Disney x Balmain: probablemente la mejor colección de Olivier Rousteing

Madrid – Con motivo del 30 aniversario del estreno de “El Rey León”, Disney y la legendaria casa Balmain se han unido para desarrollar una colección cápsula conmemorativa, producida en edición limitada, que se pone a la venta este 8 de julio. Una propuesta que, a la luz de las primeras imágenes, y de las primeras prendas ya disponibles, se descubre como la que probablemente sea una de las mejores colecciones firmadas por Olivier Rousteing como director creativo de Balmain.

Arraigando sus raíces así pues tanto en la estética como en el colorido y en algunas de las imágenes más memorables que dejara grabadas en nuestras retinas la que ya ha pasado a ser, por méritos propios, una de las cintas más aclamadas de entre todas las producidas por Disney a lo largo de toda su prolífica historia, y ahí está para demostrarlo esa banda sonora que sigue vibrando sobre los escenarios de medio mundo, y que fue además la responsable de consagrar a la cinta, con sus dos premios Óscar, a la Mejor banda sonora y a la Mejor canción original, en el olimpo del séptimo arte, el principal propósito del proyecto era el de salir a conmemorar estos 30 años que ya han pasado desde que, el 24 de junio de 1994, se estrenase “El Rey León”. Una intención que condujo a Disney a acercarse a la casa de modas Balmain, cerrando junto a la dirección de la firma la primera colaboración entre ambas, mediante la ideación y concepción de una propuesta que no solamente serviría para dar el pistoletazo de salida a las celebraciones por este 30 aniversario del estreno de la película, sino para completar los homenajes que a lo largo de todo este año se le van a venir brindando, incluído el estreno, programado para el próximo mes de diciembre, de “Mufasa: El Rey León”; una precuela del remake de 2019 de la cinta de 1994, centrada en la historia del malogrado padre de Simba.

Siendo realmente sinceros, lo cierto es que la premisa de partida del proyecto no podría resultar menos apetecible y estimulante de antemano, desde el punto de vista creativo y del diseño, y es que más que como un excitante y retador ejercicio de creatividad, la iniciativa, como tal, parecía más bien llamada a tratar de sacar adelante el diseño de una, en cierta medida elevada, propuesta de merchandising. Eleva, sí, pero productos de merchandising de una película al fin y al cabo. Y si a esas impresiones les sumamos las últimas desnortadas colecciones firmadas por Rousteing al frente de la casa Balmain, ni mucho menos carentes de talento, pero sí de propósitos y de intención, lo cierto es que el anuncio entre la colaboración entre Disney y Balmain solamente parecía haber venido para constatar lo burdas que están resultando las últimas acciones colaborativas que están emprendiendo algunas de las principales casas de moda de la industria del lujo. Unas acciones con las que “las grandes casas de la moda” más que salir a presentar ninguna clase de nuevo discurso estimulante o atractivo, para la moda o para los consumidores, han pasado a desnudarse como meras etiquetas puestas al servicio del mejor postor. Como etiquetas que se venden y prostituyen sus logos en busca de unos intereses espurios, que más que sumar a otras están empezando a poner bajo cuestión sus propias marcas. Y esa es una peligrosa tendencia y manera de actuar que censuramos, y de la que puede que siga siendo cierto que ha ejercicio como germen de esta colección colaborativa “Disney x Balmain”, también es cierto que la mano de Rousteing, en esta ocasión particular especialmente hábil, ha logrado borrar buena parte —aunque no toda— de esa sombra de espurio lenocinio, para que quizás sea una de las mejores colecciones firmadas hasta la fecha al frente de la dirección creativa de Balmain. Una propuesta con la que además nos da una doble lección, la primera, la de que ni mucho menos una brillante colección únicamente puede sostenerse sobre discursos intrincados y, genuina o forzadamente, con apariencia y ademanes de doctos y cultos; y la segunda, que con talento y trabajo, hasta desde la premisa más comercial, se puede terminar por dar paso a la concepción de una propuesta desgarradoramente inspiradora.

La honda huella de “El Rey León” sobre las impresiones de Rousteing

Tratando de analizar la colección tomando como punto de partida justamente ambas lecciones, que no dejan de otro lado de responder a la bicefalia entre “fondo” y “forma” desde la que tratamos de profundizar en cada principal colección que se presenta desde FashionUnited, queda claro que el punto de partida de la colección está en la película de Disney, El Rey León, cuyos 30 años desde su estreno se están tratando de homenajear. Homenaje que además se descubre, para ser igualmente claros, como una suerte de “cebo” ante el próximo estreno de “Mufasa”. Partiendo de ahí, la propuesta bebe directamente de la estética de la película de 1994 (forma), cuya revisitación por parte de Rousteing y de Balmain (fondo) realmente de primeras no resulta ni genuina ni beneficiosa para la casa, más allá de los términos con los que se haya terminado de cerrar el acuerdo de colaboración con Disney. Y así sería para el caso de no entrar a ahondar en lo que Rousteing defiende que son los tres principales pilares sobre los que asienta su desempeño como director creativo de Balmain, y para el de no entrar a ahondar en lo que confiesa que ha significado esta película en concreto para él mismo.

