Conoce a Paola Rossi, la creadora de la primera marca de trajes para mujeres

Buenos Aires - La argentina Paola Rossi es arquitecta e interiorista. En 2019 lanzó su marca “Rossi Tuxedo”, especializada en trajes para mujeres, en la semana de la moda de Nueva York y en París donde logró empezar a tener presencia a nivel internacional. La firma tiene un concepto muy fuerte sobre empoderamiento femenino que se puede ver en las prendas confeccionadas por sastres argentinos.

Hoy Rossi está radicada en Miami, desde donde continúa trabajando de su profesión y desarrollando su proyecto de moda que ya fue parte de más de 85 editoriales a nivel global.

FashionUnited tuvo la posibilidad de conversar con ella sobre los inicios y el ADN de su marca, cómo adaptó sus productos a los tiempos de pandemia y sus próximos planes.

¿De dónde vino la inquietud de lanzar una marca de moda?

Por mi profesión siempre me gustó vestirme con trajes, de alguna manera me hacen sentir empoderada y respetada. Me costaba mucho conseguirlos y terminaba mandándomelos a hacer. Si no, tenía que caer en marcas low cost o en firmas de lujo, con precios poco accesibles. Ahí vi que había una oportunidad, me puse a investigar y me di cuenta de que no existía a nivel mundial una marca que se dedicara exclusivamente a trajes.

El concepto de la marca es muy fuerte, ¿cómo llegaste a elaborarlo?

Creo que en este momento la mujer está encontrando un lugar al que le costó muchos años llegar y mi concepto va muy atado a eso: empoderamiento de la mujer, bisexualidad, etc. Cuando empezamos, mi objetivo era que toda mujer se sintiera bien teniendo un esmoquin en su placard con la posibilidad de usarlo cuando quisiera.

¿Tenías la idea y el concepto, qué hiciste para que la marca se volviera una realidad?

Estuve varios años con esta idea. Traté de buscar socios en distintas personas que yo creía que eran del mercado textil, del que yo era totalmente ajena. Pero las cosas se dieron de tal manera que emprendí sola. Conocí a la actriz y modelo Calu Rivero y a la modelo Jimena Butilengo, una estaba viviendo en Nueva York y la otra en París, así que les conté el concepto a las dos. Les encantó, enseguida me pasaron sus medidas y les diseñé dos tuxedos a cada una y dos más para mí. Así que fui al Fashion Week de Nueva York con seis trajes y me lancé. Calu y Jimena los usaron para asistir a desfiles y ese fue un poco el puntapié inicial en septiembre de 2019. Me di cuenta de que si seguía dando vueltas la idea iba a dejar de ser original e íbamos a perder el impacto que después tuvimos con el concepto.

¿Cómo siguió todo después del lanzamiento?

Al momento de presentarme en Nueva York ya tenía acuerdos con dos showrooms para vender ahí. Además, mandé mi colección a París y también, a través de un showroom, se hicieron las primeras ventas. El problema que tuvimos fue que 10 días después se declaró la pandemia y todas las ventas que habíamos hecho al por mayor se cancelaron. Así que desde ese momento hemos estado trabajando a través de nuestro e-commerce de manera minorista.

¿Quiénes son tus clientas?

Mujeres de todo tipo, de una edad promedio de 40 años. Muchas son profesionales. Me gusta el diseño con materiales nobles, no me gusta lo que quiere ser y no es. Las prendas están hechas a mano por sastres que trabajan a medida, usamos botones Swarovski, de perlas, o forrados, por lo que el costo final termina siendo un tanto oneroso, pero son esas prendas para toda la vida. No llegamos a competir con una marca de primera línea a nivel precios, pero la compra es una inversión que la clienta hace. En Estados Unidos, un traje de los nuestros sale entre 800 y 1000 dólares.

¿De qué manera te impactó la pandemia?

En plena pandemia me encontré con que nuestra realidad era el zoom, encerradas en casa, salir a hacer compras y hacerse cargo de todo. Todo eso me hizo ver que mis trajes no eran para este momento y tenía que encontrar algo que me diera una oportunidad de ventas en plena crisis. Así surgió una colección de kimonos que tuvieron mucho éxito porque servían para todo: para estar en casa y para salir a la calle.

¿Cómo te preparas para lo que viene?

Creo que el lujo todavía no va a volver, aún estamos haciendo el duelo porque ha muerto muchísima gente y no estamos en situación de salir a festejar nada. Así que para el verano 2022 no me sentía a gusto haciendo una colección que fuera demasiado lujosa sino más bien quería ir por lo que necesitamos. Así que son prendas de lino blanco y negro, algunos estampados. Fui un poco por la deconstrucción total con espaldas desnudas, tajos o falta de mangas, shorts, etc.

¿Cuáles son los planes para tu marca?

Tengo ganas de armar una propuesta masculina que no sea muy estricta y estoy detrás de una colección de sandalias. Además, me gustaría hacer una fundación detrás de Rossi Tuxedo, donde lo recaudado sea para ayudar a las mujeres y sus luchas. Estoy muy orgullosa de todo lo que se generó con la marca.