Protagonistas: Mille collines

Marc Oliver Sancho e Inés Cuatrecasas Barceló son dos diseñadores de 28 años, de Barcelona, que han emprendido su camino en la moda de una manera diferente: en Ruanda, África. En el 2009 se instalaron en Kigali para fundar la marca Mille

collines con un objetivo bien claro de contribuir al desarrollo de una cultura textil en la región para ayudar a combatir la pobreza, y demostrar que es posible hacer una moda ética, de calidad en materias y diseño, capaz de competir con firmas de primer nivel en el mundo.

La firma presentó el jueves 15 en Barcelona su colección en un desfile en la tienda Gratacós, donde también han instalado una pop up store que se extenderá hasta el 17 de Octubre.

¿Como os habéis embarcado en este proyecto?
Llegamos a Ruanda por primera vez en el Verano del 2005 de la mano de una Fundación. Durante nuestra estancia conocimos a una mujer ruandesa – Antoinette- modista de profesión, había liderado varios talleres en Congo y Ruanda. En 1998 fundó una asociación cuyo objetivo era luchar contra la ignorancia para combatir la pobreza. No solo era fuerte su mensaje, también lo era su energía. Nos cautivó su incombustible esperanza y la dura franqueza con la que afrontaba la difícil situación de su país. Inspirados por Antoinette, regresamos a Ruanda un año más tarde y pilotamos la primera colección. El resultado fue mucho más positivo de lo que habíamos esperado. Tras testear con éxito los resultados de la colección, un año más tarde fundábamos la marca. Se convirtió en una prioridad para nosotros contribuir al desarrollo en Ruanda paralelamente a cambiar la visión que existe en otros países de los productos hechos en África.

¿Por qué África? ¿Y por qué Ruanda?
Ruanda y moda son dos conceptos casi antagónicos hoy en día. En este país hemos formado un equipo capaz, hay un número muy elevado de profesionales cualificados que no disponen de oportunidades. Hemos descubierto un territorio inexplorado para crear piezas que a sorpresa de muchos están hechas en África y son sofisticadas. Además Ruanda es un país africano “amable”, que convierte el día a día en una rutina sin sorpresas desagradables. Su tamaño es pequeño y eso nos permite trabajar con gente situada en zonas muy distintas del país y no perder el control sobre las producciones.

Esta semana habéis participado en la tienda Gratacós en una mesa de moda ética. ¿Nos podríais explicar en qué aspecto vuestra marca cumple ese aspecto?
Mille collines persigue generar un impacto en la sociedad en cuanto a la percepción que esta tiene de los productos hechos en África, estamos contribuyendo al desarrollo socioeconómico de Ruanda. Empleados y sus familiares así como los miembros de las cooperativas y sus familias tienen una fuente estable de ingresos que les permite mejorar su situación económica y asegurar acceso a los servicios básicos. Como miembros de este equipo se sienten parte de un proyecto importante y de un cambio y eso aumenta su autoestima. Con mucha frecuencia, el equipo recibe cursos de formación específica impartidos por profesionales del mundo de la moda.

Tradicionalmente lo “ético” y “sostenible” en la moda ha estado relacionado con el estilo hippie o prendas de escaso atractivo visual. ¿Cuál es vuestro enfoque?
Se tiene que romper con este estereotipo. Siempre hemos creído que el valor ético o sostenible en una marca o producto tiene que ser un valor añadido, no un resultado. Estamos en ese camino, más y más marcas aparecen con ese valor como parte de su filosofía que suman a un producto de alta calidad.

Desde el punto de vista de la producción, ¿qué ventajas les ofrece Rwuanda?
Acceso a artesanos y técnicas artesanales muy difíciles de encontrar en Europa hoy. Ruanda nos ha permitido crear una estructura donde participamos en todo el proceso vertical en la creación de un producto.

Por otra parte, ¿con que dificultades os habéis encontrado?
Las dificultades son sobre todo en el aprovisionamiento de materiales. El mercado local no dispone de materiales de calidad pues no existe una demanda de ellos.

¿Es África la nueva China?
No. África es hoy un mercado para China. Venden todos sus productos y construyen infraestructura.

¿A qué publico van dirigidas vuestras colecciones?
A una mujer profesional que vive en el Este de África. Tanto locales como expatriadas, a ambas les une la atracción por la cultura africana y la vinculación a la actualidad y la tendencia.

Por el tipo de producción que tenéis, los costes deben ser mayores. ¿Se posicionan como una firma cara en relación a otras marcas de diseñadores independientes?
Nos posicionamos como una marca que vale lo que cuesta. Estamos en un rango medio de precios con respecto a los diseñadores independientes.

¿Es África un mercado atractivo para la moda?
Es un mercado nuevo, está casi todo por hacer. También es un mercado que en los últimos diez años ha experimentado mucha estabilidad y que tendrá un crecimiento económico importante en la próxima década. Para una pequeña-mediana empresa de moda es una oportunidad muy atractiva.

Vuestra idea es abrir una red de tiendas en África. ¿En que parte de ese plan estáis ahora?
En la actualidad contamos con dos tiendas propias. Una en Kigali (Ruanda) y a otra en Nairobi (Kenya). Nuestro objetivo para el año que viene es abrir dos tiendas más en la región.

¿La moda puede cambiar el mundo?
La moda puede ser parte de este cambio. Vivimos en una sociedad basada en el consumo. Como producto de consumo la moda puede impulsar un cambio en la demanda del consumidor, ofrecer alternativas que despierten actitudes nuevas y más alineadas con la responsabilidad y la implicación.

(Entrevista: Daniela Santos Quartino)

Foto 1: Marc Oliver Sancho e Inés Cuatrecasas Barceló
Foto 2 Mille Collines
Foto 3: Mille Collines