Fashion Week de Copenhague en pleno crecimiento
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Fue posible llegar a este amplio consenso gracias a las influencias externas. Por un lado, la crisis económica mundial de los pasados años afectó fuertemente a la industria textil danesa; por el otro lado, con el retorno de Bread & Butter a Berlín en el verano del año anterior, Copenhague se encontró con un nuevo competidor prácticamente en sus propias narices, que también impresionaba a empresas locales y compradores. «A pesar de todos los contratiempos, es hora de desarrollar un concepto común y como la situación económica general se recupera, la industria textil danesa también prosperará», declaró Eva Kruse, CEO de la Fashion Week, ni bien comenzó el evento. Kruse calculaba con 60.000 visitantes especializados en total; de ellos, 20.000 provenientes del extranjero. En las ferias, los visitantes pudieron presenciar un amplio certamen de los organizadores de la moda danesa y conocer a importantes marcas escandinavas e internacionales. La repercusión de los expositores de cada uno de los eventos fue diferente en cada lugar, pero según las primeras estimaciones, los organizadores de la feria suponen una mayor cantidad de visitantes. El día lunes, Gallery anunció un aumento del 4,6 por ciento respecto del año anterior.
Las ferias fueron enriquecidas con un amplio programa con 43 espectáculos, muchos de ellos, como todavía nunca se había visto en Copenhague. En los shows fue notable la predominancia danesa, a pesar de la demanda internacional. Entre los espectáculos, 33 fueron disputados por diseñadores locales, todos ellos personas de renombre que el país tiene para ofrecer, como Henrik Vibskov, Marlene Birger, Stine Goya o Wood Wood, de modo que el espectro completo de la moda danesa pudo experimentarse de manera
extremadamente concentrada.
Pero la Fashion Week de Copenhague no es solamente un evento especializado. La difusión que la ciudad de Copenhague realiza depende de que también haya algo que ofrecer al público. Y esto corresponde a la filosofía de los diseñadores escandinavos: «Finalmente los diseñadores hicieron una moda «democrática», acentúa Eva Kruse. Así fue que paralelamente se desarrolló el Copenhagen Fashion Festival con una gran cantidad de actividades de libre acceso. La expresión más llamativa de este concepto fue «The World’s Greatest Catwalk». El día sábado, la pasarela más larga del mundo avanzó por todo el centro de la ciudad que, a pesar del tiempo invernal, contó con diez mil espectadores. En el desfile, las grandes marcas escandinavas mostraron prendas seleccionadas de sus últimas colecciones para este otoño. Pero el proyecto récord no solo fue un suceso para los habitantes y turistas, sino que también constituyó una importante actividad de mercadeo. De acuerdo con los datos de los organizadores, la idea era despertar claramente la atención de los medios internacionales y de la prensa especializada y aumentar la fama mundial de Copenhague y sus mayores ambiciones como gran centro de modas.
De nuestro corresponsal en Copenhague
Photo: Wood Wood