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Estreno de la segunda temporada de Emily en París: “Demasiado buen gusto es aburrido”

Por Jaime Martinez

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Cultura

Photo Credits: Estreno de la segunda temporada de “Emily en París”. Cortesía de Netflix.

Después de que haya pasado algo más de un año desde que arrasase en la popular plataforma de streaming como la comedia más vista de todo 2020, hoy, miércoles 22 de noviembre de 2021, las aventuras de Emily Cooper por las avenidas de la capital del Sena regresan a Netflix con el estreno de la segunda temporada de “Emily en París”. Serie desde la que nos tratan de hacer participes de las peripecias, los amores y desamores que acompañarán a esta joven estadounidense de apenas veinte años tras su decisión de mudarse de Chicago a París, y que durante su primera temporada lograba generar un inusitado interés entre las nuevas generaciones de amantes de la moda, tomando así testigo de otras producciones ya tan memorables como Gossip Girl o Sexo en Nueva York. Serie esta de la que precisamente se estrenaba su secuela, “And Just Like That…”, hace ahora escasamente menos de dos semanas.

Protagonizada una vez más por la actriz británico-estadounidense Lily Collins, hija del reconocido cantante, batería y compositor británico Phil Collins, en el papel de Emily Cooper, en esta segunda temporada que se estrena hoy la serie contará nuevamente con un total de 10 episodios. Unos capítulos con una duración de 30 minutos cada uno, todos ellos rodados íntegramente en París y en otros lugares de la geografía francesa.

Photo Credits: Estreno de la segunda temporada de “Emily en París”. Cortesía de Netflix.

Una nueva etapa de adaptación al estilo de vida parisién

A diferencia de la primera temporada, cuya trama vino enfocada a los bruscos cambios y a las diferencias que podían surgir de las distintas maneras, estadounidense y francesa, de abordar las cuestiones centrales que atañen a la vida y a la práctica de los negocios, todo ello sobre una base que muchos no dudaron en criticar que no era más que el resultado de una suma de tópicos decorosamente, o puede que no, bien hilvanados, para esta segunda temporada la trama se centrará en descubrir cómo Emily trata de seguir adelante con su particular proceso de adaptación al estilo de vida parisino. Una nueva etapa para la que, al parecer, la estadounidense se habría decidido por dejar de lado sus aventuras y desventuras amorosas, para centrarse en el desarrollo de su vida profesional, ligada al sector del marketing. Algo que falta aún por ver si será capaz de lograr, o en que grado.

“Ahora que está más asentada en París, Emily se desenvuelve cada vez mejor en la ciudad, aunque todavía está adaptándose a las costumbres francesas”, explican desde Netflix sobre la trama de esta segunda temporada de la serie. “Después de verse envuelta en un triángulo amoroso con su vecino y su primera amiga francesa”, la joven norteamericana “está decidida a centrarse en su trabajo, que cada día es más complicado”. Mientras tanto, seguirá desenvolviéndose en distintos ámbitos de la ciudad de París, y en particular a través de unas clases de francés en las que “conoce a un expatriado que le pone muy nerviosa, pero también despierta su curiosidad”. Un apunte con el que desde la plataforma de streaming parecen estar ya adelantándonos cuál podría ser el nuevo amor de la joven en esta segunda temporada, para la que volverán a repetir actores habituales como Philippine Leroy Beaulieu, Ashley Park, Lucas Bravo, Camille Razat, Samuel Arnold, Bruno Gouery y William Abadie; volverá a aparecer de manera recurrente la actriz Kate Walsh en su papel como Madeline Wheeler, la jefa estadounidense de Emily; y se incorporarán como nuevos miembros del reparto Lucien Laviscount, Jeremy O. Harris y Arnaud Binard.

Photo Credits: Estreno de la segunda temporada de “Emily en París”. Cortesía de Netflix.

Las claves del vestuario de la segunda temporada de “Emily en París”

Con motivo del estreno hoy de esta segunda temporada, y siendo conocedoras como son del gran interés que terminaron despertando los distintos estilismos de la serie, en especial los defendidos por Lily Collins, durante la primera temporada de “Emily en París”, las miembros del equipo Marylin Fitoussi, diseñadora de vestuario, y la reconocida Patricia Field, asesora de diseño de vestuario y ganadora de un Emmy por su trabajo en la serie Sexo en Nueva York, han decidido salir al paso y explicar cuales serán los principales cambios que, a nivel de estilismos, podremos descubrir a lo largo de esta segunda temporada.

“Parte del éxito de la primera temporada se debió a la libertad que el diseño de vestuario dio al reparto para combinar las prendas como quisieran”, entraba a explicar Fitoussi. “Les enseñamos que no debían reprimirse, y que podían mezclar rayas con lunares, así como varios colores. Mi lema, tanto en esta temporada como en la anterior, siempre ha sido: ‘Demasiado buen gusto es aburrido’”. “Mi sello es el eclecticismo y la mezcla de todo”, remarca, así que “si alguien creía que la primera temporada era un poco excesiva y llamativa, la segunda lo es aún más”. “Estoy orgullosa de ella. Emily tiene una extraordinaria personalidad, y esta temporada su vestuario va a ser igual de extraordinario”.

