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Lujo: el relanzamiento del “made in Francia”

Por FashionUnited

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La edición 2011 del mini-salón parisino Made in France by Fatex demostró la vitalidad del lujo francés, pero, a pesar del gran éxito cosechado, la prudencia de los artesanos de cara al futuro es perceptible. Abanderando la lucha por la calidad,

la proximidad y la reactividad, la Alta Costura francesa se reunió a finales de marzo en la Bourse de Commerce y citó a los nombres franceses más importantes del lujo y del Prêt-à-Porter de Gama Alta.

El salón se llenó de sus visitantes habituales que parecieron más animados que en la edición anterior. A un año de las elecciones, los artesanos han sabido transmitir su problemática a los políticos y llamar la atención de los medios de comunicación sobre el futuro industrial de un sector frágil, así como sobre las acciones necesarias para preservar esta actividad que genera un alto valor añadido y un patrimonio cultural único de saber hacer. El Ministro del Interior, Eric Besson, de visita oficial, recordó los proyectos apoyados por el gobierno y financiados con un millón de euros para impulsar a los artesanos franceses y optimizar su capacidad de innovación.

Este salón contó con la participación de las grandes casas de costura Dior, Hermès, Courrèges, Chloé, Lanvin, Jean-Paul Gaultier, Azzaro, Balmain, Louis Vuitton, Sonia Rykiel y Thierry Mugler, así como del joven diseñador Maxime Simoëns.

Un salón profesional y una convención profesional para difundir alto y claro las preocupaciones del sector, a pesar de la buena salud de la que goza el ámbito del lujo. Mostrándose al público a través de una doble exposición, reuniendo a los estudiantes del IFM y a los artesanos, así como a los diseñadores confirmados y a los industriales del textil francés con el programa “Tech et Design” del R3iLab, el Made in France ha demostrado su interés por la fabricación francesa, conjugando creatividad y técnica, atrayendo a numerosos viandantes y turistas, apasionados por el saber hacer “a la francesa”.

El salón acogió un 3% más de visitantes y atrajo la atención de los mandamases del lujo francés, al mismo tiempo que destacó la presencia de nuevos expositores.

El 26% de los asistentes acudieron al evento para conocer nuevos artesanos
El 12% lo hizo para ver a sus fabricantes.

El accesorio y el prêt-à-porter han entusiasmado al público, aunque con la pena de no poder disfrutar de una mayor oferta masculina, debido a la caída de la fabricación francesa de trajes.

L

a fabricación de proximidad recupera por lo tanto su esplendor ante los mandamases, conscientes de las ventajas y de la flexibilidad de la que pueden disfrutar con el Made in France y de la plusvalía que transmite en cuanto a imagen, o incluso ética, ante sus clientes franceses. El Made in France aparece hoy claramente a los ojos del público como un salvavidas para los empleos de proximidad a nivel regional, en particular gracias al trabajo de comunicación del salón y de los diferentes grupos de empresas regionales. La visita de Ségolène Royal al salón destacó la existencia de cuatro Sociedades Cooperativas creadas por el personal de su antigua empresa ya cerrada y que en la actualidad son creadoras de empleo cualificadas.

El evento es ante todo una formidable plataforma de encuentro, intercambio y toma de contacto de la profesión y las hojas de pedidos parecen llenarse correctamente esta temporada y se habla incluso de un incremento de producción en torno al 5-10%.

La buena salud del lujo podría permitir pensar en una salida a la crisis. Sin embargo, hay que ser cautos y la euforia es aún lejana, ya que los expositores anticipan el efecto del seísmo de Japón sobre las exportaciones francesas. En efecto, Japón es un gran importador de lujo y de creaciones Made in France. Una reducción en las exportaciones hacia el país nipón de las grandes casas de lujo francés tendrá irremediablemente un fuerte impacto en la producción de los artesanos. Los expositores parecen ser conscientes de que hoy, y más que nunca, es necesario desarrollar la imagen del Made in France y potenciar la exportación hacia todos los horizontes. El trabajo realizado a través este salón permite tomar conciencia de la importancia de proteger el saber hacer francés.

Los nuevos expositores de confección, accesorio o bordado, de gran calidad, se han mostrado plenamente satisfechos con sus nuevos contactos parisinos en el salón. Nuevos nombres completarán por lo tanto su agenda ya establecida de diseñadores mandamases. Hay que destacar que el número de creadores, marcas de gama alta y estilistas reconocidos se ha incrementado en un 12%, dato que confirma el atractivo ultra profesional de la cita en la Bourse de Commerce de París.

De nuestro corresponsal en París

Fatex
Made In France