Chanel restaurará la rosaleda del Real Jardín Botánico de Madrid

Madrid – Haciendo gala de su abierto compromiso tanto con España como con la preservación del medio natural, la firma de modas francesa Chanel ha comunicado que patrocinará los trabajos de restauración de la histórica rosaleda del Real Jardín Botánico de Madrid. Un espacio “único”, destacan desde la Maison, de 2.800 metros cuadrados que se encuentra situado en los cuatro cuadros centrales de la terraza inferior del jardín, la más cercana al Paseo del Prado, y adyacente a la conocida como “Puerta del Rey” obra de Sabatini.

Actualmente la Real Rosaleda reúne a más de 140 especies de diferentes rosas. Ejemplares provenientes de los rosales donados por la marquesa Blanca de Urquijo, de los antiguos rosales del parque del Oeste y, desde hace solamente unos años, de los rosales que integran la colección de rosas silvestres de la Península Ibérica, obtenidos por el Jardín en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid. Un número de ejemplares que ahora la firma francesa se encargará de enriquecer con la aportación de nuevos rosales de los siglos XVIII y XIX, parte de estos trabajos de restauración que se llevarán a cabo en los cuatro cuadros que componen la Rosaleda, y que irán dirigidos a mejorar el estado de los rosales tanto en su parte subterránea como en la aérea.

“Con esta colaboración, Chanel y el Real Jardín Botánico, gracias a sus práctica experimentada en el arte de la jardinería y la conservación de un patrimonio histórico y cultural, seguirán ofreciendo a todos sus visitantes un lugar único para disfrutar de sus flores y jardines”, nos explican desde la firma francesa a través de un comunicado. Una misiva de la que hacen uso para destacar el importante e histórico lazo que une a la Maison con la defensa del mundo natural desde la creación del perfume Nº5 en 1921.

“Gabrielle Chanel nunca dejó de velar por la calidad de las materias primas utilizadas”, y ya “en 1987 se firmó un acuerdo de colaboración con el mayor productor local de flores de Grasse” para “mantener los cultivos de la Rosa Centifolia de mayo y el Jazmín”, y de este modo “preservar la misma calidad olfativa del extracto del Nº5 original”, nos detallan desde Chanel. “Desde entonces”, prosiguen, “en todos sus productos de belleza Chanel mantiene este compromiso con la naturaleza”, siendo esta “la base de su inspiración y el origen de sus conocimientos”. Un concierto que ha llevado a la firma a crear “cultivos justos en colaboración con sus productores en todo el mundo”, a preservar “la biodiversidad” y valorar “la tierra desde un punto de vista agroecológico”, o a proteger “los patrimonios vinculados a las plantas”. Unos “auténticos laboratorios a cielo abierto” que busca de manera activa preservar, y que van desde “Francia para la Rosa y Jazmín de Grasse y la Camelia en Guajac, hasta Madagascar con la Vainilla Planifolia o Costa Rica con el Café Verde”.

Un jardín con más de 260 años de historia

En lo que respecta al Real Jardín Botánico de Madrid, se trata del jardín histórico, artístico y científico más emblemático de España. Fundado el 17 de octubre de 1755 y dependiente en la actualidad del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en su misión está la de promover el conocimiento, la conservación y el disfrute de las plantas y los hongos, así como de su medio natural.

Unos objetivos que ha llevado a cabo a lo largo de sus más de 260 años de historia, a través de la exhibición de plantas vivas, la conservación de plantas secas en su herbario o de una continua apuesta por la investigación científica de las plantas y los hongos. Investigaciones y modos cuyos resultados se ha encargado de divulgar entre la comunidad científica y los ciudadanos, y que han llevado al Real Jardín Botánico a atesorar un archivo y biblioteca en la que se conservan documentos, dibujos y publicaciones de un valor inestimable de la historia de la botánica española. Fondos que recogen un espectro que va desde el siglo XVI a las expediciones botánicas de los siglos XVIII y XIX.

Photo Credits: Jacobo Pérez-Enciso, cortesía de Chanel.