LFW redefine su temporada de moda masculina para lograr una inclusión más amplia

Un año después de que se anunciara que el Consejo de la Moda Británica (BFC, por sus siglas en inglés) llevaría a cabo una renovación significativa de su misión general, ahora estamos presenciando los primeros pasos concretos para implementar esos planes. Una parte crucial de este proceso es la redefinición de la edición de moda masculina de la Semana de la Moda de Londres (LFW) como un "momento cultural". Este enfoque representa una ampliación de categorías y un respaldo a la industria local del Reino Unido.

Bajo el nuevo estandarte de LFW junio, y en lugar de desfiles y presentaciones, se organizaron eventos de networking, paneles de discusión, oportunidades de compras en tiendas e incluso clubes de carrera o clubes de lectura, ampliando la amplitud y el alcance de la semana de la moda en general con la esperanza de abrir posibilidades para la inclusión de más categorías. Sin embargo, en el centro del evento se encontraba una exposición en el Instituto de Arte Contemporáneo (ICA, por sus siglas en inglés), donde se había invitado a selectos curadores invitados a montar exhibiciones basadas en el trabajo de fotógrafos que reflejaban tres culturas elegidas: la cultura negra centrada en el amor propio, la cultura del sur de Asia con un enfoque en el patrón, textil y artesanía, y la cultura queer, con jóvenes creativos trans en primera línea.

La idea detrás del evento, donde también estuvieron presentes looks de diseñadores como Ahluwalia y Labrum, era poner en el centro de atención a comunidades que han hecho una "contribución rica y significativa a la industria de la moda británica", sentando un precedente para las charlas, discusiones y paneles que tuvieron lugar durante el fin de semana, y que notablemente se abrieron al público por primera vez. El sábado, por ejemplo, la periodista Kemi Alemoru moderó un panel sobre "activismo performativo en la industria de la moda", seguido más tarde por una cena "celebrando el impacto del sur de Asia en la moda británica".

Cuatro marcas de moda masculina exploran la idea de recontextualización

Los desfiles liderados por marcas que sí tuvieron lugar fueron mínimos, con solo cuatro etiquetas de moda masculina en la agenda de tres días, del 7 al 9 de junio, tres de las cuales presentaron pasarelas; Denzilpatrick, Qasimi y Charles Jeffrey Loverboy, este último celebrando su décimo aniversario, mientras que Harri optó por un formato de presentación.

Al igual que LFW en su conjunto, también hubo un sentido de recontextualización entre los diseñadores participantes. Para Qasimi, por ejemplo, se examinaron los monumentos históricos y sus roles en la sociedad a través de una lente moderna, lo que resultó en la formación de siluetas fluidas y estructurales que simbolizaban la "naturaleza siempre cambiante" de dichos edificios. Charles Jeffrey Loverboy, por otro lado, dijo que había dejado de lado su anterior "enfoque basado en la narrativa" para sumergirse en el concepto de "tiempo queer", centrado en la homosexualidad como un reflejo del tiempo mismo y sus relaciones con el pasado, el presente y el futuro.

Este programa reducido lleva a LFW, que ahora celebra su 40º año, aún más lejos del ambiente más bullicioso que alguna vez tuvo en la ciudad. Anteriormente operando bajo los títulos "London Fashion: Collections" y luego "London Fashion Week Men's".

Este artículo fue publicado originalmente en FashionUnited.COM, y posteriormente traducido del inglés al español y editado.