) desde que presentó sus colecciones de ropa masculina en Bryant Park a mediados del siglo pasado, cree que la respuesta que demos este septiembre lo determinará todo. No prevé volver a los espectáculos tradicionales para la primavera de 2021, incluso cuestionando la legalidad de tal iniciativa. "No veo cómo vamos a convencer a legiones de editores para que se reúnan en una pequeña sala, sentados codo con codo con sólo unos centímetros entre las filas, sólo para que se repita una y otra vez durante todo el día", dice a FashionUnited.

Normalmente, los desfiles de moda pueden tener hasta ciento cincuenta personas entre bastidores, excluyendo a los asistentes y el abarrotado foso de fotógrafos. En el apogeo de Nueva York había cerca de trescientos en una semana, con un costo de entre treinta y cien mil dólares por escenario, y con una duración de unos quince minutos cada uno.

La Camera Nazionale della Moda Italiana anunció sólo una edición digital de ropa masculina para la Semana de la Moda de Milán, que se celebrará del 14 al 17 de julio, pero dijo que la Semana de la Moda de septiembre se desarrollará según lo previsto, fusionando eventos digitales y en vivo. Esto viene después de que la Fédération de la Haute Couture et de la Mode anunciara que la Semana de la Moda de París se llevará a cabo con espectáculos físicos en septiembre. "En mi opinión, París está siendo irresponsable y, en última instancia, pagará el precio de sus actividades, tanto en términos de salud como de percepción pública", dice French.

Las semanas de moda digital de este año

Cuando la pandemia mundial se desató en marzo, la Semana de la Moda de Shangai respondió pasando rápidamente al formato digital con 150 diseñadores y marcas que presentaron sus colecciones en directo, durante el cual se vendieron artículos por un valor de 2,75 millones de dólares a unos 11 millones de espectadores. Esta iniciativa en medio del pánico de Covid estableció un precedente, pero la bastante decepcionante Semana de la Moda de Londres, que acaba de pasar, socava esas ganancias.

Fue un experimento de tres días en el que Don-Alvin Adegeest de FashionUnited, que asiste a las Semanas de la Moda de París y Londres, cree que merece un aprobado. "Tenían 8 semanas para crear un nuevo formato digital", dice. "Desde una perspectiva comercial era difícil de cuantificar." Si bien comprende la necesidad de un mayor compromiso con la sostenibilidad y un calendario más manejable, también reconoce la energía y la adrenalina que pueden convertir los desfiles de moda en acontecimientos teatrales únicos en la vida. "He asistido a algunas presentaciones memorables de pasarela como el carrusel en una estación de autobuses del sur de Londres creado por Alexander McQueen de Otoño/Invierno 2001, y he visto a Prince en vivo durante el espectáculo de la Semana de la Moda de Londres de Matthew Williamson. Ninguna de esas emociones pueden ser traducidas a un formato digital. Mientras que es totalmente posible hacer películas y vídeos visualmente impresionantes, no es lo mismo."

La decisión del organismo italiano de la moda de fusionar lo digital con lo físico es un intento de atravesar el glorioso pasado de los recuerdos de Adegeest, el presente incierto y el futuro desconocido. Se ha acuñado la palabra "phygital". Pero French ve la ambiguedad como una oportunidad de transformación desperdiciada. "La moda es un reflejo de los tiempos y estos son tiempos inusuales. Es un tiempo para que la moda lidere y América disfruta de una reputación de ser innovadora y fresca en su enfoque del marketing y el comercio. La pandemia nos da la capacidad de estar a la altura de las circunstancias y sacar lo mejor de una nueva situación y, en el proceso, descubrir nuevas formas de comunicar nuestro mensaje".

La nueva forma de comunicar es el llamado al Instituto de Moda Digital que se lanzó el mes pasado presentándose como "un emblema para el cambio en este sistema roto". En un reciente debate en vivo por Instagram, los cofundadores, Leanne Elliot Young, y la diseñadora digital autodidacta, Cat Taylor, lamentan los límites del mundo de la moda tradicional que siempre ha estado confinado dentro de cuatro paredes, paredes que están decididos a derribar. "El livestreaming es una parte tan flácida de lo digital", dice Young. "Y los informes que están llegando demuestran que las marcas aún no entienden el potencial."

Young, al igual que French, insiste en que este no es un momento para dudar sino para derribar jerarquías y cargar con una fusión de mundo real y virtual que reinvente el aburrido sistema antiguo. Ella ve la decisión de la Semana de la Moda de París como "arcaica", añadiendo que "es sólo el miedo a no saber qué más hay, así que sigamos como siempre ha sido".

