Protagonistas: Raquel Micola

Raquel Micola es el nombre detrás de la marca de accesorios y calzado Mimótica Micola. Esta firma rápido crecimiento está en la búsqueda de inversores para la ampliación de capital para abrir nuevos locales en Europa y Estados Unidos.

La marca se inició hace poco más de seis años, como un hobby de Raquel Micola, traductora de formación, que aprendió a coser de su abuela, modista de trajes de torero. La primera colección de bolsos fue todo un éxito en el MercaFad. El entusiasmo la llevó por otras ferias de moda con más existencias agotadas. Hoy, sus productos están presentes en ocho países europeos, y en Diciembre pasado Mimótica Micola abrió su primer tienda propia en el centro de Barcelona.

¿Cómo os ha afectado la crisis en medio de ese proceso de rápido crecimiento?
Nos ha hecho frenar un poco. No nos ha hecho muchísimo daño, porque íbamos al galope. A raíz de eso filtramos un poco más en qué tiendas queríamos vender, y en Diciembre pasado decidimos abrir un punto de venta propio.

En un momento difícil…
Sí, pero la marca lo pedía, y veíamos que el wholesale estaba muy tocado por la crisis, que muchas tiendas habían desaparecido, o bajaban muchísimo sus pedidos, o tenían problemas de pagos. Eso no nos dejaba sacar la colección a la calle.

¿Y qué tal os está yendo desde la apertura?
Muy bien, estoy muy contenta no sólo por los beneficios de tener la tienda sino también por la información que me llega directamente de la clienta que antes no la tenia.

El año pasado también habéis empezado a buscar socios para ampliar el capital de la empresa.
Estamos en ello. Es una empresa que crece, y crece, y crece, y la marca es cara de mantener. Para tener mucho beneficio, has de tener capital. Por ello nos presentamos a un proyecto de Barcelona Activa, en el cual habían seleccionado a una empresa asesora Ernst & Young que escogía a las 30 mejores empresas con mayor potencial de crecimiento. Se presentaron 300 empresas y acabaron escogiendo 28, nosotros entre ellas. Ellos nos proponían una apertura de 20 tiendas en los próximos tres años mientras que nuestro plan de inversión es mucho más modesto, es abrir siete tiendas en ese plazo.

¿En toda España?
No, en toda Europa. Seguimos buscando inversores porque queremos el modelo de empresa que hemos establecido en España. Por lo tanto puede haber socios extranjeros.

¿Bajo régimen de franquicia?
Nos gustaría que sea la propia empresa. La idea es abrir unas siete tiendas en los próximos tres años, no en España, aunque probablemente abramos una en Madrid. Pero no nos queremos cerrar a España, tenemos un producto muy europeo.

¿Cuál es la franja de precios de vuestros productos?
Unos 130, 140 euros.

¿Se vende mejor al público extranjero?
Todavía tenemos más españoles porque se nos conoce muy bien aquí, y aun no estamos fuera, así que diría que vendemos un 70 por ciento en España y el resto en el extranjero. A nivel de pie de calle es diferente, se acercan un pelín más.

Fuera de España ¿en qué mercados estáis presentes?
Holanda, Suiza, Dinamarca y Noruega, Alemania, Reino Unido y Francia y bueno, esperando el salto a Estados Unidos.

¿Esto va paralelo al nuevo inversor?
No sé hasta qué punto esperaríamos, nos han publicado en la prensa especializada de Nueva York incluso sin tener punto de venta allí. Es algo que nos apetece muchísimo.

¿Cuánta gente trabaja en la empresa?
Ahora mismo somos unos siete.

¿De dónde proviene el material que usáis para producir?
De Italia la mayoría, las pieles principalmente, y algún proveedor español.

¿Dónde producís?
Casi todo en España y estamos fabricando un poquito en Bulgaria, nos está gustando muchísimo la calidad de lo que hacemos allí.

¿De aquella estadía en Shangai no ha quedado ninguna producción?
No, pero la gente tiene muchas ideas preconcebidas. Fabricar en Asia no es fácil pero fabricar en España no es nada fácil, y menos calzado. La mayoría de las marcas a la que estamos pagando unos precios altísimos están fabricando en Asia y no hay ningún problema. Si tienes un buen control de calidad y un equipo en Asia, la calidad es muy controlable. Me da un poco de rabia a veces, cuando te preguntan dónde esta fabricado, porque hay ese prejuicio. Yo me he vuelto loca para fabricar aquí, y lo hago aquí sobre todo por reposición de tienda. El equilibrio está en encontrar qué producto requiere a cada proveedor.

¿Tienes planteadas nuevas líneas de productos? ¿Ropa tal vez?
Estamos más cerca de accesorios, bisutería trabajada con la piel, o incluso de sacar una línea para niños de accesorios, antes que sacar ropa. Para mi ahora ponerme a aprender a hacer ropa seria una pesadilla, ya me gustaría, pero me tengo que aguantar. Es otra etapa.

En ropa tenéis más competencia …
Si, a mi me gusta hacer lo que se me da bien. Prefiero no pecar de mucho, o lanzar una línea nueva cada tres años con lo que sé hacer. Y también la clienta entenderá mejor la marca si nos mantenemos especializados.

¿Qué consejo le darías a quien quiera en España incursionar en los accesorios de moda?
Primero tener una buena inversión de base, te dediques a lo que te dediques, no abras un negocio si no tienes bastante, bastante dinero. Segundo, tener un año de aprendizaje, encontrar proveedores, coger confianza con ellos, conocer sus fábricas. Y luego también aprender a decir que no. Es uno de los errores o parte de la ambición que se tiene como empresario. Hay un dicho que escuché hace tiempo que dice que lo difícil de un negocio es mantenerlo pequeño, o sea controlado, aguantar esta ambición de decir “uf fíjate que he abierto cuatro tiendas”, es importante saberla controlar.

(Escrita por Daniela Santos Quartino)

Foto 1) Raquel Micola
Foto 2) Bolso Mimótica Micola
Foto 3) Zapatos Mimótica Micola