Ecoalf se posiciona como marca líder en calzado sostenible
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Madrid – Fiel a sus orígenes como marca sostenible, la firma española Ecoalf logra alcanzar un nuevo éxito posicionándose como compañía líder en el diseño de calzado sostenible. Una nueva victoria que consigue tras haber logrado reducir la huella de carbono de tres de sus modelos de zapatillas hasta unos valores de CO2 que se sitúan muy por debajo de la media de este tipo de calzado. Presentando sus diseños como resultado, aseguran, la huella de carbono “más baja del mercado, por debajo de las de Adidas y Allbirds”.
Para llegar a tal conclusión, la firma española ha recurrido a los servicios del prestigiosos instituto de innovación y tecnología del calzado Inescop, ubicado en la localidad alicantina de Elda (España). Responsables de realizar la evolución del ciclo de vida (LCA) de 3 modelos de Ecoalf, siguiendo para ello con las estrictas directrices marcadas por el proyecto “GreenShoes4All” de la Unión Europea y financiado por su programa LIFE.
“Nuestra misión es dejar de usar los recursos naturales de manera irresponsable y dejar un planeta mejor para nuestras generaciones futuras, pero no podemos hacerlo solos”, destaca Javier Goyeneche, presidente y fundador de Ecoalf, mediante unas declaraciones difundidas por la propia firma. Y el “colaborar con Inescop, referente y líder en Tecnología e Innovación”, añade, “nos da un paso adelante para alcanzar nuestro objetivo de carbono cero”.
“Para obtener un calzado ambientalmente sostenible, es necesario cumplir con ciertos criterios de ecodiseño”, apunta por su parte Ana Belén Muñoz, jefa del Departamento de Medio Ambiente y Sostenibilidad de Inescop. Siendo precisamente “nuestro trabajo como centro tecnológico”, el de “asesorar y ofrecer herramientas a las empresas que les permitan desarrollar productos con un menor impacto ambiental”.
Tres modelos de zapatillas con la huella de carbono más baja del mercado
Fruto de sus esfuerzos por mejorar la gestión dentro de su cadena de suministros, es precisamente como Ecoalf ha logrado reducir la huella de carbono de tres de sus modelos de zapatillas hasta unos valores “muy por debajo de la media del calzado de running normal”, añaden. Unos niveles de CO2 que, según el MIT, se sitúan en los 13,6 kg de emisiones, y que se reducen a más de la mitad en los casos de los modelos de zapatillas de Ecoalf Bora, con unos niveles de 5,53 kg de CO2; Sia, con unos niveles de 4,58 kg de CO2; y Shao, con unos niveles de 4,51 kg de CO2, según la evaluación realizada por Inescop.
Para llevar a cabo este análisis del ciclo de vida (LCA) de cada uno de los modelos, el Instituto tecnológico del calzado ha entrado a evaluar todos los aspectos que atañen a las diferentes fases de sus proceso de fabricación. Poniendo especial cuidado en lo concerniente al cultivo, adquisición, transformación y transporte de la materia prima; al consumo de energía y agua y al tratamiento de los residuos generados durante su proceso de fabricación; a las emisiones durante la fase de distribución desde las fábricas y hasta su llegada al punto de venta; y por último los efectos ocasionados al fin de su vida útil. Etapa en la que desde Inescop asumen que el 60 por ciento de los zapatos, y de su packaging, termina en un vertedero, el 33 por ciento incinerado y únicamente un alarmante 7 por ciento termina siendo reciclado.
Modelos confeccionados a partir de algas y de poliéster reciclado
Para haber logrado posicionarse como los modelos de zapatillas con la huella de carbono “más baja del mercado”, además de la buena gestión realizada sobre su cadena de valor, en el caso de estos diseños de Ecoalf juega un papel determinante su composición. Tratándose de unos modelos fabricados a partir de algas y poliéster reciclado procedente de botellas de plástico recolectadas del fondo de los océanos.
“Cada zapatilla contiene aproximadamente 5 botellas de plástico”, subrayan desde Ecoalf, a lo que hay que sumarle una “suela hecha de algas” con la que se combate su excesiva prolificación. Obteniendo como resultado una “espuma flexible” con la que “se ayuda a recircular el agua dulce en el hábitat, manteniendo el equilibrio ecológico”. Y todo ello sin olvidarnos del packaging de estas zapatillas, “fabricado con materiales 100 por cien reciclados, reutilizables y 100 por cien reciclables”. Granitos de arena con los que uno a uno Ecoalf va logrando reducir la huella de carbono de estos diseños, en un objetivo que terminan de apuntalar apostando para ello por un sistema de distribución de mercancías por mar en lugar de por el aire, “para reducir su impacto”.
Photo Credits: Cortesía de Ecoalf.