Palomo Spain X NYC Ballet: un sueño alumbrado por miles de cristales de Swarovski
cargando...
En un honor nunca antes concedido a un diseñador español, y del que muchos otros diseñadores consagrados tampoco han llegado a saborear, el creativo, y televisivo, Alejandro Gómez Palomo, director creativo y fundador de la casa de modas Palomo Spain, desembarcaba este pasado miércoles 28 de septiembre en Nueva York como uno de los protagonistas de la décima New York City Ballet Fashion Gala. Un evento impulsado por la actriz Sarah Jessica Parker en el año 2012, en torno el que se fusionan los talentos de creativos procedentes de distintas ramas, para dar lugar a una suma de experiencias vanguardistas en torno al ballet, que termina por marcar, tal y como ha venido haciendo desde su creación, la apertura de la temporada de otoño del Ballet de Nueva York.
Para la conmemorativa edición de este año, que la propia compañía de danza no dudó en dedicar a la figura de Sarah Jessica Parker, vicepresidenta además del New York City Ballet, en un justo reconocimiento por su ímpetu a la hora de liderar la constitución de este evento, fueron invitados a participar, de la mano de sus creaciones, el diseñador de moda británico Giles Deacon, primer y único diseñador que logra repetir como diseñador invitado a una New York City Ballet Fashion Gala; el diseñador belga Raf Simons, director creativo de su casa de modas homónima y actual codirector creativo de Prada; y el español Alejandro G. Palomo. Tres nuevos diseñadores que continuaban así con la tradición marcada por la compañía neoyorquina durante esta última década de marcar la apertura de su temporada de otoño reuniendo a destacados diseñadores junto a destacadas promesas y figuras de la moda, como suma desde la que alumbrar unas vanguardistas actuaciones, y en línea con una iniciativa que, a lo largo de estos últimos años, ha contado con la participación de creativos tan destacados como, entre otros, Virgil Abloh, Rosie Assoulin, Thom Browne, Sarah Burton, Tsumori Chisato, Peter Copping, Alberta Ferretti, Fernando Garcia y Laura Kim, Carolina Herrera, Humberto Leon, Marta Marques y Paulo Almeida, Zac Posen, Gareth Pugh, Narciso Rodriguez, Jonathan Saunders, Anna Sui, Olivier Theyskens, Iris van Herpen, Dries Van Noten o Jason Wu.
Un espectro iridiscente de terminaciones monocromáticas
Para el caso de la edición de la Gala de este año, y en lo que respecta de manera ya específica a la colaboración de Alejandro G. Palomo con el Ballet de Nueva York, tal y como ya anunciamos en primicia desde FashionUnited España a finales del pasado mes de julio, el diseñador español fue invitado a diseñar el vestuario para el estreno mundial de la última pieza inédita creada por la coreógrafa estadounidense Gianna Reisen. Una pieza creada bajo el título “Play Time”, sobre partitura de la cantautora estadounidense Solange Knowles, además de hermana de Beyoncé protagonista de una brillante carrera en solitario dentro de la industria de la música, y con vestuario de Alejandro G. Palomo.
Trabajando mano a mano con la propia coreógrafa y junto a Marc Happel, director del departamento de vestuario del NYC Ballet desde el que se terminan por dar el visto bueno, y por confeccionar, todas y cada una de las piezas que finalmente portan los distintos miembros de la compañía durante sus actuaciones, para la ocasión el diseñador español ideó un iridiscente universo multricromático, compuesto a partir de un total de 10 sólidos diseños monocromáticos. Unos total looks en tonalidades que van desde un místico negro plomo hasta un cautivador verde agua, pasando por primaverales tonalidades en coral y en amarillo amapola, para terminar en los otoñales visones y borgoñas.
Para terminar de completar sus diseños, de unas estructuradas hechuras que sorprendieron a todos los asistentes a la gala, entre los que se encontraban a demás del propio diseñador, Sarah Jessica Parker y Solange personajes como Beyoncé, Julia Fox, Glenn Close, Laverne Cox, Billi Porter, Queen Latifah o la actriz Gwendoline Christie, por la facilidad de movimientos que aún con todas las piezas permitían a los miembros de la compañía, el español terminó por recubrir este conjunto único con más de 800.000 cristales de Swarovski. Unas incrustaciones que se encargaron de añadir los miembros de un equipo formado por 16 artesanos, empleando buena parte de las más de 1.500 horas de trabajo que se necesitaron para completar las labores para la confección de este conjunto de prendas de indumentaria. Labores que se practicaron íntegramente desde el interior de los talleres de costura del New York City Ballet.
En su conjunto, el diseñador había concebido esta serie de prendas como una “deslumbrante maravilla monocromática”, nos explican desde Palomo Spain, su casa de modas. Una sensación que fue la que le condujo a apostar por el uso de esa infinidad de cristales de Swarovski, para completar unos diseños ideados, en su concepción más prosaica, como “una mezcla ecléctica de siluetas de gran tamaño”, aportando un brillo iridiscente que, subrayan, “ha tenido un enorme impacto en el escenario, al reflectar la gama completa de color del arcoíris”. Una ambientación mágica, que contribuyó sin duda a ese embrujo que terminó por provocar la “abrumadora ovación” que los asistentes al evento terminaron por ofrecer a la pieza, en lo que al mismo tiempo marcaba un nuevo aplauso al buen “saber hacer” de un diseñador español que ya ha dejado de ser un desconocido para la alta sociedad de Nueva York, sumando con este un nuevo capítulo a un histórico de éxitos en los que ya cuenta con el honor de haber formado parte de una de las últimas exposiciones de primavera del MET, en concreto a la organizada en la primavera de 2019.