Lujo: el relanzamiento del “made in Francia”
cargando...
Este salón contó con la participación de las grandes casas de costura Dior, Hermès, Courrèges, Chloé, Lanvin, Jean-Paul Gaultier, Azzaro, Balmain, Louis Vuitton, Sonia Rykiel y Thierry Mugler, así como del joven diseñador Maxime Simoëns.
Un salón profesional y una convención profesional para difundir alto y claro las preocupaciones del sector, a pesar de la buena salud de la que goza el ámbito del lujo. Mostrándose al público a través de una doble exposición, reuniendo a los estudiantes del IFM y a los artesanos, así como a los diseñadores confirmados y a los industriales del textil francés con el programa “Tech et Design” del R3iLab, el Made in France ha demostrado su interés por la fabricación francesa, conjugando creatividad y técnica, atrayendo a numerosos viandantes y turistas, apasionados por el saber hacer “a la francesa”.
El salón acogió un 3% más de visitantes y atrajo la atención de los mandamases del lujo francés, al mismo tiempo que destacó la presencia de nuevos expositores.
El 26% de los asistentes acudieron al evento para conocer nuevos artesanos
El 12% lo hizo para ver a sus fabricantes.
El accesorio y el prêt-à-porter han entusiasmado al público, aunque con la pena de no poder disfrutar de una mayor oferta masculina, debido a la caída de la fabricación francesa de trajes.
L
El evento es ante todo una formidable plataforma de encuentro, intercambio y toma de contacto de la profesión y las hojas de pedidos parecen llenarse correctamente esta temporada y se habla incluso de un incremento de producción en torno al 5-10%.
La buena salud del lujo podría permitir pensar en una salida a la crisis. Sin embargo, hay que ser cautos y la euforia es aún lejana, ya que los expositores anticipan el efecto del seísmo de Japón sobre las exportaciones francesas. En efecto, Japón es un gran importador de lujo y de creaciones Made in France. Una reducción en las exportaciones hacia el país nipón de las grandes casas de lujo francés tendrá irremediablemente un fuerte impacto en la producción de los artesanos. Los expositores parecen ser conscientes de que hoy, y más que nunca, es necesario desarrollar la imagen del Made in France y potenciar la exportación hacia todos los horizontes. El trabajo realizado a través este salón permite tomar conciencia de la importancia de proteger el saber hacer francés.
Los nuevos expositores de confección, accesorio o bordado, de gran calidad, se han mostrado plenamente satisfechos con sus nuevos contactos parisinos en el salón. Nuevos nombres completarán por lo tanto su agenda ya establecida de diseñadores mandamases. Hay que destacar que el número de creadores, marcas de gama alta y estilistas reconocidos se ha incrementado en un 12%, dato que confirma el atractivo ultra profesional de la cita en la Bourse de Commerce de París.
De nuestro corresponsal en París