Sergio de Lázaro, director creativo de Elio Berhanyer: “No concibo la moda sin calle, sin venta y sin tienda
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Madrid - En pocas semanas dará comienzo una nueva edición de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid y, sin duda, el retorno a las pasarelas de Elio Berhanyer es una de las citas más esperadas.
Desde que se anunciara el relanzamiento de la gran casa de modas, fundada en 1956 por el diseñador cordobés Elio Berhanyer, la expectación no ha hecho más que crecer. Como adelantamos desde FashionUnited, el diseñador Sergio de Lázaro —también director creativo de Otrura, junto a su esposa, socia y cofundadora Verónica Abián— será quien tome el relevo del gran modista que se encargó de vestir a la jet set de la época, como Concha Velasco, la duquesa de Alba o la mismísima Ava Gardner —no hay que olvidar que la actriz se enamoró de España tras rodar la película Pandora y el holandés errante y decidió vivir en nuestro país desde los años cincuenta hasta finales de los sesenta—.
A menos de dos semanas del desfile, que tendrá lugar el jueves 17 de febrero a las 20:30 horas en Ifema, hemos hablado con el nuevo director creativo sobre cómo está viviendo esta experiencia. Desde liderar la nueva era de una marca que significó tanto para la historia de la moda española, hasta cómo tener algo nuevo que contar, sin dejar de lado su legado. Un nombramiento que, según él mismo cuenta, “no se esperaba” y por el que sigue emocionado, desde que recibiera esa primera llamada hace dos años.
¿Nos puedes contar algo sobre el proceso de búsqueda de la persona que estaría al frente de la dirección creativa de la firma? ¿Siempre se tuvo en mente un creativo español o se llegó a barajar algún nombre internacional?
Siempre nos han transmitido desde la familia que el maestro tenía un carácter tremendamente divulgador y confiaba plenamente en el talento que había (y hay) dentro de España. Yo creo que sin lugar a dudas, la elección de un talento nacional forma parte de su posicionamiento. Sin embargo, pienso que para liderar un proyecto el pasaporte no es lo más importante, sino la visión que tienes.
¿Cuál dirías que es el mayor reto empresarial de este viaje de recuperación del nombre de Elio Berhanyer?
El mayor reto aún no lo hemos iniciado. Es la consolidación del proyecto, esa conexión con la clienta, esa vuelta a apasionar, a reflejar una voz propia y crear piezas que hagan soñar. Es un viaje muy profundo. Aunque, sin duda, el mayor reto está siendo a nivel personal. Encontrar el equilibrio entre todo el inmenso legado y las nuevas propuestas.
Hablando de equilibrio, también debe haber sido una decisión complicada, compaginar este nuevo proyecto con tu trabajo en Otrura, ¿cómo has encontrado esa estabilidad?
En realidad no fue para nada una decisión complicada. Soy una persona obsesiva en lo que respecta al trabajo y creo sinceramente en las capacidades de las personas y de los equipos a la hora de liderar diferentes proyectos. Aunque sí que existe cierta complejidad a nivel interno para buscar ese equilibrio. El equipo me está ayudando a encontrar una voz propia en Berhanyer y creo que incluso estoy consiguiendo una libertad mayor de la que tengo en Otrura, en cuanto a nivel creativo y de medios.
Las personas que me conocen saben que me gusta buscar sinergias, con lo cual las dos casas se van a apoyar y sumar esfuerzos. Además, la empresa matriz de creación y producción que lidera Berhanyer va a entrar también dentro Otrura así que ambas marcas estarán amparadas bajo el mismo paraguas.
Con respecto a esa armonía entre pasado y futuro, ¿cómo describirías ese viaje por los archivos de la casa?
Estamos haciendo una inmersión total, que nos tomamos con mucho cariño y rigor. Iniciamos hace bastantes meses un camino maravilloso con el Museo del Traje, con María Redondo y con todo el equipo de conservación de contemporáneo. Estamos analizando, recatalogando y estudiando las prendas. No estamos viendo únicamente cortes, elementos gráficos o siluetas, sino que estamos llevando a cabo una labor de análisis que nunca se ha realizado. Al fin y al cabo, el viaje que realizó Elio Berhanyer, desde 1956 hasta su marcha, es el viaje de España (tres generaciones como mínimo). No solo es un reflejo de la historia de la moda española, sino también de la sociedad y su pensamiento, de la filosofía y el contexto de cada época.
