PFW: una semana de paradojas
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Sin renunciar jamás a su chic inmutable, París deja a un lado su intelectualismo y se acomoda en la creación liberada de estilistas provenientes del extranjero, que saben cómo crear una osmosis con el inagotable saber-hacer parisino. Para su debut en Thierry Mugler el pasado miércoles, Nichola Formichetti apostó por un desfile-show. En 2009, Lady GaGa se enamoró de los diseños de este creador italo-japonés, poco conocido hasta la fecha. Vestida de novia virginal, la estrella dominó el escenario y eclipsó las piezas de la colección que resucita el ADN mugleriano. Esta temporada ha sido testigo de la llegada al calendario oficial de Corrado de Biase y de Hakaan Yildirim, galardonado con el premio ANDAM 2010 y un asiduo de los podios londinenses. El diseñador turco cuenta con el apoyo de Karolina Kurkova, Maria Carla Boscono y Natalia Vodianova, quienes han compuesto un casting de ensueño para su desfile.
El éxito de la diseñadora neerlandesa Iris Van Herpen durante la semana de la Alta Costura del mes de enero hizo soñar a sus compatriotas... Josephus Thimister desveló en París una primera colección de prêt-à-porter muy prometedora, al igual que la joven estilista Steffie Christiaens, quien se inspiró en el fuego y en las fuerzas de la naturaleza para su primer show en la capital, en la Monnaie de París, último enclave cultural hasta la fecha en prestar sus salas a los diseñadores de la Paris Fashion Week.
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Por otro lado, Lutz, Amaya Arzuaga y Damir Doma han ocupado una de las alas del Grand Palais, lugar predilecto de Chanel, y una de las pocas casas de costura en poder costear la gran sala del monumento. Un poco más al este, la Halle Freyssinet y los Docks del Sena, así como la Cité de la Mode ya no están a la última. Por último, en el otro lado de la ciudad, el decorado en bruto del Palais de Tokyo ha sabido seducir a los americanos Zac Posen y Rick Owens; pero también Maison Martin Margiela, Yohji Yamamoto, Vanessa Bruno, Felipe Oliveira Baptista y Haider Ackermann, quien se comenta puede ser el futuro sucesor de Galliano para Dior. Por lo tanto, podemos afirmar que se trata de una semana de la moda sumida en una gran mutación, llena de paradojas, que se abre y se cierra al mismo tiempo.
De nuestro corresponsal en París
Foto 1 y 3: Celine
Foto 2: Steffie Christiaens