“Era muy importante que tratáramos de no repetir lo que hicimos en la primera temporada”, por lo que, en esencia, “quería mostrarle nuevas ideas al público”, añade por su parte Patricia Field. “En la temporada anterior usamos mucho blanco y negro, así que ya no quería hacer eso. Y obviamente no queríamos volver al gorro ‘bucket’, porque no queremos aburrir al público. No queremos que piense: ‘Bah, ya lo tengo visto’”, sino que “queríamos ofrecer algo nuevo, emocionante e interesante”. “La moda fluye, y lo más importante de la moda, hasta donde me consta, es que, al igual que otras formas de arte, es un espejo de la época”, destaca la reconocida estilista. “Sea la época que sea, la verás reflejada en la moda”, lo que no significa que debamos ser esclavos de las tendencias. Precisamente a este respecto, Field explica que para “la serie intentamos evitar las tendencias”, ya que como “no me canso de decir”, “las tendencias mueren pronto; las tendencias pierden fuelle muy rápido”.

Photo Credits: Estreno de la segunda temporada de “Emily en París”. Cortesía de Netflix.

Estilismos que impacten

En cuanto a la aceptación que reciben por parte de Collins los estilismos que diseñan ex profeso para ella, es Fitoussi la que se encarga de apuntar a cómo esto también termina por decidir si es o no es la combinación ideal para protagonizar alguna de las escenas. Algo que no significa precisamente el que los estilismos sigan o atiendan a los gustos personales de la protagonista de la serie, sino más bien al contrario.

“Lily es una profesional consumada, nunca dice que no”, pero “es verdad que a veces hay conjuntos que la echan para atrás y, cuando ve ciertas combinaciones, dice con una sonrisita: ‘¿En serio?’”, explica Fitoussi. “Pero, si es mínimamente perturbador, sé que es bueno”, y “si no se escandaliza, entonces digo: ‘puede que aún sea demasiado sencillo’”. Para terminar de armar uno de estos looks “probamos con muchas cosas, compongo catálogos de ropa y se los enseño, y a partir de ahí ella decide cuál se quiere probar, qué le atrae. Es muy abierta”.

En cuanto al resto de los miembros del equipo, “por suerte, ninguno de los actores nos pone límites”, añade Fitoussi. “Confían en mí y confían en Patricia, y es maravilloso trabajar así”, ya que de esta forma “podemos experimentar cada vez un poco más” y “poner el listón más alto”.

Photo Credits: Estreno de la segunda temporada de “Emily en París”. Cortesía de Netflix.

Un vestuario construido a partir de piezas de Alta Costura y prendas vintage y de cadenas como H&M o Zara

En cuanto al origen de las prendas que veremos, y que vimos durante la anterior temporada de “Emily en París”, a más de uno le sorprenderá saber que en su práctica mayoría se trata de piezas vintage y de segunda mano. Una actitud más comprometida que evidencia un notable gusto y defensa por unas maneras de consumir moda más circulares y sostenibles, con la que las responsables de vestuario de la serie tratan de limitar la compra de artículos de nuevas colecciones a lo mínimo indispensable. Postura que además, de cara a esta segunda temporada, tratarán de compaginar con la mezcla de prendas vintage de alta costura con piezas básicas de cadenas de moda asequible como H&M o Zara.

“Llevo los últimos siete años reciclando y reutilizando” prendas, aclara Fitoussi, y para la serie “solo compramos algo nuevo si se necesita para el día siguiente y no hay forma de entregarlo a tiempo”. “Me encantan las tiendas de segunda mano” y “soy amiga de casi todos los dueños de tiendas ‘vintage’ de París”, quienes “me llaman cuando tienen prendas únicas o muy especiales”, aquellas “que un simple mortal no se atrevería a ponerse”.

Siguiendo con este gusto de la diseñadora por lo atrevido y por lo que mayor inspiración pueda suscitar entre los espectadores, “para la segunda temporada, decidí que mi desafío sería combinar una prenda de alta costura, de Dior o Balmain, con una de un joven diseñador, con una ‘vintage’” o “con algo que encontrarías en tiendas como H&M o Zara”, apunta Fitoussi. “Todo el mundo debe poder comprarse algo que le gusta de acuerdo con sus posibilidades”, defiende, así que “compra ropa de diseño si puedes”, o “compra en H&M”.

Photo Credits: Estreno de la segunda temporada de “Emily en París”. Cortesía de Netflix.

Grandes dosis de color frente al coronavirus

Por último, ha sido Patricia Field quien se ha encargado de entrar a explicar una de las cuestiones por la que mayores elogios recibió la serie durante la emisión de los diez primeros capítulos de su primera temporada: el vibrante y optimista colorido de sus estilismos. Una característica que no pasó ni mucho menos desapercibida aquel 2 de octubre de 2020 en el que llegaban a Netflix los episodios de la primera temporada, fecha para la que el mundo seguía absorto con los duros efectos que continuaba, como a día de hoy aún continúa, ejerciendo esta pandemia por coronavirus.

“Hace poco acuñé una expresión propia que describe la reacción que me gusta ver en relación con el vestuario, y es ‘ropa feliz’”, apunta Field. “Me encanta el color”, ya que “me permite crear distintas combinaciones que llaman la atención”. “Emily es la chica perfecta para llevar color porque, cuando empezamos, me dijeron que era del Medio Oeste estadounidense, de modo que su estilo” es muy “de allí”. “Creo que en la temporada anterior dimos con la receta ideal para ella, y el color” contribuyó “mucho a ello”. “A la gente le gusta el color, y hoy en día lo necesita”. “Cuando se emitió el primer episodio, no paré de oír lo divertidísimo que era ver ‘Emily en París’ durante la pandemia”, y que cuánto “ayudó a levantar el ánimo a la gente”. “Eso me hizo feliz”, y solo “espero que la ropa de esta temporada siga haciendo feliz al público”.

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