¿Qué crees que hizo que Elio Berhanyer se convirtiera en una casa de moda tan reconocida? Y que, además, llegara a vestir a grandes nombres de la época como Ava Gardner.
Fue tremendamente talentoso y un hábil lector de las necesidades e inquietudes de la sociedad española y, sobre todo, de las mujeres de esa época. A través del trabajo, la imaginación, la poesía y su carisma creo que consiguió una conexión con el tiempo y la energía que se estaba viviendo en ese momento. Era el epítome de la modernidad y además se alineó con una corriente poderosísima que existía también a nivel internacional, de la mano de André Courrèges, Paco Rabanne o Pierre Cardin.
También hay que decir que desde entonces, muchas cosas han cambiado. Estas mujeres compraban, no pedían que les vistieran y, además, entre ellas se influenciaban y recomendaban a modistos y artesanos. Y eso es una parte muy importante, un apoyo que se ha perdido. Esperemos volver a ese concepto de valor por ese trabajo que creo que estas grandes personas de la época lo tenían y lo proyectaban. Y no solo era una inversión en belleza, sino en posicionar su estatus y su trabajo.
En este primer desfile, ¿qué habrá de Berhanyer y qué de Lázaro?
Mi ilusión es que se encuentren referencias para el ojo atento de Berhanyer, pero que también se vea que hemos querido recuperar esa esencia de vanguardia y modernidad. Y que nos lo hemos traído al presente, no vamos a ver un remake. Yo no he tomado las riendas de este proyecto para hacer réplicas de vestidos babydoll. Carecería de sentido. Creo que Berhanyer compartía con Karl Lagerfeld un concepto de “nunca mirar al pasado” y creo que él miraba siempre hacia el futuro, hacia la vanguardia y cómo crear desde otros puntos de vista. Estoy seguro de que Berhanyer no haría a día de hoy lo que hizo porque estaría viviendo otro momento vital.
No puedo negarme a mí mismo. En una conversación con Diego Guerrero, el genio de la cocina, me dijo que porque hagas algo diferente no significa que dejes de ser tú. No puedo negar que hay prendas que recuerdan a mi anterior trayectoria y otras que evocan la nueva. Por ejemplo, hay una parte de sastrería que el maestro no tenía y que nosotros traemos con mucha potencia. Así que habrá quién considere que es Otrura, pero sobre todo es muy yo. Pero, sobre todo, vais a encontrar mucho trabajo y mucha obsesión por las líneas, las costuras y las siluetas, que siempre ha sido una parte fundamental de mi trabajo.
Y dejando a un lado las pasarelas y poniendo foco en el retail, ¿qué puedes contarnos de vuestra estrategia comercial?
No concibo la moda sin calle, sin venta y sin tienda. Estamos hablando de una moda de prêt-à-porter y lujo, por lo que vamos a intentar seguir apostando por la excelencia y por generar productos que hagan brillar los ojos de las personas y para eso tenemos que acercarnos a ellas. Parte fundamental de nuestra estrategia será estar presentes en los principales wholesales y retailers nacionales e internacionales, así como intentar captar la atención de las principales casas de venta marketplaces como pueden ser Net-A-Porter, Mr PORTER, Mytheresa…
Sin embargo, no queremos dejar de lado nuestro crecimiento orgánico, así que cuidaremos mucho nuestro canal propio. Tenemos pensado abrir un pequeño estudio-taller en el barrio madrileño de Justicia, donde atenderemos a nuestras clientas en un ambiente relajado. Hay que tener en cuenta que yo vengo de la parte de retail y sé cuáles son los costes y los riesgos que tiene este desarrollo, pero confiamos en que la estrategia que hemos trazado y el nuevo equipo se pueda consolidar. Espacios lógicos, enriquecimiento y un desarrollo a modo de “Tour de France”, como lo hemos llamado, en formato pop-ups y recorrer así diferentes ciudades, creando pequeños universos Berhanyer y acercar pequeñas cápsulas a nuestros clientes. Una acción internacional en destinos como Londres, París o Nueva York. Y, por supuesto, no olvidarnos del online, que es un canal más y que requiere muchísimo esfuerzo.