De Pablo Erroz y Charo Ruiz: la reina Letizia sale a reivindicar el buen “saber hacer” balear

Una vez ya concluida su última reunión de trabajo en Madrid, sobre Salud Mental desde la sede de UNICEF del Comité Español, Su Majestad la Reina abandonaba la capital para poner nuevamente rumbo a Mallorca. Isla en la que, como viene siendo tradición desde el reinado de Juan Carlos I, la familia real española viene disfrutando del periodo estival, en lo que, y lejos de ser unas vacaciones al uso, se convierten en una sucesión de jornadas repletas de actos y actividades que sirven para potenciar y poner en valor el papel de España, en general, y el de las Islas Baleares, en particular, como potencia turística a escala global. Un reconocimiento que es el mismo que hizo al país merecedor de esa distinción como sede de Organización Mundial del Turismo, que sigue ejerciendo desde la ciudad de Madrid.

En este contexto, tras su llegada a Palma de Mallorca la reina Letizia se encargaba de presidir, este pasado domingo 31 de julio, el acto de clausura de la 12ª edición del “Atlàntida Mallorca Film Fest 2022” desde el Centro Cultural “La Misericordia”. Primer evento oficial del que participaba la Reina este año en suelo balear, en el marco de la estancia que durante el mes de agosto practicará la familia real española en las islas, y acto que servía igualmente para abrir una semana de actividades que ha venido protagonizada por dos destacadas citas: la visita de la familia real al conjunto monumental y artístico de la Cartuja de Valldemossa, localidad situada en la parte occidental de la isla de Mallorca, y por la recepción ofrecida, en la noche de ayer, a las autoridades de las Islas Baleares y a una representación de la sociedad civil de las islas; evento organizado con motivo de la estancia estival de la Familia Real en Palma, que por primera vez se practicaba desde el Palacio de Marivent.

Dos actos estos de especial repercusión mediática, para los que Su Majestad la Reina se decidía nuevamente a apostar por moda española, y de manera más precisa por las creaciones de Pablo Erroz, uno de los diseñadores nacionales de mayor consideración y relevancia, y de Charo Ruiz. Casa esta última especializada en moda de autor, cuyas creaciones ya se distribuyen a través de una red formada por más de 200 puntos venta repartidos por 150 países, pudiéndose encontrar como parte de la oferta, tanto física como digital, de minoristas de la talla de Net-A-Porter, Joseph, Harrods o Harvey Nichols.

Defendiendo los valores artesanales, con el tejido Ikat de Pablo Erroz

Oficializando de esta suerte la llegada en pleno de la Familia Real a Mallorca, era cuando este mismo lunes 1 de agosto Sus Majestades los Reyes, acompañados de la Princesa de Asturias y de la Infanta Doña Sofía, realizaban su visita al complejo de la Cartuja de Valldemossa. Un conjunto monumental, explican desde la Casa de Su Majestad el Rey, construido inicialmente en 1309 como palacio real, y cedido a los monjes cartujos en 1399, en cuyo interior actualmente se disponen las piezas de diferentes colecciones artísticas, vinculadas tanto a la historia del propio edificio y a la herencia recibida de los monjes cartujos, a la farmacia con la que llegó a contar el propio monasterio, o las estancias que en el practicaron figuras como las de Chopin, George Sand o Ruben Dario. Una oferta cultural que termina de completarse con las salas ocupadas por el propio Museo Municipal de Valldemossa, con espacios dedicados a la imprenta Guasp, al Archiduque Luis Salvador, a los pintores de la Sierra de Tramuntana y a su colección de arte contemporáneo.

Era en el marco de este evento, que servía para tomar la fotografía familiar por la que será recordada esta estancia de la Familia Real en Mallorca, para el que Su Majestad la Reina decidía apostar por un diseño del diseñador mallorquín Pablo Erroz. Creativo que ha sabido distinguirse dentro de la escena de la moda española por su saber hacer a la hora de aunar compromiso ético y ambiental, con una férrea defensa de los trabajos y los valores artesanales y una descarada apuesta por las nuevas tecnologías. Una decisión esta última que tomaba especialmente cuerpo con el lanzamiento, hace escasamente unos meses, de una primera colección de NFTs, construida a partir de los modelos presentados como parte de la colección “Non-Seasonal 22.23” que el diseñador mallorquín llevaba a la pasarela de MBFWMadrid en su última edición de marzo.

