Las acciones de Puig caen a la cota de los 15 euros el título
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Madrid – Los títulos de Puig siguen desinflando su valor en la Bolsa española, donde han pasado ya a cotizar en la cota de los 15 euros por acción. Un valor bien alejado de los 24,50 euros el título a los que salieron a cotizar el pasado mes de mayo de 2024, concatenando desde entonces una constante depreciación de su valor.
Si decepcionante para la dirección de la multinacional española de la perfumería, la moda y la cosmética resultó ya el ver caer el precio de sus acciones por debajo de los 20 euros el título, sin duda no habrá sido plato de buen gusto el ver cómo este lunes, 31 de marzo de 2025, a las puertas de conmemorar, el próximo 3 de mayo, su primer aniversario como compañía cotizada, la compañía volvía a marcar un nuevo punto de inflexión sobre su histórico, pero tras ver caer el valor de sus acciones hasta los 15,81 euros el título. El valor más bajo, hasta el momento de escribir estas líneas, al que han terminado por caer el precio de las acciones de Puig, acumulando así a sus espaldas una depreciación del valor de sus acciones de un -35,46 por ciento, desde ese precio de salida a los 24,50 euros, y el mínimo máximo, hasta ahora, de esos 15,81 euros la acción a los que ha llegado a caer el precio de las acciones de la multinacional española.
Como de este modo un último paso significativo en la pérdida de valor de las acciones de la compañía de la perfumería, la moda y la belleza española, las acciones de Puig caían finalmente esta mañana de la cota de los 16 euros sobre la que habían venido logrado mantenerse, eso sí a muy duras penas, durante esta pasada semana, tras abrir la sesión de este lunes, 31 de marzo, en los 16,32 euros el título. Un valor que ya representaba una caída de un -1,21 por ciento sobre los 16,52 euros en los que las acciones de Puig cerraban la sesión de cotización del pasado viernes, y precio sobre el que los títulos de la compañía española no han hecho más que perder valor a lo largo de toda la sesión de hoy, hasta finalmente caer por debajo de los 16 euros y entrar a cotizar, por primera vez desde su salida a Bolsa, en esta nueva cota de los 15 euros la acción. Un valor sobre el que están logrando en estos momentos repuntar, en lo que faltará por ver si hasta el punto de lograr o no lograr cerrar la sesión regresando a la cota de los 16 euros, o manteniéndose en esta nueva de los 15 euros la acción.
Depreciación en barrena del valor de las acciones
Haciendo una breve recapitulación sobre cómo ha venido siendo el comportamiento que han seguido las acciones de la compañía española tras su salto al parqué, tras salir a debutar en Bolsa en esos 24,50 euros la acción, y lograr durante los siguiente meses elevar levemente el valor de sus acciones, el gran cataclismo en el desempeño en el parqué de la multinacional española llegaba tras la presentación, a comienzos del pasado mes de septiembre, y tras incorporarse el 22 de julio al índice Ibex35, de los resultados del primer semestre de ejercicio fiscal de 2024. Un periodo que la compañía completó hundiendo beneficios un -26 por ciento, principalmente como causa de los costes relacionados con su salida a Bolsa, y un desempeño que fue muy duramente recibido por los mercados e inversores, en lo que terminaba provocando la caída de las acciones de Puig de la cota de los 20 euros la acción.
A partir de ahí, y a pesar de los esfuerzos que se han llevado a cabo por presentar como “atractiva” y de un elevado potencial las acciones de la compañía, los títulos de Puig no han logrado encontrar suelo, pasando a cotizar en la cota de los 19, los 18, los 17, los 16 y ahora de los 15 euros la acción. Una entrada en barrena que no ha logrado impedir ni frenar las cuentas en nuevamente máximos históricos que la compañía presentaba a finales de este pasado mes de febrero de 2025, fecha para la que informaban de un último ejercicio completo de 2024 que Puig había logrado completar registrando ventas por 4 790 millones de euros (+11,29 por ciento de crecimiento interanual), y un beneficio neto, igualmente en máximos históricos, por 530,64 millones de euros (+14 por ciento).
De la falta de un plan estratégico, a las turbulencias por la guerra comercial impulsada por USA
Como principales causas a las que se apuntan con que estarían facilitando esta constante caída del valor de las acciones de la compañía española, en primer lugar estarían las sombras sobre las que ya hemos venido advirtiendo desde FashionUnited que presenta el modelo de negocio de Puig, y en particular en lo que atañe al verdadero valor que la compañía está sabiendo sacar a las icónicas casas de moda con las que cuenta en cartera. Un portafolio en el que se incluyen nombres de firmas de moda como Carolina Herrera, Jean Paul Gaultier, Paco Rabanne, Nina Ricci y Dries Van Noten, cuyo real desempeño es imposible de descifrar desde las cuentas de la compañía, desde donde las integran en una única partida de “Fragancias y Moda” con la que ya descubren la utilización que practican de ellas como marcas paraguas desde las que comercializar sus colecciones de fragancias.
