Daniel Lee “baja” Burberry a la calle
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En la que se presentaba como la gran e indispensable cita con la moda de esta última edición de la Semana de la Moda de Londres, a última hora de la tarde de este lunes 20 de febrero de 2023 el diseñador británico Daniel Lee debutaba al frente de la dirección creativa de Burberry presentando su primera colección para la casa. Una propuesta con la que ya no solamente venía a marcar el arranque de esta nueva etapa a la que se abre la firma bajo su dirección, si no un auténtico y profundo punto y aparte de con respecto a lo que había venido siendo su evolución bajo la anterior dirección, liderada por el diseñador italiano Riccardo Tisci.
Manteniéndose eso sí fiel al mismo principio relacionado con la naturaleza y con la exploración del mundo natural que termina por hilar la historia misma de Burberry, desde su fundación y hasta llegar a las etapas de Tisci y, ahora, de Lee, el diseñador británico ha presentando una primera colección de marcadísimas líneas urbanas. Unas formas y unas hechuras construidas a partir de la combinación de referencias venidas de la práctica de la expedición y de la vida urbana que se sucede en las calles de las principales ciudades y capitales del mundo; cruce de influencias con las que ha terminado por borrar todo rastro del “lujo moderno” que desde Burberry se cuidaron tanto de tratar de cultivar durante la etapa al frente de la compañía del tándem formado por Tisci y Marco Gobbetti, hasta que este tomase la decisión de abandonar la dirección de la compañía británica para ocupar el cargo de director ejecutivo de Salvatore Ferragamo.
Una decidida, y para nada exenta de grandes riesgos, así pues esta apuesta por la que ha terminado apostando Lee para su colección de debut, en lo que faltará ahora por comprobar si, como parecen ser sus intenciones, con ella consigue mantener la exclusividad de Burberry en sus esfuerzos por asimilarla a lo que sería la línea de moda urbana de una suerte de Off-White; o si por el contrario solamente logra hacer con ella retrotraer a la compañía a sus más inmediatas anteriores décadas. Unos años en los que Burberry se mantenía llanamente como una firma de moda “premium”, y durante los que no podía, ni soñaba, con entrar a competir y a poder mirar de tú a tú a casas de la talla de Louis Vuitton, Gucci o Balenciaga. Un objetivo que era el que precisamente se marcaban desde la dirección de la casa británica para con los años en los que se mantuvo bajo la dirección Gobbetti/Tisci, y cuyos avances parece ahora poner en un cierto peligro esta “bajada” a la calle y esta decidida decisión de Lee por abrazarse a la moda urbana, del modo en el que lo ha terminado haciendo. Un cambio de lenguaje que no obstante tratan de defender desde las filas de Burberry como el fruto de una nueva vuelta a los orígenes más singulares de la casa británica.
Entre coloridos tartanes y gabardinas deconstruidas
Para dar a conocer esta primera colección de debut de Daniel Lee al frente de Burberry, la casa organizó un desfile desde el londinense Kennington Park de la capital británica. Espectáculo que no quisieron perderse invitados de la casa de la talla de Bianca Jagger, la diseñadora Grace Wales Booner, Juergen Teller, Martine Rose o la actriz Vanessa Redgrave, y que terminó por sucederse desde el interior de un espacio diseñado por el propio Daniel Lee. Una suerte de carpa/pabellón inspirada en las tiendas de Burberry de finales del siglo XIX y principios del XX, que terminaba construyendo una atmósfera íntima y acogedora, en lo que al tiempo servía para, una vez más, dejar clara y patente esa histórica conexión de Burberry con los mundos de la exploración y del aire libre.
En cuanto a las características ya de diseño de esta colección de debut, nos encontramos frene a una propuesta ideada de cara a la próxima temporada Otoño/Invierno de 2023/2024, que llega armada sobre una paleta cromática en la que priman las tonalidades ocres y oscuras, en acentos de borgoñas, morados y verdes oliva, junto a electrizantes destellos en azul Klein. Colores que de este modo son sobre los que se termina por dar cuerpo a una propuesta, dominada igualmente en su apartado de acabaos por la profusión de motivos inspirados en el tradicional y característico patrón de cuadros en forma de tartán de Burberry. Un “Burberry Check” que encontraremos en esta colección recubriendo, junto al nuevo logotipo del caballero a caballo de Burberry, la práctica totalidad de los diseños, mientras que a su misma vez se pasan a incorporar los primeros elementos iconográficos de esta nueva era Daniel Lee de Burberry, motivos que han terminado cobrando vida dentro de esta primera colección del diseñador británico en forma de patos y de referencias a la rosa, flor nacional de Inglaterra.
Sumando de este modo toda esta suerte de singularidades, como piezas más destacadas de esta colección podremos encontrar desde esas piezas de sastrería, abrigos y prendas de punto confeccionadas a partir de un estampado en patrón en tartán, hasta los suéteres decorados con motivos de rombos y rosas, unas tradicionales gabardinas que adoptan su versión más deconstruida y oversize, o esa amplia serie de abrigos y de complementos recubiertos de un provocativo acabado efecto pelo, eso sí elaborado a partir de pelo sintético.
“Como marca moderna británica de lujo, no utilizamos pieles auténticas ni pieles exóticas”, puntualizan desde la dirección de la casa de modas británica. Un compromiso para el que, en lo que respecta a este desfile, igualmente se han “tomado medidas para reducir el impacto ambiental”, en línea “con el objetivo de Burberry de certificar todas sus presentaciones y eventos como neutras en emisiones de carbono”. Una asunción de responsabilidad a las que además se ha terminado por sumar el que, añaden desde la firma de moda británica, “todos los materiales utilizados en la colección se han obtenido de manera responsable, de acuerdo con la Responsible Sourcing Policy de Burberry”.