Dolce&Gabbana demanda a Diet Prada por 600 millones de dólares
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Madrid – La firma de moda italiana Dolce&Gabbana mantiene interpuesta una demanda contra los responsables de la conocida plataforma sobre moda Diet Prada, en virtud de la cual se les reclama cerca de unos 600 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios por haber fomentado y participado del boicot contra la firma entre los consumidores asiáticos.
Presentada ante un tribunal civil de Milán el pasado año de 2019 en una acción que no trascendía hasta hace escasamente 3 días, momento en el que los propios demandados confirmaban la interposición de su primer escrito de defensa, la demanda argumenta que tanto Tony Liu como Lindsay Schuyler, responsables de la plataforma Diet Prada, deben considerarse como los responsables de las millonarias pérdidas y de los daños generados para la firma Dolce&Gabbana y a su cofundador, el diseñador Stefano Gabbana, como consecuencia del boicot contra la firma que se iniciaba entre los consumidores asiáticos hacia finales del pasado 2018. Un proceso en el que desde la firma italiana consideran que Diet Prada participó de manera activa, primero criticando abiertamente desde su cuenta oficial en la red social china Weibo la campaña publicitaria de Dolce&Gabbana lanzada para el mercado chino, y posteriormente haciéndose eco y ayudando a difundir una serie de comentarios “antiasiáticos” atribuidos a Stefano Gabbana. Unas declaraciones que si bien eran publicadas en la cuenta oficial de Gabbana en Instagram, tanto la firma de moda como el creativo siempre han defendido que fueron fruto del hackeo de la cuenta oficial del diseñador.
Como respuesta a esta sucesión de acontecimientos, primeramente la firma se vio empujada a retirar la tan comentada campaña publicitaria. Compuesta por una serie de vídeos cortos en los que podía observarse a la modelo china Zuo Ye intentando comer diferentes platos propios de la gastronomía italiana con unos palillos chinos. Una acción que fue duramente criticada por Diet Prada, desde donde entendían que la campaña ofrecía una visión estereotipada y sexista de la mujer asiática, a pesar de que esta tenía como objetivo el de servir tanto de irónica muestra de la fusión entre ambas culturas, como el de promocionar la celebración del próximo desfile de la firma en la ciudad china de Shanghái. Evento que finalmente era igualmente cancelado, como consecuencia del encendido boicot contra la casa de modas que terminaba por agitar la filtración de esos supuestos chats privados del diseñador Stefano Gabbana en su cuenta de Instagram, a los que Diet Prada se encargó de dar visibilidad publicando su contenido a través de sus propias cuentas.
Lo que parecía ser una interminable escalada de las tensiones de la firma frente a sus millones de clientes, en especial los asiáticos, terminaba, además de con la retirada de la campaña y la suspensión del desfile, con un mensaje público a través de un vídeo protagonizado por la pareja de diseñadores. Unas declaraciones en las que pedían disculpas a todas aquellas personas que podían haberse sentido heridas por alguna de las acciones que la firma hubiera podido realizar, y que venían a rebajar las presiones con las que ya amenazaba el creciente boicot que comenzaba a experimentar la firma entre los consumidores y en los mercados asiáticos. Donde diferentes minoristas, miles de clientes y algunas personalidades destacadas comenzaban a posicionarse públicamente en contra de la firma y de sus productos.
Reclamación de cerca de 600 millones de dólares por daños y perjuicios
Desde una posición en la que consideran que Diet Prada alentó y participó de ese boicot contra la firma que se iniciaba hacia finales del pasado 2018, Dolce&Gabbana interponía a principios de 2019 esta demanda por difamación en la que exigía una millonaria indemnización de 3 millones de euros para Dolce&Gabbana y de otro 1 millón de euros más para Stefano Gabbana. Cuantías que si bien ahora se habrían decidido a ampliar hasta una cifra cercana a los 600 millones de dólares.
Según se decidía a pormenorizar ante la agencia de noticias estadounidense Associated Press, AP, Susan Scafidi, directora del Fashion Law Institute y encargada de coordinar la estrategia de defensa de los responsables de Diet Prada, la firma de moda italiana en estos momentos les reclama una compensación por más de 450 millones de euros por los gastos a los que habría tenido que hacer frente para restaurar su imagen de marca desde 2018. Cantidad que habría que sumar a esos 3 millones de euros para la firma y el millón de euros adicional para el diseñador que les reclaman en concepto de daños y perjuicios; así como otros 8,6 millones de euros por la cancelación del desfile de Shanghái, otros 8,6 millones por concepto de gastos de personal y otros 89,6 millones de euros por las ventas que estiman haber perdido en Asia entre noviembre de 2018 y marzo de 2019 a razón del presumido boicot.
Una campaña de Crowdfunding para financiar la defensa legal de Diet Prada
En respuesta a las millonarias reclamaciones hechas por parte de la firma italiana, los responsables de Diet Prada alegan que el procedimiento no es más que un intento por menoscabar su libertad de expresión. Para lo que buscarán defenderse ante los tribunales con la ayuda de un equipo legal formado por el Fashion Law Institute, que está liderando la acción de la defensa de manera pro bono junto al bufete italiano AMSL Avvocati. Que por su parte ha aceptado representar a los responsables de Diet Prada con una reducción de sus honorarios, para los cuales el portal de moda ha abierto una campaña de crowdfunding en Gofundme en la que ha logrado recaudar a lo largo de estos últimos tres días hasta un total de 47.000 dólares.
Como primer paso de su estrategia de defensa, los representantes legales italianos de la popular plataforma de moda presentaban un primer escrito este pasado 1 de marzo en la que defienden su libertad de expresión. Argumentando en el mismo documento presentado ante el tribunal civil de Milán encargado del procedimiento que Italia no es el lugar adecuado para dirimir la cuestión, dado que el blog se realizar en los Estados Unidos y los supuestos daños se dieron en Asia.
“Todo este caso no es más que una forma de silenciar a Diet Prada y de acallar a Tony (Liu) y Lindsay (Schuyler)”, explicaba Susan Scafidi, directora del Fashion Law Institute, a lo largo de sus declaraciones a la agencia de noticias AP. Exposición en la que remarcaba como, a su entender, “una disculpa pública y una demanda interpuesta de manera silenciosa se anulan mutuamente”, apuntando en este sentido a como el mensaje público lanzado por los diseñadores podría ser instrumentalizado por la defensa como una aceptación de sus responsabilidades.
“Diet Prada seguirá siendo una plataforma desde la que abordar esta serie de temas cruciales”, apuntaba por su parte Liu, remarcando el papel que ha adquirido Diet Prada como plataforma de defensa a favor de movimientos como el MeToo, el Black Lives Matter o contra las recientes muestras de mensajes antiasiáticos acontecidos en los Estados Unidos. Mientras que Schuyler por su lado hacía un llamamiento a que las “figuras públicas y las marcas respondan ante la opinión pública y las críticas en los medios con acciones progresistas, no con demandas”.
“Enfrentarse a una gran marca de lujo resulta intimidante”, argumentan desde Diet Prada en un mensaje dirigido a sus millones de seguidores. A los que invitan a que participen de su campaña de recaudación de fondos para que con “su contribución”, añade, “podamos seguir protegiendo nuestros derechos fundamentales, y también preservar lo que tiene de especial la comunidad de Diet Prada”.
Photo Credits: Dolce&Gabbana, página oficial de Facebook.