Sin que al respecto desde la dirección de la compañía se hayan decidido a presentar ninguna clase de plan estratégico desde el que hayan terminado de poner en negro sobre blanco los que van a ser sus objetivos para el corto y medio plazo, más allá de las divagaciones que incorporaron a su folleto de salida a bolsa, y sobre las que ya advertimos del incumplimiento en el que estaba incurriendo la compañía tras su decisión de postergar de 2025 a 2031 la adquisición del capital restante de la firma cosmética Charlotte Tilbury —en lo que ya provocó una caída del valor de las acciones hasta un nuevo mínimo, entonces, de 18,04 euros la acción—, como otro factor al que se apunta con que estaría interfiriendo en la revalorización de los títulos de Puig, está el efecto para la compañía que se contempla que termine teniendo la nueva política arancelaria que se dispone a poner en vigor la nueva Administración de los Estados Unidos del presidente Donald Trump.
Se trata esta de una disrupción sobre sus operaciones sobre la que ya se pronunciaron desde Puig en el momento de la presentación de sus resultados anuales del ejercicio de 2024, señalando entonces a que contemplaban “una implementación de aranceles en Estados Unidos en línea con estimaciones internas”. Unas estimaciones sobre las que no añadían mayor detalle, pero desde las cuales, como resultado, preveían que los ingresos netos del grupo para 2025 crecieran en el rango de ente un +6 a un +8 por ciento, en términos comparables. Todo ello a lo largo de un ejercicio sobre el que advertían que la compañía seguiría manteniéndose en “un enfoque muy selectivo en materia de fusiones y adquisiciones”, confirmando con ello el que se trataría de un crecimiento principalmente orgánico, y sin que estuviera previsto el acuerdo de ninguna nueva adquisición por parte de la multinacional española.
Subidas de precios en los Estados Unidos para mitigar los efectos de los aranceles
Precisamente en relación sobre ese estimado impacto que la dirección de Puig contempla que terminen ejerciendo sobre sus operaciones las nuevas tasas que se dispone a poner en vigor a las importaciones desde la nueva Administración de los Estados Unidos, se pronunciaba esta misma mañana Marc Puig, presidente ejecutivo de Puig, durante su participación en el foro económico Gran Encuentro Expansión Catalunya que se celebraba en el día de hoy en Barcelona. Una cita de la que se ha servido el presidente ejecutivo de Puig para confirmar la política “selectiva” en materia de fusiones y adquisiciones que va a seguir la compañía a lo largo de este 2025, así como para adelantar el que Puig trasladará una parte de los aranceles en Estados Unidos al precio de venta de sus productos en el país presidido por Donald Trump.
Se han tratado estas de unas palabras que han sido las que se entiende que han terminado por dar la puntilla a la caída del valor de las acciones de Puig que los títulos venían experimentando ya desde primera hora de esta mañana, pero que Marc Puig, miembro de la tercera generación de la familia Puig al frente de la compañía, relativizaba, señalando a cómo las principales competidoras del grupo son europeas, y por tanto terminarán siguiendo una estrategia paralela, contribuyendo así a mantener sin demasiada variación, se desprendía de sus palabras, el actual reparto del mercado de la belleza en los Estados Unidos. Un país que sitúan desde Puig como su primer mercado por volumen de negocio, aunque anclado en una región de las Américas que, con ventas por 1 714,6 millones de euros (+11,1 por ciento), se sitúa por detrás de EMEA, con ventas por 2 620 millones de euros (+12,8 por ciento), y por encima de Asia/Pacífico, con ventas por 455,1 millones de euros (+3,7 por ciento), en nivel de facturación dentro de las cuentas del grupo.
“La gran mayoría de nuestros competidores en un mercado como el mercado americano, son de base europea”, y “por lo tanto, todos tendremos los mismos incentivos” para desempeñarse en el país, señalaba Marc Puig durante su intervención de esta mañana en el citado foro económico. “El ‘Good Girl’ de Carolina Herrera es número uno de ventas en perfumería femenina de Estados Unidos”, aseguraba, y el que a un consumidor le suban “el +5, el +10 por ciento del precio”, eso va a llevar a que le resulte “difícil gastarlo” y destinarlo a otros fines, analizaba el presidente de Puig, confiando con sus palabras en la fortaleza de su posición en el mercado, y señalando al efecto perjudicial para la competencia y para las empresas estadounidenses, y no para Puig, que contempla que puedan terminar por generar la imposición de estos aranceles. Y es que “el 80, o 85, por ciento de los competidores de esa marca en Estados Unidos, son europeos”, reiteraba, y “por tanto nuestra” es “muy probable que una parte importante de ese impacto que tengan los aranceles se traslade al precio del producto”.
- Las acciones de Puig han experimentado una depreciación significativa desde su salida a bolsa en mayo de 2024, cayendo de 24,50 euros hasta la cota de los 15 euros por acción.
- Entre las causas de esta caída se encontrarían la falta de un plan estratégico claro, el presunto incumplimiento de objetivos con el retraso en la adquisición de Charlotte Tilbury, y el impacto de las nuevas políticas arancelarias de Estados Unidos, que la compañía contempla trasladar a los precios de venta en el país norteamericano.
- A pesar de los resultados positivos en ventas y beneficios, la incertidumbre sobre el modelo de negocio y la estrategia de Puig habrían generado una falta de confianza en el mercado, lo que estaría afectando negativamente al valor de sus acciones.