Diseño mexicano, el lenguaje que no todos los mexicanos hablan
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CDMX – Usualmente, cuando se habla del diseño mexicano, se habla de sus pocos alcances, de su reciente popularidad y de su poca promoción en el extranjero, y sí, todo esto es cierto, pero muchas otras veces nos olvidamos de que está hecho, cuál es su profundidad con nuestra cultura, cual es el impacto que crea dentro de nuestras fronteras. Lo cierto es, que el diseño mexicano no es poco valorado fuera de nuestros límites geográficos, pero si dentro de ellos; porque hasta hace sólo pocos años, si no es que meses, el diseño mexicano no era apreciado por los mismos habitantes del país, era poco respetado y el término regateo o la frase: es muy caro , son las palabras más ocupadas en las tiendas especializadas de diseño mexicano.
Pocos saben, que la Ciudad de México (CDMX) será la capital del diseño en 2018, y aunque esto abarca todos los ámbitos del diseño, no solo el de moda, sigue siendo una industria que genera millones de pesos al año, la cual nos demuestra que el talento mexicano fuera de nuestro país le enseña al mundo la diversidad que existe en nuestro territorio, y por desgracia, muchos siguen observando esta industria como poco cosa, como algo que no nos beneficia. ¿Por qué es esto? ¿Qué es lo que nos tienen que demostrar diseñadores como Kris Goyri, Francisco Cancino de Yakampot, Sandra Weil, Armando Takeda, Vero Díaz, ¿etc.? Creo que el momento de cambiar esta mentalidad, ha llegado… y los mexicanos lo saben.
La revolución de la moda mexicana ha llegado
Después del nacimiento de movimientos de unidad nacional como el ‘Mexico Is The Shit’ o la última colección de Ricardo Seco, el mundo de la moda se ha dado cuenta de algo: El talento existe, pero es nuestro trabajo apreciarlo y promoverlo.
Para las personas externas a nuestro país, es increíble que no sepamos lo talentosos que son nuestros diseñadores, y ellos nos los han demostrado con la aceptación de más diseñadores mexicanos en las pasarelas internacionales y las semanas de la moda, o por ejemplo, la reciente entrada de la diseñadora Vero Díaz y el diseñador Armando Takeda a las tiendas de Saks Fifth Av. o la entrada de la artista Lourdes Villagoméz al concurso creado por Nike, para el diseño de una edición limitada del modelo ‘Air Max’, del cual ella comentó: “Lo que yo trato de hacer es generar un cambio en la comunidad, donde todos nos unamos para generar un cambio que la sociedad necesita. Creo de esta manera podemos cambiar al mundo, si todos caminamos hacia el mismo sentido”.
En el México que vivimos hoy en día, los diseñadores establecidos y los diseñadores emergentes en el país, tienen la oportunidad de aprovechar estos movimientos de nacionalismo, tienen la oportunidad de promoverse a si mismos como portadores de talento mexicano, tienen que aprovechar ahora que los consumidores están dentro de esta mentalidad que abarca a todo el país.
En México, aun no hay mucha cultura de diseño, esta solo se concentra en algunos sectores del país, pero si se lograra que estos sectores se unieran a favor del talento nacional, muchos más consumidores fuera de las capitales más importantes o las ciudades más grandes estarían a bordo con esta idea.
México debe aceptar la ayuda de otros países
Si, debemos apoyar nuestras ideas y la cultura de nuestro país, pero tampoco nos podemos cerrar a la idea de la inspiración de otros lugares. Nuestros diseñadores deben aprender a buscar inspiración dentro y fuera del país, sólo así se podrá tener diversidad y podremos tener un alcance internacional. “Al ir a otros países se aprenden cosas que ayudan a contribuir después con el diseño mexicano” - Rodolfo Kusulas, diseñador reconocido por haber participado durante un concurso internacional patrocinado por Heineken, uno de los principales contribuyentes a la semana de la moda en México.
Algo es cierto, el diseño existe, el diseño en México es éxitoso, pero debemos saber cómo apreciarlo y difundirlo.
Fotos: Lourdes Villagoméz para Air Max – Cortesía de Nike.