La tecnología digital devuelve a la humanidad a la moda

A pesar del escepticismo de las marcas sobre el reino virtual, tampoco es que se celebre una auténtica conexión humana con lo físico, señala Taylor, echando la culpa de ello a la mirada masculina de los responsables de la industria: "La tela y la carne son ignoradas en gran medida en la moda". Tras haber trabajado con Alexander Wang, Balenciaga y A Cold Wall, y haber creado una icónica camiseta animada en 3D de aspecto mojado, con el tipo de movimiento de pechos que no existe en las pasarelas de París, Taylor predice que las semanas de la moda de género pronto serán cosa del pasado y que lo digital atraerá a la industria para que valide tipos de cuerpo más diversos. "El tono de la moda va a cambiar masivamente. No puede encajar en las normas de antes. Toda alternativa de un ser humano que pueda existir puede ser explorada creativamente. Brazos muy largos, formas que salen de la forma humana, un rectángulo..." El mensaje parece ser que si puedes soñarlo puedes digitalizarlo. Así que atrévete a soñar.

La sustentabilidad es el estándar del espacio digital

"Se trata de impulsar la tecnología y las soluciones, no de vender más ropa", dice Young, cuya visión incorpora la realidad aumentada y la realidad virtual, la ideación y la poesía, y confecciona moodboards y muestra notas con filtros y GPS, incluso piezas del archivo de los diseñadores para un mensaje más completo y transparente del diseñador. "Se siente como un nuevo universo pero todas estas son cosas que parecen realmente obvias."

Kris Fraser de FashionUnited, admite que su identidad está envuelta en asistir a los espectáculos. "FashionUnited me contrató tres semanas antes de la Semana de la Moda de Nueva York y me obligó a aprender a cubrir los espectáculos. Incluso en los momentos más agitados consideré un privilegio asistir", dice. "Estoy deseando que llegue un mundo en el que vuelvan los desfiles tradicionales". No prevé que los editores cambien su forma de actuar a pesar de la discusión sobre el impacto ambiental de los viajes, y una vez que se levanten las restricciones cree que irán y vendrán a su antojo. Pero sin embargo, cree que algo tiene que ceder. "La vieja forma de hacer las cosas era exactamente eso, la vieja forma. Es 2020, si algo bueno sale de esta catástrofe de un año, que sea un nuevo modelo para la moda del siglo veintiuno."

Lo digital aporta democracia

Ese nuevo modelo, ese algo bueno, se ve como una democracia. Los diseñadores emergentes pueden ser interrumpidos en su camino por el costo prohibitivo de la puesta en escena de un espectáculo incluso de bajo presupuesto, de modo que lo que realmente se está perdiendo es su talento. Taylor aboga por que los diseñadores sigan su ejemplo y se enseñen a sí mismos el software para que puedan mostrar sus colecciones como quieran, con un alto grado de expresión artística e inclusividad, sin tener en cuenta el daño ambiental y a los que custodian la puerta de entrada. "El formato en vivo se le da a un nicho tan pequeño de participantes", está de acuerdo Adegeest. "Para muchos, los desfiles de moda ya no son sobre ropa, sino sobre la asistencia en primera fila, las producciones megalómanas y las vistas de las redes sociales, por lo que eliminar este exceso no es una gran pérdida para nadie".

El pay-per-view ha sido planteado en algunos círculos como una opción digital. En VERY Nueva York, French y su equipo ya están trabajando en herramientas para hacer que la próxima semana de moda digital sea experimental y táctil, pero aún no revelará ningún detalle. Sin embargo, él no cree que una idea de pagar por ver tenga éxito.

"En realidad veo la oportunidad en la venta de entradas para eventos en vivo", dice. "Si un local de 600 personas puede ser dividido para permitir 200 asientos pagados y 400 asientos para la prensa, entonces el diseñador puede usar esta solución para compensar significativamente los costos de la producción del espectáculo." Como productor de espectáculos, reconoce que esto no está exento de dolores de cabeza en el día del espectáculo, pero encuentra la democracia de ello energizante, recordando los días gloriosos del canal de cable, Full Frontal Fashion, que transmitía las 24 horas del día los 7 días de la semana la cobertura de la Semana de la Moda de Nueva York en tiempo real para el público. " Nunca fue más relevante la Semana de la Moda de Nueva York", dice. "El siguiente paso lógico es que el público tenga acceso a los programas en vivo".

Pero cualquiera que sea la decisión final que tomen los organismos que gobiernan la moda en las próximas temporadas, parece que las semanas de la moda nunca serán las mismas. Las fuerzas del cambio están apareciendo por todos lados. "Aunque puede ser una temporada de descanso", dice French, "si se ejecuta correctamente, en última instancia, será una parte integral de la estrategia general para el futuro".

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Este artículo ha sido previamente publicado por FashionUnited.uk y traducido y editado por Belén Bednarski

Imagen principal: Digital garment render, The Institute Of Digital Fashion

Imagen secundaria: Portrait Cattytay, Co founder of The Institute Of Digital Fashion.

La editora de moda Jackie Mallon es también docente y autora de Silk for the Feed Dogs, una novela ambientada en la industria internacional de la moda.

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