Empezando por lo primero, el diseñador de modas francés, de ascendencia africana, defiende el trabajo que ha venido realizando durante los trece últimos años como director creativo de Balmain, sobre un total de tres pilares centrales que han marcado su producción: la profunda reverencia hacia la herencia y el legado que atesora tras sus muros la casa Balmain; la defensa a ultranza del “savoir-faire” de la Alta Costura parisina como emblema y base de todas sus colecciones; y la intención de construir nuevas realidad para la casa, a partir de sus reflexiones más íntimas y vinculadas a su propia experiencia vital. Y aquí es donde precisamente encuentra su lugar y logra echar sus raíces esta cápsula junto a Disney, despejando cualquier rastro de duda sobre su congruente desarrollo bajo el paraguas de la firma.

“Como podéis imaginar, ver a ese cachorro de león solo dar forma, y elegir a su propia familia, mientras buscaba la verdad sobre su herencia, me golpeó; para un niño adoptado, era particularmente duro”, confiesa el mismo Rousteing a través de unas declaraciones difundidas desde la dirección de la misma casa Balmain. En respuesta, el “trabajar en esta colaboración ha sido un sueño hecho realidad”, añade el diseñador francés. “Tenía sólo nueve años cuando se estrenó ‘El Rey León’, pero aún hoy, casi tres décadas después, sólo necesito cerrar los ojos para revivir esa increíble mezcla de música, imágenes y emociones”, como las ya apuntadas. “Las lecciones que asimilé mientras estaba sentado, absolutamente absorto por lo que sucedía en la gran pantalla frente a mí, han permanecido conmigo durante toda mi vida”, y por ello “regresar ahora a África para trabajar en este corto”, con el que se ha presentado la colección, después de haber podido ya descifrar parte de esa historia vital, “resulto una experiencia increíblemente conmovedora para mí”, que “liberó la misma ola de emociones que experimenté cuando vi por primera vez ‘El Rey León’”.

Entre la África de Disney y la África de Rousteing y de los nuevos artistas emergentes

Pasando ya a partir de aquí a poner el foco de atención sobre la “forma”, en cómo Rousteing ha terminado por dar forma a esa suma de impresiones y sensaciones que le despertó en su momento, y ahora nuevamente, la cinta de “El Rey León”, la cápsula se descubre construida sobre un singularmente estimulante y colorido universo cromático, influido tanto por las tonalidades saturadas y los patrones “animal print” de la cinta de Disney, como por sus mismos semejantes oriundos de la África que es al tiempo ascendiente de la cinta y del propio Rousteing, de padres adoptivos francesas, pero biológicos procedentes de Somalia y de Etiopía. Pulsiones que terminan de cristalizar en la forma de un vibrante espectro cromático dominado por las tonalidades arena, propias del pelaje de los leones; por el binomio blanco y negro, característico de las cebras; por rojos y azules “tucán”; y por verdes sabana, en marrones tierra y en relucientes dorados que deslumbran y queman como el sol.

Bajo esta colorida paleta de colores, Rousteing arma un heterogéneo microcosmos de siluetas, fluidas en ocasiones, rotundas y duras cuales corazas en otras, con las que parece salir a tratar de dar vida a todos y a cada uno de los principales protagonistas de la película de Disney. Propósito que lleva a cabo recurriendo a técnicas tradicionales de la indumentaria africana, así como a la colaboración de un destacado grupo de nuevas promesas emergentes venidas de distintos países y regiones del continente africano, cuya participación en esta colección no solo contribuye a dotarla de una mayor profundidad, sino al tiempo a elevarla como plataforma de apoyo y para la visibilización de nuevas promesas del diseño y de las artes. Promesas emergentes como el pintor sudafricano Nika Mtwana, responsable de elaborar la ilustración plasmada por Rousteing en distintas prendas en la que se muestre el rostro de una figura “afrofuturística” con una imagen de la película de “El Rey León” reflejada sobre sus gafas; el camerunés Enfant Precoce, responsable de diseñar el estampado con la figura de Simba de cachorro que, tanto en blanco y negro como en color, Rousteing ha llevado a prendas, bolsos y distintos complementos; y el también sudafricano Cassius Khumalo, autor de la ilustración de Nala que, en una combinación de negros, azules y dorados, se ha empleado como principal motivo de bolsos, camisetas y sudaderas con capucha. Tan solo algunas de las piezas que integran esta colección de prêt-à-porter, para mujer y para hombre, de entre cuyos diseños qué duda cabe que sobresalen esas combinaciones espectaculares de vestidos coraza y túnica, fruto de una genuina inspiración por parte de Rousteing en la tradición artesanal africana, de ayer y de hoy.

“Para celebrar el 30 aniversario de ‘El Rey León’, Olivier Rousteing y el equipo de Balmain han creado una colección vibrante y poderosa, que captura maravillosamente el corazón y la esencia de la icónica película y el espíritu de África”, apunta por su parte Tasia Filippatos, presidenta del departamento de Productos de Consumo de Disney. Una colección que no deja de ser fruto de una colaboración que, apostilla, “continúa con el largo legado de Disney de buscar trabajar con visionarios globales, y poner bajo el foco de atención a las futuras generaciones de creativos”.