De Zara a Nike y LVMH: las principales firmas de moda y calzado, tras la deforestación del Amazonas
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Entre las nuevas políticas y buenas prácticas que en materia de sostenibilidad han implementando un buen número de destacados grupos internacionales de la moda y del textil en los últimos tiempos, se ha puesto especialmente el foco sobre el volumen de emisiones de carbono que estos generan en el seno de sus estructuras y cadenas de valor, con el fin de encauzar así una reducción de las mismas que permita hacer de la industria un sector más sostenible y comprometido con el planeta. Unas preocupaciones que se manifiestan igualmente en la incorporación de una cada vez mayor cantidad de materiales de origen reciclado o sostenible como materias primas de las colecciones, pero sobre las que no obstante sigue tendiéndose a dejar de lado una circunstancia que se destapa como clave: el aún continuo uso por parte de las grandes corporaciones de un cuero de origen animal que estaría impulsando la deforestación del Amazonas y de los bosques tropicales.
A pesar de que es cierto que muchas firmas de moda internacionales han empezado ha sustituir el cuero animal por alternativas veganas y ecológicas, productos que más bien se suelen percibir como unas alternativas más éticas que como unas alternativas más sostenibles, según un último informe elaborado por la organización internacional Stand.earth Research Group es la industria del cuero, y más concretamente la de la ganadería vacuna brasileña, la que se mostraría como la principal impulsora de la deforestación de la selva amazónica. El bosque tropical más extenso del mundo, consideración por la que recibe el título de “el pulmón del planeta”, cuya extensión se ve reducida año tras año en una ingente cantidad de millones de hectáreas, consecuencia de una deforestación, principalmente por prácticas ilegales, mediante la que se tienden a arrasar las superficies de bosque para dar espacio a nuevos pastos en los que puedan pastar las nuevas cabezas de ganado de Brasil. País que cuenta con el mayor rebaño del mundo, formado por cerca de unos 215 millones de reses según los responsables del estudio, fuente así de un lucrativo modelo industrial que hace igualmente del país uno de los principales exportadores de cuero animal a escala global. Una materia que termina tratándose y curtiéndose en otros países y ya fuera de las fronteras de Brasil, posibilitando así el que en ese trasiego termine siendo usado por un gran número de firmas y grupos de la moda internacional, que estarían participando así de este “negocio” por la deforestación de la Amazonia.
“La industria ganadera brasileña es el principal impulsor de la deforestación en la selva amazónica”, explican desde el Stand.earth Research Group. “La industria se encuentra impulsada por la demanda de carne vacuna y de cuero”, siendo este cuero brasileño “utilizado por curtidurías y fabricantes de todo el mundo para elaborar innumerables productos de marca orientados al consumidor, incluidos el calzado y artículos de moda de gama alta”.
Un mal endémico de toda la industria del cuero de Brasil
Mediante el rastreo y el análisis de cerca de unos 500.000 registros aduaneros, datos que posteriormente se han encargado de cruzar con las informaciones de múltiples fuentes y con las estadísticas elaboradas por diferentes asociaciones e instituciones como las de UN Comtrade, la base de datos de estadísticas del comercio de productos básicos de las Naciones Unidas; las de Comex Stat, las estadísticas del comercio exterior brasileño; o las de Abiec, la asociación brasileña de industrias exportadoras de carne, desde la Stand.earth se han dedicado a tratar de reconstruir el fino hilo que mantendría unidos a los principales grupos de la moda internacional con la industria ganadera brasileña. Una labor alto compleja debido a las sombras y la poca transparencia que prevalecen sobre las cadenas de suministros globales.
Para la elaboración de su estudio, tal y como explican desde Stand.earth, los trabajos de investigación se centraron en la compañía exportadora JBS, considerada la mayor exportadora de cuero de todo Brasil y la que más implicaciones tendría en las prácticas de la deforestación. Un mal no obstante que no dudan de calificar como “endémico” de toda la industria brasileña del cuero, y del que también participarían otras empresas como Minerva o Fuga Couros.
“Nuestra investigación se centró en el seguimiento del cuero exportado por JBS desde Brasil, comenzando con los clientes de primer nivel de JBS”, es decir, los “procesadores de cuero”, explican en su informe desde Stand.earth. Completándose esta primera fase identificando los principales mercados a los que los “seis principales exportadores” de cuero de Brasil, incluida JBS, hacían llegar sus pieles. A partir de aquí, “la investigación posterior se centró en realizar un seguimiento del cuero desde las curtidurías y las fábricas de China, Italia, Vietnam e India, así como desde las curtidurías secundarias en otros países como Indonesia”. Creando como resultado una enmarañada red de curtidurías y procesadoras de cuero, que serían las que se encargarían de surtir con sus productos a las principales firmas y grupos textiles de la moda internacional.
100 marcas y grupos, bajo lo sospecha de fomentar la deforestación del Amazonas
Como resultado de este estudio, fruto de unas investigaciones que desde la propia Stand.earth subrayan que se mantienen abiertas, la organización ha trazado más de 400 conexiones entre distintas empresas, vinculadas a la obtención y el curtido de cuero de Brasil y a las industrias de la moda y del calzado. Unos vínculos que en última instancia, y a la fecha de la publicación del estudio, señalarían a cerca de unas 100 marcas de moda y de calzado. Firmas que presentarían así una alta probabilidad de estar participando de la deforestación del Amazonas, con la gran mayoría mostrando un alto número de conexiones con las empresas señaladas como sus principales responsables, destacándose de entre ellas firmas y grupos tan conocidos como Adidas, Camper, VF Corp., Clarks, Dr. Martens, Puma, Nike o New Balance en el sector del calzado; y en moda desde Zara, H&M y Gap, hasta Prada, Ralph Lauren, LVMH, Lacoste, Chloe, Coach o Michael Kors.
“Cada conexión individualmente no es una prueba absoluta de que una marca use cuero procedente de la deforestación, pero demuestra que muchas marcas cuentan con un alto riesgo de estar provocando la destrucción de la selva amazónica”, puntualizan desde Stand.earth. A este respecto, aquellas, como las ya apuntada, “con múltiples conexiones con la deforestación del Amazonas tienen el mayor riesgo de estar impulsando la deforestación”.
El certificado LWG, sin garantías frente a la deforestación
A este mismo respecto, los datos además “sugieren que 22 de estas 74 empresas” con altas conexiones, un 30 por ciento, “están potencialmente incumpliendo sus propias políticas contra el abastecimiento de cuero procedente de la deforestación”, mientras que “los otros dos tercios” directamente “no cuentan con políticas relevantes” a este respecto señalan, el tiempo que denuncian la nula garantía contra esta lacra ambiental que supondría el certificado de sostenibilidad del Leather Working Group.
“Si bien el LWG afirma que abordará la deforestación en el futuro, actualmente solo califican a las curtidurías según su capacidad para rastrear el cuero hasta los mataderos, no hasta las granjas, ni brindan información sobre su los mataderos están vinculados o no con la deforestación”. “En otras palabras”, subrayan, “confiar en la certificación LWG no garantiza que las cadenas de suministros de cuero estén al margen de la deforestación”.
Como resultado así pues de sus investigaciones, desde la Stand.earth son claros y señalan que “todas las empresas que se abastecen directamente de JBS o indirectamente de JBS a través de curtidurías de cuero, están vinculadas a la deforestación de la selva amazónica”. Un problema “endémico”, como ya apuntábamos, “de toda la industria brasileña del cuero”, frente al que piden a los consumidores que se posicionen y que exijan el que “las marcas de moda dejen de usar cuero de deforestación”.