Barbara Tfank, de vestuarista de cine a diseñadora de Michelle Obama
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Es la elegida de la Primera Dama estadounidense, trabajó como asesora de vestuario para producciones de Hollywood durante diez años y desde hace quince tiene su propia marca. Sus prendas se pueden encontrar en tiendas departamentales de Estados Unidos y Europa como, Neiman Marcus y Harrods.
Barbara Tfank visitó Buenos Aires y participó en la Embajada estadounidense del evento solidario Sotheby’s International Realty Six O’Clock Tea, que organiza anualmente Carminne Dodero. Allí presentó parte de las colecciones de otoño y primavera 2016, y cuatro de los vestidos que lució Michelle Obama.
FashionUnited tuvo la oportunidad de conversar con Tfank sobre su experiencia, su marca y su visión sobre la actualidad de la industria de la moda internacional.
¿Qué significa para usted vestir a Michelle Obama?
Para mí es un honor, ella es muy elegante y abierta a la hora de las propuestas. Yo trabajo directamente con su estilista, Meredith y ella es la que me da los lineamientos de lo que la Señora Obama necesita. Es una tarea muy interesante, donde hay que estar en todos los detalles. Por ejemplo, muchas veces hay que tener en cuenta si estará hablando con niños y si deberá estar muy cómoda para poder moverse con facilidad. Además, hay cuestiones de protocolo en algunos casos, donde es necesario saber para qué ocasión o en qué país usará el vestido.
¿Además de vestir a Michelle Obama, también participó de un proyecto educativo en la Casa Blanca?
Tuve la oportunidad de ser parte de un programa que organizó la Casa Blanca. Por primera vez se hizo un taller de moda para estudiantes de la zona de Washington DC y Nueva York. Uno de los días compartimos junto a Anna Wintour, de Vogue, y a la diseñadora, Diane Von Furstenberg unas clases especiales. La iniciativa estaba dirigida a estudiantes de moda pero no solamente de diseño, sino que también, de negocios, periodismo y nuevos emprendedores, eso hizo que fuera realmente interesante el intercambio con ellos. Además, hacerlo en el marco de la Casa Blanca fue fantástico.
¿Cómo ve la situación de la industria de la moda internacional y los cambios que se están dando a nivel de las grandes marcas?
Creo que son cambios que, de alguna manera, eran necesarios. Siempre he apoyado la moda slow, que tiene que ver con la sustentabilidad por encima del fast fashion y mis colecciones se inclinan hacia lo slow. Me parece que cada vez hay más marcas que están tomando ese camino.
Hace algunos años he dejado de hacer desfiles y grandes presentaciones. Decidí realizar anualmente dos colecciones, venía haciendo demasiado y no creo que finalmente más signifique mejor.
Entonces hay ciertos cambios que también decidió aplicar para su marca.
Si, en las colecciones que hago ahora trato de incluir cosas que las clientas puedan ordenar al instante, así que pueden ver el vestido y yo puedo tenerlo listo en dos semanas.
Actualmente hago presentaciones privadas y recorro mucho las tiendas que tienen mis productos, así que las clientas me encuentran ahí y en muchas ocasiones me piden cosas específicas.
Por otro lado, mis colecciones no están demasiado atadas a las diferencias que hay entre las temporadas. Casi no trabajo con lanas pesadas, me inclino más hacia el brocato, la seda y otros materiales que se pueden usar durante todo el año. Eso también lo hace económicamente conveniente para la gente. Es mejor invertir en un buen vestido o abrigo que tener muchas prendas que no sean buenas. Eso es más práctico, queda mejor y dura más.
Trabajó durante una década como vestuarista de cine, ¿qué le dejó esa experiencia y que le sumó como marca?
Trabajar para películas fue una experiencia fantástica, donde aprendí mucho de la cámara. Y, hoy que se ven tantas fotos en las redes sociales, el tema de cómo hacer que se vean bien las prendas en las fotografías es una habilidad.
Hay cosas similares entre vestir a personajes de ficción y a clientes: las prendas le deben quedar bien a todos y deben sentirse a gusto con ellas.
Cuando visto a actores que deben cumplir un rol, el look está apoyado por un guion y debe ser adecuado al personaje. En este caso, no se trata de lo que yo quiero transmitir, es algo diferente lo que sucede cuando diseño para mis clientas en general, donde ya hay otras cosas involucradas.
Fotos: Six O´clock Tea