Gozen: del desfile de Balenciaga, a levantar 3,3 millones de dólares para escalar en el desarrollo de biomateriales
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Madrid – Desde la compañía emergente estadounidense Gozen, empresa biotecnológica especializada en el desarrollo de biofibras textiles de nueva generación de alto rendimiento, veganas y sin añadidos plásticos, han anunciado el haber acabado de completar una ronda de financiación inicial, a través de la cual han sido capaces de llegar a levantar hasta 3,3 millones de dólares de financiación. Unos fondos que se destinarán a avanzar en sus planes para la construcción de una planta de fabricación industrial en Turquía, desde la que buscarán escalar en la producción de biomateriales de última generación como el Lunaform, la nueva y revolucionara fibra sostenible que se encargaron de presentar durante la última Semana de la Moda de París de la mano de Balenciaga.
Según ha este mismo respecto se han encargado de salir a detallar desde la dirección de la misma start-up, la ronda de inversión ha venido liderada por la firma de capital riesgo, con sede en Hong Kong, Happiness Capital; habiendo igualmente contado entre el grupo de inversores principales que han participado de la ronda, con las inversiones realizadas por Accelr8, Astor Management y por la firma de capital riesgo estadounidense SOSV, del emprendedor, inventor e inversor Sean O’Sullivan. Un heterogéneo grupo de inversores que han coincidido, valoran desde Gozen, a la hora de reconocer el enorme potencial con el que contaría la compañía emergente para llegar a transformar el universo de los materiales a través de la biología. Un propósito al que precisamente irán destinados los fondos recaudados, cuyo uso irá dirigido a acelerar las inversiones en las labores de investigación, de desarrollo y de escalado del biomaterial Lunaform, la fibra insignia de la compañía, a impulsar los planes de construcción de una planta de producción a escala industrial en Turquía, y a fomentar la investigación en el desarrollo de nuevos materiales. Unas fibras que en cualquier caso seguirán tratando de responder a los objetivos fundacionales de Gozen, asentados sobre su compromiso de crear nuevos materiales biológicos con el potencial de reemplazar los materiales tradicionalmente empleados en las industrias de la moda y de la automoción. Un propósito sobre el que escalarán de manera considerable para el caso de finalmente llegar a poner en marcha esas nuevas instalaciones proyectadas en Turquía, y que están llamadas a contribuir de manera significativa al objetivo de Gozen de alcanzar una producción anual de Lunaform de más de 1 millón de pies cuadrados, unos 92 900 metros cuadrados.
“En Gozen producimos biomateriales avanzados de nueva generación con el potencial de desbloquear el diseño circular”, sostiene a este mismo respecto Ece Gozen, fundadora y directora ejecutiva de Gozen, a lo largo de unas declaraciones difundidas desde la dirección de la misma compañía emergente con sede en California. “Con esta inversión”, analiza, “hemos demostrado que nos encontramos en la senda para aprovechar todo ese potencial y escalarlo”.
“Ahora hay mucha competencia dentro del ámbito del cuero libre de animales”, pero “siempre he creído que el enfoque de Gozen podría superara a todos los demás, en términos tanto de rendimiento como económicos”, apunta por su parte Po Bronson, director general de IndieBio, una de las carteras de inversión de SOSV y primer inversor de Gozen. Frente a esos potenciales, estos han resultado ser aspectos que ya “hemos demostrado con el lanzamiento de nuestro primer producto comercial, nada menos que en la Semana de la Moda de París”. Un lanzamiento llevado a cabo de la mano de Balenciaga, y con el que “hemos logrado en meses lo que a otros les ha tomado años hacer”.
Lunaform: un disruptivo material biotextil, presentado de la mano de Balenciaga
Como bien venimos señalando, como base del actual modelo operativo y de investigación de Gozen se encuentra la disruptiva fibra biotecnológica Gozen. Un material que era presentado oficialmente, tal y como ya anunciábamos desde FashionUnited a comienzos del pasado mes de octubre, durante la última edición de la Semana de la Moda de París, de la mano de la casa Balenciaga. Firma junto a la que desde Gozen venían colaborando desde hacía dos años, en el marco de una asociación durante la cual los equipos de ambas compañías trabajaron mano a mano en el desarrollo de este biomaterial, que debía de alcanzar a responder a las altísimas prestaciones que se exigen desde Balenciaga a todo y cada uno de los tejidos que entran a emplear como materia prima de cualquiera de sus diseños. Siendo esta una asociación que terminaba de encontrar así su punto culmen, en la presentación de un abrigo negro en corte albornoz confeccionado en Lunaform, como pieza clave de la nueva y última colección de Balenciaga presentada en octubre, para la próxima temporada de Verano de 2024.
Entre las singularidades con las que se presenta este nuevo material, a diferencia de cualquier otro cuero vegetal, que normalmente se componen y se obtienen a partir de una mezcla y combinación de materiales, el Lunaform, explican desde Gozen, se crea en su totalidad a partir de un único proceso, en el que se combinan biología y ciencia. Este arranca desde un entorno rico en nutrientes, donde una serie de microorganismos vivos terminan creando una serie de esquemas intrincados y ultracistalinos, a los que posteriormente se introducen una suma de agentes naturales, completando la combinación de elementos que comienzan a formar un supermaterial en 3D. Un material de base totalmente biológica, del que termina finalmente por derivarse un Lunaform que, gracias a las singularidades de todo este proceso, se muestra al final del proceso como un material singular y completamente formado, con además, defienden desde Gozen, una notable resistencia a la tracción y con una flexibilidad natural por encima de la de cualquier otro cuero vegano.
“Su método de fabricación”, que dura solamente 10 días, “es totalmente vegano, no transgénico y evita el uso de productos químicos sintéticos agresivos”, subrayan desde Gozen, más aún si tenemos en cuenta que como resultado del mismo se “evita la necesidad de curtir” este cuero biológico en una etapa posterior. “Más que estar compuesto de microorganismos, es un subproducto de su actividad innata”, explican desde la start-up, sobre este material biotecnológico que “a diferencia de los cueros obtenidos a base de plantas”, en línea con lo ya expuesto, “se crea a partir de un único proceso, lo que permite que su resistencia a la tracción supere a la de los materiales vegetales y obtenidos a base de micelios, según lo testado con estándares externos”. “Con un grosor base de tan solo 0,2 milímetros, es más resistente y fino que el cuero animal tradicional y presenta una caída natural y una suavidad que lo diferencian de otras alternativas existentes”. Y es que “producido en grandes láminas de hasta 13 pies cuadrados (1,2 metros cuadrados) de un espesor y una textura personalizables, Lunaform”, apostillan desde Gozen, “ofrece una versatilidad de diseño sin precedentes, como se muestra en el maxi abrigo-albornoz Lunaform de Balenciaga”.
“Nuestra misión trasciende y va más allá de la innovación en materiales”, puesto que de lo que se trata es “de reinventar nuestra relación con el mundo natural”, defendía de manera vehemente la propia Ece Gozen con motivo de la presentación de ese primer diseño hecho con Lunaform, presentado a comienzos de octubre de la mano de la casa de modas francesa. Y precisamente “al asociarnos con una marca tan visionaria como Balenciaga”, defendía, “nos hemos acercado y hemos dado un paso más hacia nuestro objetivo”.