El regreso de la vestimenta deportiva al guardarropa masculino tuvo su repercusión en las presentaciones de París, aunque con menos discreción que en las de Italia y con un poco más de estilo. Por ejemplo, la muy comentada presentaciónde Givenchy con los estampados de aves del paraíso de Ricardo Tisci en pantalones cortos, chaquetas, camisetas y prácticamente en cualquier prenda: desde lejos, se los podría confundir con ropa deportiva ordinaria para turistas pero el estampado floral color pistacho, salvajemente exótico, marca una nueva actitud para el lujo informal.
Por supuesto que la ropa informal fue un tema recurrente en las colecciones primavera-verano 2012. Hermes es la eterna autoridad en cuanto a estilo en esta categoría y la sintetizó en un *look* de chaquetas cruzadas, pantalones de popelina con cordón y camisetas de cuello redondo. Entre otros modelos destacados figura una cazadora *bomber *deportiva de lino color mostaza con pantalones de rayas tipo pijama y sandalias. La ropa de caballeros de Valentino fue un éxito porque combinó elementos de tradición británica con ropa deportiva moderna y confección italiana. El resultado reunió chaquetas militares y de safari, K-Way, pantalones cortos caqui y parkas con capucha. El guardarropa masculino para todos los días es aquel confeccionado más integralmente y con mejor calidad.
La línea Mr de Roland Mouret viene más holgada para la temporada 2012, con proporciones vaporosas en pantalones ensanchados y plisados y chaquetas de hombros anchos. Es un estilo que remite a caballeros de vacaciones en el Mediterráneo que llevan chaquetas de safari con cinturón, polos y shorts. Para los que prefieren un *look* más austero, no hubo mucho sobre la pasarela. Rick Owens siempre busca transgredir con sus modelos y esta temporada no fue la excepción. El diseñador bromea con haber inventado el traje de cuatro piezas al agregar al *look *una falda y delantal con apariencia de túnica. Si bien es poco probable que la falda tenga éxito comercial, la exquisita confección y las telas estilo alta costura de Owen indican que el diseñador no hace concesiones para agradar a las masas. Quien posea una de sus chaquetas de cuero sabe que no existe nada mejor.
Quizás el show más brillante de la semana de París fue el de Raf Simons. Y esto dicho literalmente, ya que el cabello de los modelos -peinado hacia atrás con gel- añadió aún más estilo a los cortes de su colección. Simons jugó con gráficos y texturas añadiendo un estampado escocés desarticulado en chaquetas, pantalones y detalles de cuellos. A los clásicos zapatos oxford se los renovó con un borde en oro. Una de las presentaciones más esperadas de la semana fue la de John Galliano. Después de su brusco alejamiento de Dior, la prensa estaba ansiosa por ver qué sucedería con la colección que lleva su nombre. El taller aceptó el desafío del diseño y, aunque estuvo presente toda la excentricidad de su estilo, pareció faltarle definición. Esa era la fortaleza de su fundador, cuyo talento cuesta tanto emular como reemplazar. Mugler presentó una colección de ropa masculina basada en la edad heroica, inspirada por Adonis y la estética masculina predominante. En el mundo de la moda es importante llegar al límite para dar impulso a esta forma de expresión artística pero con Mugler uno se pregunta, si tanto esfuerzo por ser vanguardista no hace que se termine en pura pose. No quedan muchos looks ni estilos individuales que puedan traducirse en algo que pueda llevarse puesto. Quizá la casa no necesita de las ventas.
Paul Smith es una de esas marcas confiables que, si bien no buscan transgredir en las pasarelas, siempre tienen ciertos looks que, por excelencia, resultan modernos y atinados. Para la primavera, Smith reemplazó los rayados que lo caracterizan por bloques de color y agregó terminaciones con brillo a telas y texturas. Con una paleta dominada por los tonos azules, la colección se puede llevar muy bien sin las estridencias que a veces acompañan la moda.
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