Frente a importantes dificultades financieras, el modista belga de 42 años, Christophe Coppens, ha decidido cerrar su empresa después de 21 años de actividad hbiendo colaborado con personalidades del mundo artístico y grandes nombresde la moda.
Sus
deudas, estimadas a 700.000 euros, incitan al diseñador a abandonar y expresa su desconcierto en el diario holandés De Morgen: “En 21 años, he pasado siempre de una crisis a otra”. Coppens escribe también en una carta destinada a sus prójimos: “Justo antes de abrir mi tienda en París y a pesar de un nuevo aumento de capital el pasado junio, decido dejar todas mis actividades de modista y cerrar mi sociedad. Porque ya basta. Porque el precio es demasiado elevado y el fin no justifica los medios. Es demasiado y al mismo tiempo demasiado poco.”
Conocido por sus accesorios y especialmente sus sombreros, representativos de la región flamenca, Christophe Coppens contaba con clientas famosas como las cantantes Rihanna, Lady Gaga o Roisin Murphy, Grace Jones o la Princesa Matilde de Baviera. También había colaborado con grandes nombres de la costura como Jean-Charles de Castelbajac.
El pasado mes de febrero, otro creador belga, Walter Van Beirendonck, uno de los “Six d’Anvers” (un grupo de diseñadores que incluye Dries Van Noten y Ann Demeulemeester, había cerrado su negocio.