Como parte de esa misma colección, Erroz desvelaba un conjunto de prendas confeccionadas en Mallorca en el tradicional tejido “Ikat” mallorquín. Un material fabricado a partir de fibras 100 por cien algodón, en colaboración con el taller de Artesanía Textil Bujosa de la localidad de Santa Maria. Una empresa familiar de tercera generación fundada en Mallorca en torno al año 1949, heredera de un proceso artesanal que Erroz se decidía a poner en valor situándolo en el corazón mismo de su última colección, en una misma acción en la que ahora se ha decidido a acompañarle la reina Letizia. Quien para esta visita a la Cartuja de Valldemossa se decidía por una falda midi confeccionada a partir de ese mismo exclusivo Ikat mallorquín, creado por el diseñador en colaboración con el taller Bujosa.

De Charo Ruiz para abrir las puertas de Marivent

Tras la visita del lunes de la familia a Valldemossa, y después de una semana que ha venido marcada por el Juramento del nuevo Fiscal General del Estado y del tradicional despacho de Su Majestad el Rey con el presidente del Gobierno, Pedo Sánchez, ayer por la tarde-noche tenía lugar esa recepción ofrecida por la Familia Real a los representantes políticos y de la sociedad de las Islas Baleares.

Acompañados en esta ocasión por la reina Doña Sofía, los Reyes de España se encargaron de dar la bienvenida al Palacio de Marivent a la presidenta de las Islas Baleares, Francina Armengol; el presidente del Parlamento de las islas, Vicenç de Paül Thomàs; a la delegada del Gobierno en la Comunidad Autónoma, Aina Calvo; al alcalde de Palma, José Hila; y el comandante general de Baleares, Fernando Luis Gracia; entre otras autoridades, a las que terminarían por sumarse en torno a cerca de 400 invitados, entre los que se encontraban nombres como los de la escritora Carme Riera, el del cocinero Koldo Royo, el del pastelero Lluís Péez, o el propio diseñador Pablo Erroz.

Para este acto, la Reina escogió en esta ocasión un diseño de la firma ibicenca Charo Ruiz, que se encargó de completar con pendientes de la la diseñadora mallorquina Isabel Guarch. En lo que atañe al vestid firmado por Ruiz, casa a la que ya ha recurrido en más de una ocasión la Reina durante sus veranos en Mallorca, se trata del conocido como vestido Aryana de la colección “Barbary Paradise” de la firma. Un modelo largo, con cuerpo engomado y escote corazón, desarrollado en colaboración con el artista Sebastian Marcgraham, y que la reina Letizia a lucido en su variedad con fondo en color terracota, de entre los modelos con fondo azul cielo y negro en los que también se encuentra disponible la pieza. Un vestido con un precio de venta de 439 euros, y actualmente rebajado a 351,20 euros en la página online oficial de Charo Ruiz.

Se trata esta de una prenda en algodón 100 por cien, “combinado con puntillas de guipur y blonda”, un material que “nos permite crear modelos muy genuinos, cómodos, versátiles y muy favorecedores”, se encarga de destacar la propia diseñadora, a través de unas declaraciones que nos hacen llegar desde la propia firma de moda ibicenca. “Las prendas confeccionadas en este tejido permiten un espectacular movimiento potenciando la silueta, uno de los elementos clave de la firma donde destacan los escotes profundos, las mangas con fruncidos y volantes, los vestidos maxi, las túnicas vaporosas con formas oversize y los largos asimétricos”, añaden desde Charo Ruiz. Singularidades que en este caso concreto, además de con el atractivo y veraniego patrón diseñado por Marcgraham, se ven potenciadas con esa “silueta en ‘A’ muy favorecedora que va in crescendo a medida que se expande hacia la voluminosa falda”, de un sugerente vestido “que deja la clavícula al descubierto” y “que se puede llevar abotonado o con una abertura central”.

Para completar este estilismo, la reina Letizia escogía unos pendientes de la colección “Formentor”, de la igualmente natural de las islas, la firma mallorquina de la diseñadora Isabel Guarch. Unos pendientes en los que se representan las siluetas de esos pinos que sobreviven al viento y a las mareas de la Sierra de Tramontana, nos explican desde la propia firma de joyería, inspirados a su vez en el poema “el Pi de Formentor”; la obra más célebre del poeta español, de finales del XIX, Miguel Costa y Llobera.