Túnez: un "Festival de la Moda" todavía inestable
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«Túnez ha perdido la mitad de sus fábricas »
Cuatro años después de la primavera árabe, el exilio de Ben Ali y los cambios gubernamentales, Túnez se recupera lentamente. La imagen del sector textil y de la indumentaria sigue siendo borrosa, aunque las perspectivas de actividad parecen volverse positivas para las empresas tunecinas. 2013 ha registrado una baja de las exportaciones y del valor del dinar un 9,7 por ciento comparado a 2012. Si la imagen de Túnez en el extranjero condiciona a las empresas locales, el Festival de la Moda ha sido creado para promover la creación de los diseñadores locales, aportando a la vez respuestas sobre el estado actual del país y los posibles acuerdos comerciales con las empresas de los mercados exteriores.
Entre los participantes a las conferencias, François Aguinaga, Jefe de Unidad « Textil-Moda-Diseño e Industria » en la Comisión Europea de Bruselas, ha indicado que la zona Euromed tiene una posición relevante en el sector y que Túnez representa una fuente de inspiración industrial para los países vecinos.
En la empresa tunecina Framatez, Etienne Lethu, gerante francés desde el 2011 –año de compra de la sociedad- observó que Túnez ha perdido casi la mitad de sus fábricas de confección unos seis meses después de la revolución. Framatez, que cuenta en su cartera de clientes con empresas de Francia y España, factura el 50 por ciento de su negocio en nuestro país y produce anualmente 580.000 piezas con un total de 1,2 millones de euros de cifra de negocio. La sociedad – que ha sabido aplicar rápidamente las normas europeas de calidad- desea asentar a su clientela y expandirse a nivel internacional este año con su propio label de ropa homewear “Regence” ya distribuido en algunos países de Europa, en Rusia y Australia.
“Se consume menos pero más caro »
Gildas Minvielle, director del Observatorio del Instituto Francés de la Moda (IFM), ha expuesto las últimas tendencias globales de consumo y la nueva geografía del suministro europeo. Francia e Italia son los mercados principales de Túnez para la confección, aunque España este ganando terreno con cadenas de moda como Mango, Zara o Cortefiel. Sin embargo, estos tres países también importan de China y Hong-Kong, ya que el gigante asiático no está condenado a producir ropa a bajo coste y de baja calidad, sino que puede responder ahora a las exigencias del sector produciendo ropa de calidad pero con costes a veces superiores a los de Túnez.
Según un estudio llevado por el IFM, « consumir menos pero mejor » sería el nuevo lema de los consumidores europeos, más sensibles a la calidad, a la esperanza de vida de los productos y a su lado ético. Ya no se compra solo por el atractivo del precio y la subcontratación de proximidad se consolida con los países del Magreb como Túnez o Marruecos. El efecto de esta tendencia tiende a una relocalización de la producción “in situ” y a un mayor interés por el “made in” con un consumo de más alta gama.
La vigilancia es necesaria para lanzar su marca
Daniel Wertel, presidente de la Federacion Francesa del Prêt-à-porter femenino (FFPAPF), ha querido hablar de la formación. “Un emprendedor debe de ser paranoico e imaginar lo peor para poder saltar” dijo. Los jóvenes diseñadores deben tener mucha vigilancia y tomar en cuenta los factores tecnológicos (utilización de internet, aparición de nuevas fibras en el mercado…), la deslocalización, la crisis económica que modifica los comportamientos de compra y la toma de consciencia a nivel ecológica “se consume menos pero de mejor calidad y más caro”. Wertel aconseja a los futuros emprendedores –sobre todo tunecinos- saber distinguir la creación y la gestión de empresa que deberán convivir siguiendo un plan de empresa. Subraya que la FFPAPF aporta su ayuda a los diseñadores para construirse una identidad de marca, aplicar precios coherentes y saber desarrollar sus ventas gracias a las herramientas de marketing y comunicación. Wertel apoya su reflexión en la pirámide de Maslow, dónde el futuro emprendedor deberá no solo cubrir las necesidades fisiológicas de su futura clientela, si no que sepa también desarrollar una firma ligada al tema afectivo y al amor de la prenda, factores que venden más allá de la tecnicidad y de la estética del producto.
En el IFM se observan las posibilidades de cada empresa. Dominique Jacomet, Director general del IFM, habla de la descompartimentación de la creación, la concepción y la comercialización. Añade que “si la moda es una industria creativa, no está en regresión, al contrario, ya que los capitales internacionales llegan en todo el mundo y de aquí en 2050, se prevé una facturación de 1 a 2 billones de euros en el continente africano (…) y Túnez se sitúa en el corazón de este mercado”.
Creación : un nivel muy justo todavía
Más que un análisis sobre la situación industrial del país, Túnez necesita un evento sólido para promover su pasarela y los diseñadores por su artesana y savoir-faire.
El Festival de la Moda había previsto dos largas veladas de desfiles bajo una atmosfera bastante densa para sus asistentes debido a la falta de medios técnicos y la organización. La primera noche –en forma de concurso- era dedicada a los jóvenes talentos locales puntuados por un jurado compuesto por el diseñador francés Eric Tibusch, la diseñadora Fatma Ben Abdallah o el libanés Johnny Fadlallah, director de la agencia de eventos LIPS –y organizador de las fashion weeks en Libano- y presidido por Daniel Werter (FFPAPF). Entre las colecciones presentadas bajo el tema del Barroco, tres han sido premiadas : By Nour Ben Abdallah, la Escuela de los Artes y de las Moda y la Escuela Ras Tabia. La segunda noche presentó las colecciones libres de los diseñadores confirmados como Fawsi Nawar y Yasmine, acostumbrados a desfilar en su país y en el extranjero.
Después del turismo, la creación podría ser el nuevo motor de Túnez? Una idea posible si el país elije invertir en la formación de sus diseñadores y seguir un modelo de organización quizás más estructurado como las otras capitales de la moda.
(ASC)